Complicidad y Secreto

Capítulo 35

POV MACA

-Fernanda, dude, ésto no va a funcionar...-.

-Claro que sí, deja de quejarte tanto-.

Estoy trabajando para un proyecto de fotografía de mi amiga Fer, pero la muy desgraciada insiste en hacer un photoshoot "sexy" en lugares abandonados, me convenció después de hacer una jugada maestra sacando su carta de "las amigas se apoyan en todo" y yo la única condición que le puse fue que las fotos se hicieran a plena luz del día. Estamos a las afueras de la cuidad en un hospital bastante creepy que hace que se me pongan los pelos de punta y eso que ni siquiera hemos entrado, nos escabullimos entre la maleza por la parte lateral, buscando alguna abertura en la verja perimetral por donde podamos entrar.

-¿Ves? No hay por donde podamos pasar- me quejo una vez más para no perder la costumbre.

-¡JA! mira allí está- me señala un agujero en el enrejado y se adelanta caminando rápido, se agacha para entrar y su cabello se enreda en la punta de un alambre, río como una demente y la dejo allí unos segundos implorando por su vida, caminando lo más lento que me es posible.

-Te dije que no era buena idea, pero eres terca mujer- le digo, intentando sin éxito desenredarla.

-¿Apostamos?-.

-No gracias, por alguna extraña razón siempre me ganas cada vez que te tomo una apuesta- por fin la libero, con sumo cuidado cruzo a través de la verja y caminamos hacia las ruinas del hospital.

Pasamos el siguiente par de horas trabajando, y debo reconocer que mientras más tiempo transcurría, más admiraba el misterioso lugar, hice una nota en el teléfono para investigar la historia del hospital y le doy gracias a los Dioses que no aposté nada porque la verdad las fotos están quedando asombrosas, Fer tiene un ojo mágico para capturar los mejores ángulos de todo lo que se proponga fotografiar y a mi me encanta hacer proyectos con ella. Me comenta que ya tiene suficiente material y nos disponemos a salir por donde entramos, de repente suena el tono de llamada de mi celular y al sacarlo me asombro enormemente al ver la pantalla.

-¿No vas a contestar?- me pregunta Fer caminando a mi lado.

-No lo sé... es Ghassan, yo más nunca hablé con él después de que terminamos, tampoco es que hayamos quedado mal, pero no entiendo para qué me llama-.

-Si no le atiendes nunca lo sabrás-. 

-Bueno, en realidad justo ahora no tengo ganas de averiguarlo-.

Fer se detiene de repente y se me queda mirando de manera sospechosa, entrecerrando los ojos -tu tienes tiempo saliendo con alguien, y es un alguien importante, hace mucho que me di cuenta pero estaba esperando a ver si me lo decías- habla mientras me señala con el dedo.

-Lo siento piñita, es secreto de estado- le digo con una amplia sonrisa.

-Me duele, de verdad me duele mucho que no confíes en mi- el sarcasmo de sus palabras brotaba de sus poros.

-Confío en ti... no confío en ti cuando bebes alcohol, y lamentablemente eso pasa casi todos los días-.

-Que excusa tan pobre Macarena, de todas maneras, para que lo sepas, nunca te había visto así tan radiante, estás tan feliz que me empalagas y de verdad espero que eso dure mucho- me toma la mano y continuamos caminando buscando la salida.

Suspiro con fuerza y comienzo a meditar si a Barb le importaría que le cuente lo nuestro a Fer, tenemos muchos amigos en común y el miedo que la carcome es que alguien de su familia se entere por algún chisme de terceras personas. Lo que le acabo de decir es cierto, confío en ella, pero lamentablemente cuando el alcohol corre por sus venas la lengua se le desata y no hay quien le detenga la verborrea, también sé que no está ofendida por no decirle nada por los momentos, sin embargo no dejo de sentir el pinchazo en el corazón, yo no estoy acostumbrada a mantener secretos en mi vida, soy demasiado transparente y mi círculo de amigos más cercano lo sabe bien. 

-No está en mi mantener ésta información oculta Fer, pero te lo juro que muero de ganas de contarte quien me tiene así en las nubes-.

-Lo sé nena... tu no eres así, pero si accediste a mantener el anonimato es porque esa persona sus razones tendrá, y te importa mucho-.

-Me importa demasiado, es la primera vez que me siento así tan idiotizada, queriendo estar pegada como chicle en un zapato-.

-Aaahhh.. que rico es el amor en sus primeras fases, cuando todo es sexo, y charlas, y sexo, y charlas, y más sexo, y a veces ni charlas- me dice con voz soñadora a la vez que se ríe a carcajadas, yo me río también y no le quito la razón, porque no puedo pensar en Barb sin ponerme horny al instante.

Por fin encontramos la salida del mugroso hospital y vamos en su carro de regreso a la ciudad, en el camino decidimos ir a comer y pasar la tarde pendejeando en algún café. Mientras Fer maneja me pongo a revisar el teléfono y me percato que en WhatsApp tengo un mensaje de Ghassan, me pica la curiosidad y lo leo, mis ojos se agrandan y vuelvo a leer, empiezo a toser y Piñita al darse cuenta me da unos golpes nada sutiles en la espalda.

-¿Qué te pasó, te ahogaste?-.

-Después de la llamada Ghassan me mandó un mensaje, escucha ésto, deja te voy traduciendo de una vez "Mi reina, me enteré que en un par de semanas vienes a New York a grabar una película, por favor quiero verte porque la verdad es que quiero recuperarte. Te mando mil y un besos"-.

-Ay amiga, sé lo insistente que es ese hombre, ya valiste-.