Complicidad y Secreto

Capítulo 44

POV BARBIE

Vamos en el tren de regreso a Brooklyn después de un fin de semana intenso lleno de lujuria, confesiones y epifanías, donde por alguna extraña razón se intercambiaron los papeles: yo decidiendo gritarle al mundo que estoy enamorada de una maravillosa mujer y Maca teniendo miedo de exhibirnos y de las reacciones que habrán a nuestro alrededor. A pesar de esas pequeñas discusiones donde trataba de convencerme de que aún era pronto para colocarnos en el ojo del huracán con mi familia, la pasamos realmente genial, nos amamos como nunca y como siempre, con ese calor abrasador de la sensualidad que nos devora completamente y que nos ha creado una maldita adicción indestructible.

Maca me comenta que Guada regresó de viaje y que por fin vamos a poder reunirnos con ella ésta semana. Esa noticia la puso muy contenta, Guada es una de sus mejores amigas y desde que llegamos a New York había querido que saliéramos con ella pero por motivos de trabajo no estuvo en la ciudad, además también sé que está ansiosa de decirle lo nuestro.

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-Amor, tengo llamado ésta tarde y al parecer terminaremos de madrugada, ¿quieres venir?- me pregunta Maca después de colgar la llamada en su teléfono, estamos desayunando los tres en el depa.

-Suerte cariño... yo me voy con Santi a Broadway a ver "Chicago"- le respondo moviendo las cejas de arriba a abajo y chocando los cinco con mi cuñado.

-Se pasaron, claro vayan a disfrutar mientras yo tengo que salir a ganarme el pan para mantenerlos-.

-Vístima- decimos Santi y yo al mismo tiempo y nos arrastramos de la risa los tres.

Luego del desayuno, Santiago se va a sus clases y yo ayudo a Maca a practicar las escenas que tiene que grabar hoy. Un par de horas más tarde me dice que paremos, que ya maneja bien el diálogo y me invita a que pasemos a realizar actividades más interesantes antes que tenga que alistarse para irse, yo pongo mi mejor mirada seductora, la tomo de la mano y la llevo a la cocina haciendo que se siente sobre la barra.

-Cuéntame ¿qué te provoca hacer ahorita mismo?- le pregunto con voz ronca colocándome entre sus piernas y subiendo suavemente mis manos por sus muslos.

-Bueno, quiero irme bien relajada a trabajar... y tenemos bastante tiempo, podemos  ponernos creativas- me responde abrazándome por el cuello.

-Por supuesto que sí cariño- me acerco y le doy un beso ardiente que me responde con un gemido ahogado, meto las manos por debajo de su blusa y le desabrocho el bra, acaricio su espalda de arriba a abajo y cubro sus pechos con mis manos, interrumpo el beso para deshacerme de su ropa muy lentamente, disfrutando tocar su hermosa piel, -no me canso de admirarte, eres divina mi amor- le digo mientras arrastro mis uñas muy sutilmente por sus brazos.

-No, ¡tú eres divina!- se ríe y me acerca a ella para retomar el beso, intensificándolo conforme pasan los segundos, me provocó y exploró con la lengua mientras sus manos hacían maravillas en mis nalgas, sentí un cosquilleo de excitación en el vientre cuando su mano me apretó la entrepierna desde atrás, separo nuestras bocas y tomo aire entre mis dientes cerrando los ojos con fuerza. Bajé hasta su pecho, lamí y mordisqueé su pezón e hice que se acostara sobre la barra, fui hasta el refri y saqué una botella de vino espumoso junto con un bote de chocolate líquido para hacer una variante muy sugestiva del foreplay.

Maca me sonríe maliciosamente mientras ve lo que traigo en las manos, tomo un trago de vino directo de la botella y suelto a través de mis labios un pequeño hilo del líquido efervescente sobre sus pechos y abdomen, enseguida se arquea por el choque de temperatura y yo me inclino a lamer las gotas extendidas en su cuerpo. Repito varias veces la operación hasta que subo y vierto vino en su boca y cuello, mientras ella traga, chupo lo que se resbala y paso la lengua por su labio inferior. Una vez que se acaba la botella me despojo de la poca ropa que tengo y me paro en el extremo de la barra hacia el lado de su cabeza, tener su cuerpo a mi merced y contemplar con admiración esa obra de arte es mi pasatiempo favorito. Ahora le toca al chocolate hacer su magia, por lo que riego una generosa cantidad por todo su torso antes de limpiar los caminos con mi lengua, Maca echa sus brazos hacia atrás y acaricia mis caderas y muslos, mis piernas se abren de manera natural al sentir sus toques, ella se arrastró más hacia mi dejando su cabeza colgando y comenzó a estimularme con la boca, la calidez de su lengua abrasó mi piel y jadeé, sus movimientos haciéndome llegar al borde de la cordura, yo no dejaba de besar su torso y llevé mi mano a su zona más sensible metiendo un dedo dentro de ella. Me temblaban las piernas, y cuanto más me acercaba al orgasmo, más rápido movía mis dedos sobre su clítoris, sentí como su cuerpo se ponía rígido y su respiración trabajosa, la presión creció en mi vientre y el placer estalló dentro de mi dejándome sin aliento. Unos cuantos balanceos rítmicos de mis dedos fueron su perdición, y experimentó los preciados segundos del éxtasis en estado puro.

-Ahora quedé tan relajada que no quiero ir a trabajar- me dice aún con los ojos cerrados.

-Ah no, ni de chiste- le respondo riendo, -ve arreglarte que yo me encargo de limpiar este desastre-.

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Santi y yo pasamos una noche divina, el musical estuvo alucinante, como todos a lo que he asistido, el nivel de profesionalismo de los artistas en escena nos dejó deseando que la función durara varias horas más. Salimos del teatro y decidimos ir a cenar algo antes de regresar a casa, paramos en un pequeño bar donde había una banda de Jazz tocando en vivo y donde vendían los mejores sándwiches del mundo (según Santiago). Nos quedamos más tiempo de lo planeado ya que la banda estaba tocando realmente buena música y le dí la razón a mi cuñadito porque la comida estuvo de puta madre.

Una vez que llegamos a Brooklyn nos dispusimos a recorrer el par de cuadras que separan la estación del depa, como ya es costumbre desde que estamos aquí Santi me abraza por los hombros y a pesar de que el frío está fuerte caminamos a paso lento charlando de todo lo que vimos ésta noche.

-Cuéntame cómo te has sentido éstos días Barb- me dice de repente cambiando totalmente el tema de conversación.

-Si te digo la verdad, nunca me había sentido tan bien en toda mi vida-.

-Y si yo te digo la verdad, jamás había visto a Maca así tampoco... no sabes la alegría que me causa esto-. 

-Yo he tenido mucho miedo de decirle la verdad a mi familia, pero hace unos días decidí hablar con ellos apenas regrese. Ese tema me ha atormentado tanto durante todo éste tiempo que he sido una completa egoísta sin tacto, yo ni siquiera le he preguntado a Maca cómo se siente respecto a hablar con sus padres-.

-Nahh, ni te preocupes por eso, mis viejos se van a poner felices con la noticia ya vas a ver, desde la novela Maca les ha hablado tanto de ti que ya te adoran- me da un apretón y besa mi sien.

-No es lo mismo hablar de una amiga que hablar de una pareja-.

-Estoy seguro que mi hermana está esperando que tu resuelvas el tema con tu familia para llevarte a Argentina, porque júralo que te va a querer llevar y darles la noticia contigo a su lado-.

-Siento que la verga me está llevando- le digo pasándome la mano por la frente mientras él se ríe de manera incontrolable.