Es de noche en la bulliciosa ciudad de Nueva York, Tony Stark regresa de la guerra civil arrastrando las consecuencias de ese terrible evento: una familia desintegrada y un corazón roto. A un lado lo acompaña un Peter Parker que no deja de grabar el recorrido que lo trae de vuelta a casa. Pese a lo desastroso de aquel acontecimiento, en el camino, Tony conserva, dentro de todo, su buen humor. Pero aquello duro poco, un accidente hizo que hubiera un cambio de planes, en los cuales el joven Parker por defender a su mentor, termino en el hospital y Stark enfrentando una amenaza. Happy fue el encargado de llevar al hospital al joven mientras el otro se encargo de aquellos rufianes que los interceptaron en el camino.
No tardo mucho y por fortuna no resulto lesionado o algo por el estilo, aquello termino más fácil de lo que pensó y no paso a mayores. Se dirigió al hospital en el que yacía su pupilo, no podía dejar de sentirse culpable y agobiado por aquel jovencito que es su responsabilidad.
Llegó y lo primero que vio fue a Happy acompañado de Pepper Potts, su ex pareja, en la sala de espera, la cual fue llamada por el primero porque sabía que el señor Stark necesitaría de su apoyo. El castaño atrapo a la rubia en un caluroso abrazo, lo necesitaba. Acto seguido pregunto por el estado del chico, aún seguían sin noticias, por lo que, en su desesperación, el ingeniero exigió saber el estado de éste. Una pareja de doctores que lo estaban atendiendo salieron a su llamado, quedando sorprendidos al ver que se trata del mismísimo Iron Man. El doctor West no proporciono noticias favorables, lo que hizo que el magnate exigiera a base de gritos furiosos que hicieran hasta lo imposible por salvarlo. Mientras, la doctora Palmer le daba palabras de alivio y esperanza, al mismo tiempo, que le pedía paciencia.
Regresaron al quirófano, Stark y compañía tuvieron que esperar un par de horas, las cuales sintió como las más largas de su vida. En ese lapso el ingeniero le comento a grandes rasgos lo sucedido a la señorita Potts.
La desesperación lo agita, encontrándose muy preocupado. Fue tanta la presión que sintió en ese instante que le dio uno de sus famosos ataques de ansiedad. Eso alarmo a los que lo acompañan, pero logró recomponerse rápido.
Ya cargaba con muchas culpas, ahora se sumaba una más y una de enorme peso. ¿Qué le diré a la tía May si algo le pasa?, es la única pregunta que lo atormenta. Sus pensamiento fueron interrumpidos cuando apareció nuevamente la doctora, esta vez, acompañada de alguien distinto.
Palmer dio las buenas noticias, mientras que su contiguo se quedo inmóvil e inexpresivo, sin poder dejar de mirar aquel hombre de traje gris, playera de gatito y vello facial, a pesar estar oculto bajo unas gafas oscuras, es obvio que se trata de Tony Stark, la persona detrás de Iron Man. Odiaba admitirlo, ciertamente le impresiono verlo ahí, nunca se imagino que aquel jovencito fuera algún pariente del magnate dueño de Industrias Stark, aunque, por supuesto su ego no le permitió evidenciarlo, mantuvo su temple y compostura en todo momento. De cualquier modo, no era la primera vez que lo veía en persona. Alguna ocasión en una conferencia sobre medicina y tecnología lo vio a lo lejos. Así como también aquel día del ataque en Nueva York. Sin embargo, esta es la primera vez que lo ve tan cerca y tan distinto a como se ve en televisión, por lo que un pensamiento atravesó por su mente: Vaya, en la tele se ve enorme e impotente y es más bajo que yo.
En cuanto recibieron las buenas noticias, Pepper agradeció abrazando a la doctora, siguiéndole el castaño, a lo cual la doctora se sintió más que sorprendida, pues el hombre es prácticamente toda una celebridad. Una vez liberada de aquel agarre, la doctora dio sus correspondientes créditos al responsable de las buenas noticias.
El más bajo fijo la mirada en aquel sujeto vestido de azul marino, alto, de piel blanca, pómulos marcados, cabello negro con unas relucientes canas a los lados y unos ojos claros de un color incierto, llamándole la atención que no se tratará del doctor que un inicio los atendió pero, sobretodo, su evidente y descomunal arrogancia que demuestra en su faz, por lo que la primera impresión que se llevo no fue buena, claro que no, y es que al ser igual de arrogante es obvio que sintiera cierto desagrado al extraño personaje. Se quedo quieto, viéndolo de reojo.
—No me molestaría un gracias—mencionó aquel que no había hablado en todo el rato que estuvo ahí al no ver reacción alguna en su contrario, sin apartar la vista del mismo, con unos ojos desafiantes y una sonrisa socarrona, dando a conocer su hermosa y grave voz, así como su peculiar carácter.
—Stephen—susurró la doctora en forma de reproche, viendo venir los gestos arrogantes que suele tener su compañero.
Claro que el neurocirujano sabía de la actitud arrogante y egocéntrica del señor Stark, por lo que aquello fue con claras evidencias de irritarlo, gesto que percibió el castaño. Esa sonrisa, esa maldita sonrisita, un simple gesto lo hizo rabiar y es que, al estar al borde de problemas, es evidente que no se encuentra en su mejor momento, no está para aguantar nada ni a nadie. ¿Quién se cree ese imbécil para hablarme así?, pensó. Se mantuvo en silencio, sin bajar la mirada, por supuesto, no se doblego ante aquellas palabras.
—Mi asistente ya se encargo de eso—respondió con una falsa sonrisa y restándole importancia al asunto.
—Así es, lo ha dicho usted, su asistente—recalcó esta última palabra—. Vaya, creí que era un genio.
Stark en su enojo se quito aquellas gafas que portaba dejando en evidencia un ojo morado, una secuela de la guerra, mirándolo retadoramente.
—Por tu bien, será mejor que te largues antes que...—lo señalo amenazante.
—No me diga, me va dejar el ojo como el suyo—replicó burlón.
El castaño empuño su mano, está al limite de su tolerancia y su paciencia.
He aquí el primer capítulo de la historia. Debo aclarar que esta es mi primera historia IronStrange (y espero no sea la última), también que es la primera con temática homosexual que escribo, nunca imagine escribir algo así, pero desde que vi Infinity War no pude evitar shippearlos, son hermosos juntos.
Llevó un par de meses escribiendo esta historia (de hecho hice como cuatro borradores de la historia hasta que quede convencida), no quise publicarla hasta tener un buen avance de la misma, así como su desenlace.
Espero les guste mi contribución al fandom.
Gracias por leer.
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Una extraña relación (IronStrange)
FanfictionPorque nuestra relación siempre fue como su apellido... Extraña.