Sintió salir su corazón cuando ante sus ojos Strange se convirtió en polvo, asustándose como nunca en su vida, llenando cada parte de su ser de confusión y consternación. Incrédulo de la cruel imagen recibida. Sus piernas flaquearon, cayó sentado.
—Señor Stark...—lo llamó Peter Parker—. No me siento bien.
Rápidamente reaccionó al llamado, fijando la mirada a su joven pupilo y rogando para que no le sucediera lo mismo. No lo soportaría, la culpa con la que cargaría en su consciencia sería demasiada.
—Tranquilo...
Afortunadamente, no se convirtió en polvo como todos los demás. Sigue intacto, aunque más pálido que un papel, lo que, dentro de la calamidad, fue un gran alivio para el portador de Iron Man. Se acerco a Peter y le dio un fuerte abrazo para reafirmar que, efectivamente, esta bien, a la vez que calma al chico que se encuentra muy asustado, igual que él.
—Señor Stark, ¿qué paso?—interrogó realmente aturdido y con una voz temblorosa.
—Perdimos, niño.
Luego del traumático suceso, Tony, Peter y Nebula, la cual había aparecido anteriormente en la batalla contra Thanos, repararon la nave en la que habían llegado y la abordaron para regresar a casa.
En el trayecto, el joven juega con Nebula para entretenerse, mientras que el filántropo permanece sentado en un rincón, apartado, asimilando la difícil situación... Asimilando la pérdida del hechicero. Cuando piensa en él, sus ojos se cristalizan, las ganas de llorar lo invaden. No puede permitirse llorar como un niño, tiene que mostrarse fuerte, así que silencia su dolor. Una y otra vez rememora el momento en que Stephen cedió la gema a cambio de su vida, acto que lo llena de enorme confusión, porque dijo que no lo haría sin importar nada y en un abrir y cerrar de ojos eso cambio. ¿Por qué? No tiene sentido que haya entregado la gema así sin más. Aquello lo hace llenarse de rabia contra el mismo por no haber luchado más, por haber sido tan patético que tuvieron que sacrificarse por él; incluso con el hechicero, por no haberlo escuchado cuando le dijo que debían destruir la gema y cuando intento alejarlo y ponerlo a salvo. En resumidas cuentas, por haber sido tan necio y testarudo. No le parece justo que el tipo reapareciera en su vida sólo para desaparecer de ella, de nuevo, y esta vez, para siempre. No tiene derecho de hacerme sufrir de esta manera. Si eso iba a hacer, ¿para qué requirió mi ayuda? ¿Para qué se acerco a mí? ¿Para qué me hizo perder el tiempo? De todos modos, hizo lo que se le dio la gana.
De repente, pensó en sus seres queridos: Pepper, Rhodey y Happy esperando que no les haya sucedido lo mismo que a Strange. Con el casco de su traje grabo un mensaje para Pepper en caso que él muriera o ella estuviera con vida.
Pasaron varios días. El alimento y oxígeno se estaban agotando, así como las esperanzas. Peter y, en especial, Tony por la herida sufrida en la batalla, están muy débiles. Para su fortuna una mujer rubia llamada Carol Danvers/Capitana Marvel los salvo. Los llevo al cuartel de los Vengadores, donde los espera su viejo equipo y los amigos más cercanos del mecánico: Rhodey y Pepper. Steve fue el primero en correr a ayudarlos.
La señorita Potts corrió a los brazos del castaño, sintiendo un gran alivio ambos al verse. La abrazo con vehemencia, pensó que no la volvería a ver.
—No puede ser, estás vivo—dijo la rubia entre lágrimas de felicidad.
—Tranquila—le dio un beso en la mejilla y se encaminaron al interior del lugar.
Una vez instalados en el complejo, hablaron de lo sucedido. En pantallas holográficas aparecen los rostros de los héroes caídos entre ellos, Stephen Strange. Stark, quien se encuentra en una silla de ruedas, al ver la imagen con el pálido rostro del hechicero, sintió un vuelco en su estómago, se acomodo las gafas, se toco el puente de la nariz y bajo la mirada. Hizo un esfuerzo descomunal para no quebrarse ahí mismo.
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Una extraña relación (IronStrange)
FanfictionPorque nuestra relación siempre fue como su apellido... Extraña.