Capítulo 18

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Pov Natalia

- Alba?- pregunta la Rafi impresionada, Alba suelta mi mano y corre a abrazarla- Alba, mi amor, lo que te echaba de menos, cariño.- les saltan lágrimas de felicidad a ambas. Mientras se estrujan yo me quedo en el quicio de la puerta mirandolas con una sonrisa. Hacer un viaje de casi 10 horas sin apenas haber dormido era una locura pero viendo esta escena lo haría mil y una veces más.- Alba, cómo has venido si Rodrigo me odia?

- Natalia me ha traído, mamá.- entonces es cuándo la Rafi se fija en mi presencia, me regala una sonrisa en señal de agradecimento y yo se la devuelvo

- Y Natalia quién es?- le pregunta a Alba con una sonrisa pícara

- Ai, mamá, sabes muy bien quién es.- se empieza a ruborizar

- Qué es una amiga?- Marina suelta una carcajada y yo me contengo la risa

- Mamá...- Alba se tapa la cara con ambas manos llena de vergüenza. Si me dicen que tiene cuatro años me lo creo- Es la chica de la que te he hablado.- dice bajito

- Ah... La chica de la que te has enamorado?- sonrío inconscientemente por haberle contado eso a su madre

- Sí, mamá!- y se pone aún más roja.

- Ven aquí, Natalia, que la maleducada de mi hija ni nos ha presentado.- abre los brazos para que la abrace y eso hago. Nos fundimos en un abrazo corto pero intenso.- Me llamo Rafaela, pero me puedes llamar Rafi.- me dice cuándo nos separamos

- Encantada de conocerla, Rafi.- abre muchísimo los ojos como si hubiera dicho la mayor burrada del mundo

- Que sea la última vez que me tratas de usted.- me apunta con el dedo en señal de amenaza

- Lo siento.- le digo con una sonrisa

- Marina, Alba me podéis dejar sola con Natalia?- las tres la miramos con los ojos como platos. Marina asiente pero Alba se levanta y se acerca a nosotras

- Qué pretendes, mamá?- le pregunta con miedo y me coge la mano disimuladamente, pero Rafi se da cuenta y sonríe

- Nada, Alba, solo quiero hablar con ella. No te la voy a espantar.- suelto una carcajada y Alba se ruboriza otra vez

- Más te vale.- la amenaza y se gira a mí- Seguro que te quieres quedar sola con esta loca?- me coge de las mejillas y asiento- Después no me vengas diciendo que no te he avisado.- se acerca a mi me deja un pico en los labios

- No te preocupes.- le cojo las manos que siguen en mi cara, las juntas y las beso- Vete con tu hermana a algún sítio mientras tanto.- asiente con la cabeza, me da otro pico y me susurra un "te quiero" en el oído para después marcharse. La sigo con la mirada sonriendo como una tonta enamorada hasta que sale por la puerta. Me giro hacia la Rafi y me mira sonriente, creo que el disimulo no es lo mío.

- Acércate. Trae ese sillón y ponlo aquí a mi lado.- hago lo que me pide y me siento- Queria darte las gracias, Natalia.

- No hay d-

- Déjame terminar porfavor.- me interrumpe- Queria darte las gracias por varias cosas. La primera es por haber traído a mi hija aquí. No nos veíamos hace más de tres años por culpa del malnacido ese.- me dice con rabia en los ojos- Yo soy de esas personas que siempre busca el lado bueno de las personas, pero aquel desgraciado no tiene nada bueno. No sé como un ser de luz como mi hija puede llevar siete años con ese energúmeno. Le tengo un asco que ni te lo imaginas.- le cojo la mano para que se tranquilice- Es que le hace tanto daño a mi hija, ya no solo fisicamente, pero sé que la indiferencia y la falta de afecto que recibe mi nieto por su parte la hace sufrir.- deja escapar una lágrima que me encargo de limpiar rápidamente- Y queria agradecerte por aparecer en su vida y sobretodo por quedarte. Por tener paciencia a que gane valor y le deje de una vez. Por importarte una mierda vuestra diferencia de edad. Por querer tanto a mi nieto. Por cuidarla y mimarla como se merece.- los ojos se me empiezan a aguar- Hace mucho que sus ojos no brillaban tanto. Es que cómo te mira... Nunca ha mirado así a Rodrigo. Y lo ilusionada que está por tenerte a su lado?- se me empiezan a resbalar algunas lagrimitas- El día siguiente a vuestra cita en la playa, me llamó llorando de felicidad porque sus sentimientos eran correspondidos. Parecia una niña pequeña cuándo le regalan lo que tanto quería por Reyes. Muchas gracias de verdad, Natalia. No te conozco mucho pero con el simple hecho de que hayas traído a mi hija ya me caes bien.- yo a estas alturas ya era una magdalena llorando, me tiro a sus brazos y la abrazo fuerte- Cuidamela, vale?- me susurra en el oído

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