Capítulo 27

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Pov Alba

- Nat, cariño, el movil!- grito al otro lado de la puerta del baño

- Me estoy duchando, cógelo tu porfa.- descuelgo la llamada y pongo el móvil en mi oído

- Eh ninfomana, qué tal estás en tu país multicolor?- Maria como no

- Hola, Mari, soy Alba.- oigo las carcajadas al otro lado de la línea

- Buenas furby, dónde has metido a mi amiga adicta al sexo?

- Natalia no es adicta al sexo, Mari.

- Como que no? A que habéis echado uno mañanero?- me quedo en silencio mientras siento la sangre subirme a las mejillas- Venga, furby, no pasa nada. La vida es mucho más bonita con orgasmos.

- En eso tienes razón.- le sigo el juego y río juntamente con Maria

- Bueno, a lo que venía, llamaba a tu novia por si queréis venir a comer con los del grupo.

- Maria y Elena no están en casa, no tenemos con quién dejar a Mateo.

- Pues traedlo! Aún no conoce a todos sus titos y Marta y yo ya lo echamos de menos. Que vosotras con tanto follar se os olvida que existimos!

- Mari, no es así.

- Estoy de coña, cariño. Natalia me ha dicho que tienes mucho trabajo y que llegas reventada, no te preocupes. Pero qué, venís?

- Creo que sí, tengo que hablar con Nat.

- Pues sí os queréis apuntar hemos quedado a las dos en el Essência.- nos despedimos y cuelgo la llamada

Al rato Nat sale del baño con una toalla amarilla alrededor de su cuerpo y otra enrollada en su cabeza. Me pregunta por la llamada y yo le cuento todo y aceptamos la invitación para comer.

- Nat, me ducho y mientras vistes a Mateo?

- Sí, mi amor.- le doy un suave y corto beso en los labios y me giro. Al girarme recibo una palmada en el culo y sonrío de lado - Hala qué gratuito!- le guiño un ojo antes de entrar al baño y cierro la puerta
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Termino de vestirme y salgo en busca de mi novia y nuestro hijo. Los veo a los dos sentados en el sofá. Natalia con Mateo en su regazo y su guitarra encima de él.

- Es que, hijo, eres muy pequeño.- desde lejos veo el puchero de Mateo y río bajito para no interrumpir

- Yo quiero tocar la guitarra como tu, mami.

- Lo sé, cariño, pero aún eres muy chiquitito.

- Yo quiero ser grande!- se cruza de brazos y hace morritos con sus labios

- Pues para eso tienes que beber mucho zumo de piña y comer muchas palomitas de mantequilla.

- NO! Palomitas de mantequilla, no!

- Bueno, nos vamos?- entro en el salón

- Mamá, mami dice que para ser grande tengo que comer palomitas de mantequilla y a mi no me gustan.

- Las verduras también te hacen crecer, cariño. No vas a tener que comer palomitas de mantequilla, son un asco.- Natalia me mira haciéndose la enfadada

- Jo, que malos sois.- hace un puchero adorable con los labios y yo me acerco a darle un beso
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- De verdad, Alba, si sigue así me levanto.

Estamos los tres en una terraza desayunando y a unos metros de nosotros hay una pareja discutiendo bastante fuerte. Son jóvenes los dos, el chico no pasaría de los veintisiete y la chica, que está embarazada de unos siete meses, tendrá unos veinticuatro años. El chaval está gritando muchísimo, parece super agresivo y Natalia está perdiendo la paciencia.

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