Abril [Hyunin]

XX

Kim SeungMin
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5 de julio, 2011

Comencé a reunirme con los amigos de Innie desde el primer día de clases en aquellas lecciones de verano, al final acabé disfrutando los momentos junto a dichos chicos y, aunque aún me sentía algo incómodo, sabía que tarde o temprano los consideraría también mis amistades. Por otra parte llegar a casa era un caos, apenas me gustaba volver por varias razones: YeJi estaba de vacaciones, lo que quería decir que sus amigas también y cómo castigo mi madre me mandaba a cuidarlas, siquiera sé cuidarme a mí mismo; y por otro lado se encontraba un JiSung celoso.

Han no había terminado la mudanza así que tampoco podía quedar muchas veces, sus padres le prohibieron las salidas hasta que su habitación dejara de parecer un basurero con paredes de tonalidades azuladas, pero no negaban que fuera a mi casa. Cuando volvía del club de artes siempre me lo encontraba sentado en el sofá del salón fulminándome con su mirada, después me preguntaba dónde había estado y se hacía el resignado, tratando de provocar que tuviera sentimientos de culpa al no dirigirme la palabra. Aunque esto sólo duraba unos minutos, después ya se hallaba preguntándome si quería jugar a algún videojuego.

—Tierra llamando a HyunJin— Felix pasó su mano cerca de mi rostro, haciéndome volver de mis pensamientos.—La señorita MoonByul se ha pasado hoy con la tarea, apenas tendré tiempo para jugar Minecraft— se quejó mientras guardaba los cuadernos de matemáticas.

En el primer par de días que estuve con el grupo evitaba al pecoso, solía decir cosas hirientes sobre los rumores que circulaban sin querer, sabía que sus palabras carecían de maldad alguna así que decidí darle otra oportunidad. Al final resultó ser alguien muy agradable que hacía las clases amenas, siempre tenía algo que decir y los temas de conversación abundaban.

Me encogí de hombros —Es lo que debemos aguantar por suspender.

—Oye, yo no he suspendido nada— abultó su labio inferior. —Estoy aquí por mi madre, no quería que estuviera encerrado en mi habitación todo el verano. Pero que conste, yo no es-.

—Sí lo estarías— interrumpió SeungMin, quien entraba al aula junto a ChangBin.

Cada vez que el Kim menor y yo nos encontrábamos en una sala, sentía la tensión que había en el aire entre ambos y estaba seguro de que los demás también lo percibían, pero no preguntaban y ninguno de nosotros dos hablábamos sobre la causa de esta, simplemente nos ignorábamos el uno al otro.

—Chicos, Innie no va a poder venir, tampoco WooJin ni Chan— asomó MinHo por el umbral de la puerta, —JeongIn va a comer con sus abuelos y los otros dos a saber, pero no podemos entrar al club de arte, Chan tenía las llaves.

Felix suspiró —Creo que tampoco podré quedarme hoy, no me dará tiempo a terminar la tarea de la profesora MoonByul.

—¡Oh! ¿A ti también te ha llenado la agenda esa mujer en plena crisis de los cuarenta?— preguntó el Lee mayor con una sonrisa, alzando su mano para que el pecoso chocara los cinco.

—De hecho, tiene menos de treinta— susurré. —Y es muy agradable— añadí en un tono aún más bajo.

Seo frunció el ceño —Creo que voy a necesitar enchufarte amplificadores de sonido, apenas te escucho cuando hablas— ese comentario provocó que me encogiera en el sitio y sintiera calor agolparse en mis mejillas. —Pero como sea, yo tengo que ayudar a mi hermana en la cocina, hoy mis padres no están.

Al final llegamos a la conclusión de que ninguno podía quedarse más tiempo allí, se fueron marchando uno por uno hasta que quedamos SeungMin y yo. Kim estaba parado delante de mi mesa mientras por mi parte recogía los materiales del día, con la charla se me había olvidado que los había dejado esparcidos. Sentía mi pulso temblar, él estaba con sus ojos clavados en mí y no quería subir el rostro para encararlo.

—Hwang— rompió el silencio tras unos interminables diez segundos.

—Kim— respondí sin quitar la vista de mi mochila.

Tras una pequeña pausa el contrario prosiguió —Sigo sin aceptarte en el grupo— dijo sin preámbulos. —Pero que yo no lo haga no significa que los demás tampoco, no tengas miedo a hablarles, son buenas personas.

—Tú..— susurré levantando el rostro.

—Innie te quiere, te quiere mucho. No me gustaría que por mi egoísmo se aleje de una persona que le importa tanto, ya lo hizo cuando nos fuimos aquel día del parque y aún me sigo sintiendo mal por ello— tragó en seco mientras miraba algún punto en el suelo, —Por favor, no te vayas de su lado solo por tu mala relación conmigo.

Una pequeña sonrisa se dibujó en mis rojizos labios —No pienso separarme de él por ti ni por nadie— sentencié la conversación.

Ese día me di cuenta de que SeungMin realmente quería a su primo, de hecho, hoy en día sigo defendiendo dicho pensamiento. No es una decisión difícil, ver a tu ser querido relacionarse con alguien que odias con toda tu alma no es sencillo; pero él tenía algo que yo no, fortaleza. Había que ser demasiado fuerte para tenerme ahí con sus amigos a sabiendas del infierno que le había hecho pasar, que por mi culpa aún no hubiera podido participar en ningún recital. También estaba agradecido con él por tomar esa decisión, para mí JeongIn se estaba convirtiendo en alguien muy importante y verme lejos de él no era una opción.

No emitimos ninguna palabra más, no hacía falta hacer tal cosa, él se fue por su lado y en cuanto terminé de recoger, yo por el mío. Comencé a pensar detenidamente en las palabras de Seung, intentaría poseer más confianza para hablar con los amigos de Innie.

En cuanto llegué a casa todo estaba tranquilo, ningún JiSung celoso se hallaba en el sofá o alguna niña pequeña corriendo por los pasillos, todo era silencio. Puse la mochila sobre mi cama en cuanto subí a mi habitación, aprovecharía que tenía la tarde libre para terminar las tareas cuanto antes. Pero antes de que me acomodara en el escritorio de madera blanco, mi madre se adentró en la sala con unos guantes que le llegaban hasta los codos y un delantal sucio, posiblemente iría a ocuparse del jardín.

—Oye Jinnie, ¿cómo van las partituras?

Mi sangre se heló, pude sentir mi corazón dejar de latir y la respiración entrecortarse, se me había olvidado que debía tenerlas listas para ese mes. Puse mis oscuros orbes en una esquina de la habitación a espaldas de mi madre, mi expresión sorprendida me hubiera delatado así que trataba de relajarme para poder contestar más suavemente.

—Van bien, mamá— mentí con la mejor sonrisa que pude brindarle.

Maldito seas Yang JeongIn por captar toda mi atención.

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Haré algún especial en el futuro, cuando tenga el tiempo suficiente.