Capítulo 52

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POV MACA


Mis ojos están cerrados pero mi conciencia lentamente va volviendo a la vida ya que estoy sintiendo un placer intenso en mis partes más sensibles, termino de despertar de golpe y me doy cuenta que estoy recibiendo el sexo oral más inesperado de mi vida, -Bárbara, pero ¿qué est...- ni siquiera puedo terminar la pregunta, mi cuerpo se contrae y muerdo mi labio inferior, -fuuuuck- comienzo a maldecir cuando percibo la cresta del orgasmo asomarse, Barb continúa haciendo magia con su maravillosa lengua hasta que siento un estallido de deleite embriagándome por completo.


-¿Qué clase de mañanero tan exquisito fue ese?- le pregunto aún jadeando mientras la veo levantarse de la cama y dirigirse al baño, ella no me dice nada, sólo gira la cabeza un segundo, me hace un guiño y continúa su camino.


Anoche, mientras estábamos teniendo un foreplay de lo más apasionado, le pedí a Barb que se mudara conmigo, confieso que lo dije sin pensar, sin embargo en lo más profundo de mi ser ese deseo se encuentra allí desde hace un tiempo, bien arraigado y latente. Lo que que sorprendió un poco fue su respuesta, -ya estoy viviendo aquí mi amor- me dijo y siguió con su juego de entretenimiento, yo reaccioné enseguida y me dí cuenta que lo tomó a la ligera, no mencioné más nada en el momento y nos dedicamos a tener nuestro muy ansiado sexo de reencuentro.   


Una vez que termino de desperezarme la escucho moviendo trastes en la cocina, así que me levanto y me voy al baño a asearme. Al salir e ir hacia ella la veo preparando el desayuno muy diligentemente, -buenos días amor- le digo mientras me siento en un banco de la barra, -aunque debería más bien decirte maravilloso y perfecto día-.


La veo reírse y venir hacia mi, me abraza por el cuello y me da un beso con sabor a café, -buenísimos días mi lucky star-.


-¿Te ayudo?-.


-No cariño, ya está listo... aquí está tu mate- lo entrega en mis manos mientras sirve los platos, le doy un gran sorbo y comenzamos a comer. En el trasfondo de mi mente me sigue dando vueltas el temita de anoche, necesito que aclaremos las cosas.


-Bárbara... acerca de anoche... ¿te parece bien si lo hablamos ahora?-.


-¿Qué necesitas hablar mi cielo?- me responde con otra pregunta y una sonrisa paciente.


-Sé que no fue el mejor momento para pedírtelo y tal vez estuvo fuera de lugar tomando en cuenta la tensión y la situación con tus papás, pero quiero que sepas que lo dije en serio y que me gustaría que lo pensaras con calma-. 


-Creo que lo que estuvo fuera de lugar fue mi reacción tan frívola, aunque sí admito que pensé que lo habías dicho por el calor del momento-.


-Lo dije sin pensar es verdad, se me salió sin querer pero a la vez queriendo, el deseo está allí amor-.


Barb se levanta, se acerca apoyándose en la barra a mi lado y con una mano acaricia mi mejilla, -lo que más deseo en éste mundo es vivir contigo mi Maku, por supuesto que te digo que sí-.


Sentí mi corazón explotar de felicidad, me levanté y nos fundimos en un abrazo lleno de amor, esperanzas y promesas, -no sabes lo feliz que me haces chiquita- le digo sin soltarla.


-Te amo inmenso mi amor, y quiero que lo sepa el mundo entero- se separa de mi y me da un beso, -¿quieres que te dé la noticia que te tengo o todavía no?-.


-Por Dios, ¡se me había olvidado eso! cuéntamelo ya- le digo y retomamos nuestros asientos para continuar comiendo.

-Aprobaron película y serie Juliantina... Bardasano me llamó para darme la novedad y le pedí por favor que me dejara decírtelo yo- mis ojos casi se salen de sus orbitas y pegué mi acostumbrado grito de delfín de la alegría tan grande que me produjo saber que mis bebecitas lograron su objetivo.


-¡No puede seeeer! Dios que locura, dame los detalles- le digo pero enseguida escuchamos el timbre del depa sonar, fruncimos el ceño al mismo tiempo extrañadas, -que raro, debe ser algún vecino amor, espera un momento- me levanto y me dirijo a la entrada.


Cuando abro la puerta casi me caigo del shock. Betty y Reynaldo parados frente a mi con una expresión que en un inicio no pude descifrar.


-Buenos días Macarena, ¿podemos pasar?- me pregunta Reynaldo unos cuantos segundos después-.


-Por favor pasen, disculpen, de verdad me sorprendió verlos- les digo saliendo del estupor y apartándome del medio. Al entrar a la sala giro la mirada hacia Barb y observo cómo se queda igual de paralizada que yo, -siéntense por favor-.


-Perdón que hayamos venido así sin avisar, pero nos gustaría hablar con las dos y supusimos que te estabas quedando aquí Bárbara- dice Betty mientras se sientan en el sofá.


-¿Les ofrezco algo?- me siento muy nerviosa, pero pues no puedo dejar de lado los modales.


-No te preocupes Maca, gracias- me responde Reynaldo con una sonrisa amable y me da la sensación de que no están acá para partirnos la madre a cada una. Voy hacia Barb y la arrastro por el brazo -tranquila- le susurro suavemente antes de sentarnos frente a ellos.


-¿Cómo entraron al edificio?- es lo que pregunta Barb apenas se sienta.


-Sobornamos al conserje- se ríe Reynaldo entre dientes, -no mentira, la verdad es que me reconoció y le expliqué que necesitábamos hablar algo rápido con Macarena- aventándose un chiste el suegro, lindo, pero no aminoró la incomodidad en el ambiente.


-¿Estás bien? me preocupó un poco que no has ido a la casa desde hace un par de semanas- le pregunta Betty a Barb.


-Si, todo bien, aquí tengo todo lo que necesito-.


-Bueno, estamos aquí porque queremos en primera pedirte disculpas Bárbara, no reaccionamos de la mejor manera, definitivamente tú no te merecías esa pared con la que estrellaste, aunque en nuestra defensa fue una noticia que no esperábamos en lo absoluto... no soporto que te hayas ido así de la casa, necesito que arreglemos las cosas hoy mismo- dice Reynaldo con determinación y yo ahora no puedo cerrar la boca de la impresión. 


Complicidad y SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora