Una extraña relación (IronStrange)

Capítulo 7

Strange obvio quedo más que molesto, aunque si lo pensaba bien, no tendría porqué estarlo, después de todo, su relación no es algo oficial ni nada por el estilo, así que ella está en todo su derecho de salir con quien desee, sin embargo la idea de que sea con nada más y nada menos que Tony Stark le hace sentir raro e inquieto. Pese a la fama de playboy y mujeriego del mecánico, no le parecía normal que de la noche a la mañana pareciera estar "interesado" en su amiga. Le preocupa el tema, no quiere que Christine resultará lastimada y usada por aquel y, por otro lado, en su forma de pensar egoísta, no quiere que salga con nadie que no fuera él.

Al día posterior, se encontró con su compañera y por más que intento, inútilmente, evitar hablar del tema, no pudo hacerlo.

—Hola Stephen.

—Hola, doctora Palmer, ¿qué tal su cita de anoche? —cuestionó natural y sin evidenciar algún sentimiento.

—Bien, estuvo bien—contestó sonriente.

—¿Podemos hablar?

—Ahm, ya lo estamos haciendo

—Sólo ven—la condujo a su oficina y la sentó en una silla, mientras él tomo asiento en el escritorio.

—¿Qué sucede? ¿Por qué tanto misterio?

—No quiero que sigas viendo a Stark—soltó sin más.

—¿Qué? —expresó impresionada—. ¿En serio me estás pidiendo eso?

—Me preocupa.

—¿Desde cuándo te preocupas con quien salgo? ¿Eh?

—Christine, no quiero que salgas lastimada, el hombre tiene fama de playboy... Mujeriego...

—Ja, ja, si mucho que te preocupa el que salga lastimada—espetó un poco molesta al recordar que constantemente él mismo la lastima.

—No te arriesgues con alguien así—estrechó su mano.

—Ya me arriesgue contigo—de manera veloz se soltó del agarre—, puedo arriesgarme con lo que sea—se levantó.

—¿Qué quieres decir con eso?

—Stephen, tú no eres tan diferente a él—se fue a hacer sus labores.

El doctor se quedo perplejo y pensativo ante aquella declaración. Por más que quiere dejar de lado el tema, no puede. Algo se lo impide. Le enfada el hecho de pensar que ese individuo juega con los sentimientos de su amiga sólo para hacerlo rabiar y... Lo peor, es que está funcionando. Ya no está seguro de lo que siente, si son celos, preocupación, sentimientos de posesión o qué. Quizá por esa razón nunca quiso que su relación con ella fuera más allá, no quería involucrar sus malditos sentimientos. 

Si Christine no va a escucharlo, alguien más tendría que hacerlo. Así que en un descuido y, en su desesperación, Stephen cogió el celular de su amiga y memorizó el teléfono de aquel tipo. Tenía serias dudas de hacer eso, pero tenía que hacerlo, de todos modos, tarde o temprano terminaría haciéndolo, el asunto lo está volviendo loco. Además no se quedaría de brazos cruzados mientras ese imbécil prácticamente se burla de él. Si el señor quiere guerra... Guerra le va a dar.

Stark se halla en su oficina, concentrado en algunas tareas de su empresa, hasta que un sonido lo interrumpió en sus actividades. Saco su celular y pudo ver la entrada de una llamada de un número desconocido. Al instante, se dibujo una sonrisa victoriosa, intuye de quien se trata, así que contesto con toda la tranquilidad del mundo.

—Bueno.

—¿Stark?

—Ah, doctor—reconoció de inmediato su voz—. ¡Que sorpresa!—exclamó exagerado—. ¿Cómo es que consiguió mi número?