«Capítulo cuatro.»
Francisca.
— Creo que no van a venir.—Dijo Valentín sacandome de mi estado suicida y haciendo que abra los ojos para poder mirarlo.
— Y si están re escabiados y fumados, ni cuenta se dan de que faltamos nosotros Valentín.—Dije cerrando los ojos otra vez, quería irme de acá, aunque sea si no iba al boliche quería ir a mi cama a dormir tranquila.
— Capaz que es una broma.—Habló.—A ver la camara escondida, ¿Showmatch sos vos?—Jodió en un tono divertido haciéndome reír.
— Sos un boludo.—Me reí otra vez, abriendo los ojos y mirándolo, estaba con una sonrisa divertida en su cara.
Y por un momento me alegro, creí que iba a tener que aguantarlo toda la noche enojado con su cara de culo, pero al parecer se le pasó enseguida o capaz que ya lo había olvidado y una parte mía se alegraba.
— ¿Y tu ojo?—Pregunté sentandome en el sillón, porque recién estaba acostada y era re incómodo mirarlo así.
— Creo que esta bien, ¿Lo querés ver?—Preguntó subiendo las cejas sin sacar esa sonrisa de su cara, giré los ojos y negué con la cabeza.
Aunque me moría de vergüenza, no podía evitar pensar en lo que había pasado hace minutos, cuando yo le puse la mano arriba de su entrepierna y no me di cuenta. Yo no era así, a mi no me tenía que dar vergüenza por eso,
— No, de acá se pude ver y esta bien.—Hablé esquivando su mirada tan penetrante y picarona, era raro que me sienta así, nunca antes me había puesto tan tímida por algo como esto, pero justo ahora me pasaba.
Y con Valentín. Tal vez era porque estábamos solos y encerrados en un lugar sin poder salir, pero igual no encontraba excusas para eso, muchas veces estuve a solas con pibes y no me ponía así de nerviosa.
— ¿Qué pasa? ¿Estas bien?—La voz rasposa de Valentín hizo que me asustara al sentirla tan cerca, y no quería girar mi cabeza para mirarlo.
No, no quería.
— Si, ¿Por qué? ¿Qué tengo?—Pregunté un poco a la defensiva, capaz que el chabon me saltaba con que estaba roja o algo así, y era lo que menos quería.
Largó una risa cuando me escuchó y negó con la cabeza.
— Nada, te noto un poco ida.—Habló, no sé si era cosa mía, pero lo notaba re cerca, y lo que menos quería era tenerlo cerca.
— Tengo sueño, creo.—Mentí, no tenía sueño, lo único que necesitaba era que se aleje de mi porque sentir el olor de su perfume me estaba haciendo mal.
— ¿Tan rápido? No te aguantas la gira, marica.—Y esta vez si me giré para mirarlo indignada, sonrió divertido y me guiño un ojo sin dejar de mirarme.
— Te voy a decir dos cositas Valentín.—Hablé haciendo una seña con mi mano, sonrió subiendo una ceja y se cruzó de brazos mirándome.
— A ver.
— Uno yo me la re banco, y dos, vos sos marica.—Dije sacándole la lengua, volvió a sonreír sin dejar de mirarme y me guiño otra vez el ojo, esta vez mas cerca de mi cara.—Ay deja de guiñarme el ojo Valentín, sos re tonto.
— Te gusta que te guiñe el ojo Fran.—Habló largando una carcajada y largando un suspiro cuando se calmo.
— Sos re insoportable Valentín, la puta madre, ¿Te lo dijeron? No creo ser la única que lo piensa.—Suspire frustrada y llevé mis manos a mi pelo para atarlo en una colita alta.
Valentín sonrió llevándose un dedo al mentón y fingiendo que pensaba.
— Déjame ver...—Murmuró frunciendo el ceño.—Si me lo dijeron.—Habló, llevó sus ojos a los mios y sonrió.—Vos me lo dijiste, muchas veces ¿Te acordas?—Preguntó subiendo una ceja con diversión.
— Te odio.—Me crucé de brazos, pero no estaba enojada, me daba un poco de gracia ver lo tonto que era.
— Yo no... me gusta hacerte enojar.—La tranquilidad con la que soltó esas palabras removió algo adentro de mi panza, su voz tan calmada y suave formó algo horrible adentro mio.—Tu nariz se arruga cuando me miras con esa cara y me das ternura, perdón.—Se río.
Tragué saliva sin saber que responder, me acomode mejor en el sillón así no lo miraba y tampoco se daba cuenta que había logrado ponerme roja, era horrible estar así.
No sé que me pasaba hoy.
— Eu.—Habló apoyando su cabeza en el respaldo del sillón y ladeandola para mirarme.
Las luces que alumbraban el quincho hacían ver mas claros sus ojos azules, y mucho mas brillosos que antes. Lo quedé mirando unos segundos antes de responder, sus ojos azules en serio eran lindos.
— ¿Qué?—Pregunté apoyando yo también mi cabeza en el respaldo para mirarlo.
Estábamos cerca si, pero no tanto, aunque la distancia entre nosotros no era tan grande, podía sentir como su respiración chocaba con mi nariz, dándome un hormigueo en las manos.
— So.—Respondió con una sonrisa, largó una carcajada al ver mi cara y mordió su labio inferior para contenerse.
— Dale tarado.—Giré los ojos y negué con la cabeza.
— Mentira Fran.—Se río mas suave, hizo que lo vuelva a mirar a los ojos cuando se puso serio.—¿En serio te caigo mal?—Volvió a tocar el mismo tema.
Frunci el ceño y lo quedé mirando algunos segundos, su cara de perrito mojado me hacía querer decirle que no, y mas cuando formo un puchero con sus labios y me hizo ojitos, dándome un poco de ternura.
— Bueno, no me caes taaan mal como Felix.—Hablé haciendo una mueca, pude ver su sonrisa de reojo y yo también sonreí.
Felix era un compañero que era súper forro, pero de esos forros que te das cuenta que odian la vida y le contestan a todos para el culo, se esos tipos que se alejan del grupo sin que le digas nada y prefieren estar solos sin que nadie lo moleste.
— ¿Es por que tiene olor a culo, no?—Preguntó de forma divertida, haciéndome reír, él también se río.
Y cuando me di cuenta su brazos rozaba el mío, haciéndome poner nerviosa otra vez por lo cerca que estaba.
— Ahora que se que no te caigo tan mal...—Habló en un tono medio bajo, cerca de mi oído, como si fuera un secreto, logrando erizar mis pelos al sentir sus palabras chocar.—¿Puedo usar tu hombros de almohada?—Susurró, no espero mi respuesta que enseguida su cabeza estaba entre medio de mi hombro y cuello.
Su brazo rozando el mio me daba una sensación extraña, algo nunca sentido, y me daba un poco de miedo sentirlo tan pegado a mi.
— Confianza.—Fue lo único que alcancé a decir, porque las otras palabras no me salían, ni tampoco podía pensar muy bien.
— Eu...—Volvió a hablar después de reírse un poco.
— ¿Qué?—Hablé en voz baja, no podía dejar de pensar en lo cerca que estaba, y no me desagradaba, eso era lo mas loco.
— Sito.
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me gusta bastante c:quiero decirle q me encantó el nuevo tema de wos y q estoy orgullosa, lpm, ese pibe es arte, q la sobe aczino, wos es el mejor loko, los mensajes q deja el chabon son increíbles.
cada día se supera más y eso m pone feliz c':
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24 horas ; Wos
Fanfiction❝Nos quedamos encerrados Valentín.❞ · Queda totalmente prohibida la copia completa o parcial de esta novela, todos los derechos reservados.