«Capítulo veintitrés.»
Francisca.
— Bueno, si me miras así no puedo hacerlo.—Dijo girando los ojos, mordí mi labio girando los ojos cuando me dio una de esas miradas divertidas que pone cuando me molesta y llevé mis ojos a la televisión.—Ya sé que soy lindo.
— ¿Vas a dibujar o no?—Hablé tirándole un bollo de papel en la cara, se rió un poco y bajó su vista al dibujo que estaba haciendo.
Me divertía verlo dibujar, parecía un nene sacando la lengua y mordiéndola, pintando no sé que cosa y mirándome de vez en cuando, como ansioso. Supuestamente me estaba dibujando a mi, por eso yo me encontraba sentada adelante de él esperando su dibujo.
— Esta quedando muy lindo la verdad.—Dijo emocionado, sin dejar de dibujar y mover la hoja de un lado a otro, largue una risa y negué con la cabeza.
Nunca vi como dibujaba Valentín, pero parece estar haciendo un ritual de lo mucho que se retuerce en la silla, cuando escribe en la escuela no se ve tan así, se ve más serio y tenso. Me dediqué a pasar los diez minutos restantes mirando la tele y sintiendo su mirada azul en mi cara, poniéndome un poquito roja.
— Listo calisto.—Avisó riendo como un nene, sonreí estirando mi mano a su dirección y le pedí la hoja, pero él en cambio se paró de la silla y caminó directo hasta arrodillarse en el piso y meterse en mis piernas.—Francisca...
— No quiero un pete.—Avisé en broma, me miró con los ojos abiertos y después soltó una carcajada golpeando suave mi muslo.
— Eu...—Se quejó, me tomó del mentón y estiró un poquito su cara para besarme por un corto tiempo.—No soy bueno dibujando, pero lo hice con todo mi amor.
— Ay.—Dije intentando no gritar de la misma emoción que me causaba verlo tan tierno.—No me importa, igual te amo.
— Yo también.—Susurró agarrando su labio entre sus dientes, me sonrió y después de un rato me entregó el dibujo doblado.—Míralo.
Lo abrí con algo de emoción en la mi panza y cuando vi como había dibujado quise reír en voz alta, la cara había empezado bien, no parecía yo pero se notaba que puso esfuerzo, y bueno el cuerpo... el cuerpo estaba hecho a base de palitos, literalmente era una cabezona con brazos y piernas de palitos, me tape la boca evitando reír y lo miré.
— ¿Te gustó?—Preguntó ilusionado, asentí rápido con la cabeza y me tiré a sus brazos para darle un fuerte abrazo y llenarle la cara de besos.
— Me encantó, lo voy a hacer un cuadro.
— ¡Vamos!—Festejó sin soltarme, se paró del piso y yo lo seguí colgándome de su cuerpo, empezó a caminar chocando con todo, tirando algunas cosas y haciéndome reír cuando hacía soniditos extraños.—Igual no viste la parte de atrás.
Fruncí el ceño acomodándome mejor en sus piernas, ahora él estaba sentado en el sillón y yo arriba suyo, me tomó de la cintura y con una sonrisita linda hizo que mire la parte de atrás, con ilusión di vuelta la hoja encontrándome con un "hola (; mira mi mano."
— ¿Qué...
— Mira.—Susurró mostrando la palma de su mano, la agarré y me la acerqué para leer lo que tenía escrito ahí también.
"Te amo pequeña dulcecita, ahora mira mi otra mano."
Mi corazón empezó a acelerarse cuando lo miré a los ojos y un brillo hermoso alumbró su color, agarré su otra mano entre temblores que daba mi cuerpo y mordí mi labio acercando su mano a mi cara, abrí sus dedos uno por uno intentando no morirme de amor.
"¿Querés ser mi novia?"
Y entonces algo dentro mio estalló, sentí mi cuerpo llenarse de mariposas y cosquillas por todas partes, de repente mi respiración se aceleró y quise llorar.
¿Qué hice para merecer un sol tan puro en mi vida?
— V-vos... em ¿Querés?—Preguntó mordiendo su labio con las mejillas rojas ahora, una sonrisa se formó en mi cara y sin decir nada más, me tiré a sus labios para besarlos con suavidad y emoción mezcladas, formando una combinación perfecta.
Su boca se fundía con la mía, en un beso algo torpe y desesperado por los nervios, me acarició la cintura y con su otra mano el pelo, y mis manos permanecían como puños agarrando la camisa que era de la escuela. Con besos lentos me fui alejando de su boca, hasta llegar a su oreja y responder con una sonrisa.
— Si Valen.—Susurré despacio, escuché como de su boca salía un suspiro y me aleje para verle la sonrisa hermosa que tenía.—Si, si, si, si, si, por favor, si.—Empecé a repetir mientras daba besos en su cara escuchando su risita.
Me apretó la cintura para pegarme más a su pecho y abrazarme, acercó su boca a la mía y me mordió el labio con un poco de fuerza.
— No me quedó claro si querías.—Dijo soltando una risa linda, sus ojos estaban llenos de un brillo tan lindo que me dejaba sin palabras para describirlo.
— Si quiero.
— Te voy a hacer mi esposa.—Habló negando levemente con la cabeza, como un recordatorio, largue una risa y apreté sus mejillas.—Ahora no sé que decir, estoy demasiado contento y nervioso para hablar.—Susurró escondiéndose en mi cuello.
Sonreí empezando a acariciar su pelo, sintiendo su respiración chocar con mi piel y erizarme todo el cuerpo.
— No sé como ser novio de alguien.—Confesó todavía hundido en mi cuello, no pude evitar que se me salga una risita tierna.
— Yo tampoco sé, pero no importa.
— Podemos aprender juntos.—Habló despacio, asentí con la cabeza y solté un suspiro.—Hacer otras cosas también.—Su voz acompañó los movimientos de sus manos, metiéndose hasta tocarme la espalda y haciéndome estremecer.
Me mordió lentamente el cuello, y tuve que retorcerme para no largar algún sonido raro. Arriba estaba su abuela durmiendo la siesta y éste atrevido quería hacer algo.
— Esta tu abuela atrevido.
— No importa. Está medía sorda.—Habló riendo, pero paró con sus toqueteos, le pegué en la nuca sabiendo que era mentira que estaba sorda y él rió.
Dejó un beso impaciente en mis labios, aprovechando a que yo tenía la boca entreabierta para pasar su lengua y jugar un rato con la mía, mordisqueando mi labio inferior y volviendo a besarme.
— Si no gritamos podemos...
— ¡Valentín!—Me reí mirando sus ojos y poniéndome algo colorada, sonrió dejando un corto beso y suspiró.
Acarició mis mejillas mientras contorneaba con su pulgar mi labio inferior, después fue a mi pelo para dejar mimos, con sus ojos fijos en mi, dejó un beso en mi frente sin dejar de sonreír y cuando creí que iba a decir algo tierno para llenarme de amor como siempre, habló otra vez.
— Ay Fran, mi maní te sigue esperando.
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bueno no tengo excusa para decir pq no actualizabaes q no m gusta tanto como las otras y no quiero armar ningún bardo entonces va a quedar así 👉👈 en fin, espero alguien siga leyéndola por ahí
no sé cuándo va a terminar, capaz m pinta una y la termino en tres capítulos más
espero q sigan ahí ahre <3
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24 horas ; Wos
Fanfic❝Nos quedamos encerrados Valentín.❞ · Queda totalmente prohibida la copia completa o parcial de esta novela, todos los derechos reservados.