Capítulo 52: Contracciones (parte 1/2)

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___:¿QUE?

Mm:Sí __(tn) hoy fue a la casa donde vivías antes, ¿recuerdas que se la vendí a mi amiga Rose? Bueno, el fue allí y preguntó por ti, pero no te encontró…-contó mi madre.

___:¿Y…que hizo luego?

Mm:Solo se fue…

___:No puedo creer que me haya ido a buscar…creí que nunca lo haría-dije emocionada.

Mm:___(tn) no te ilusiones, recuerda que ahora estás con Edward.

___:Sí… lo sé…pero…

Mm:No creo que sea lo mejor hija…

___:Mmm… de todas formas gracias por avisarme.

Mm:De nada cielo, bueno…tengo que ir a preparar la comida, tu padre llegó… ¿está todo bien ahí?

___:Sí, estamos bien.

Mm:Bien…bueno, adiós hija, te amo.

___:Yo también mama, Adiós.

Corté la llamada y a la tarde llamé a Ali para contarle.

Ali:¿Y porque tardo tanto tiempo en salir a buscarte?-preguntó

___:No lo sé, no tiene sentido, no sé porque me buscó recién ahora, igual… me alegro de que todavía se acuerde de mi.

Ali:Mmm…quizás todavía siente algo por ti.

___:¿Tú crees?

Ali:Seguro.

___:Si…Ay! -grité de dolor, una contracción.

Ali:¿QUE PASO?

___:Auch, no…nada…fue solo una contracción.

Ali:¿Estás bien?

___:Sí sí, creo.

Ali:Lo mejor sería que te vayas preparando.

___:Si…tengo miedo.

Rió- Ali:No te preocupes.

___:¿Vas a estar ahí cierto?

Ali:¿En dónde?

___:Cuando tenga al bebe, ¿vas a estar ahí?

Ali:¡PERO CLARO! ¿Qué pregunta es esa? ¿Acaso creíste que faltaría en un momento tan importante como ese?

___:No…solo quería asegurarme.

Rió- Ali:Estaré ahí ___(tn)

___:Más te vale.

Volvió a reír-Ali: ¡Eres una tonta! ¿Cómo dudas de mí?

___:No dudo, ¡pero más te vale que estés ahí! 

Ali:¿Cómo llamarás al niño?

___:¿Cómo crees que le pondré?

Ali:…No sé… ¿Harry?

___:Mmm…no…pero tiene algo que ver con él.

Ali:¿Llamaras a tu hijo ‘rulos’?

Empezamos a reír a carcajadas.

___:…No...Luego lo sabrás.

Ali:Uff…está bien.

___:Bueno…tengo que irme Ali. Adiós, te quiero.

Ali:Adiós.

La noche siguiente no pude dormir debido a las contracciones, eran tan dolorosas que Edward tuvo que llevarme al hospital, los doctores me pusieron un suero y me pusieron una clase de anestesia, dijeron que no era la hora del parto, pero que tenía que quedarme ahí unos días porque lo más probable era que diera a luz esa semana, así que pasé la noche en vela en una camilla blanca junto a Edward que me vigilaba desde el sofá de aquella habitación.

En la vida no hay finales, sino comienzos nuevosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora