tres.

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Despierta y se estira. Cansada por lo que ha pasado en estos dos días. Da un vistazo rápido a la habitación celeste pálido, levantándose. Su pie golpea algo y cae al suelo de cabeza, el dolor es evidente. Maldice por lo bajo, acompañandolo algunos gruñidos por la molestia y observa el objeto.  Una bola gris metálica del tamaño de una pelota de golf.

Agarra el objeto, extrañada y siente como a cada instante, se calienta aún más. Algo, inexplicablemente, le impide soltarlo, hasta quemarla. Lo suelta al sentir la quemazón fuerte, pero ya ha dejado marca. Observa su mano, una herida roja típica de una quemadura recién hecha, se esparce en la palma de la mano.

Empuja la bola metálica con su pie. Pero ya no la siente arder. Curiosidad, eso hace que la agarre nuevamente, inclusive con lo que le acabó de suceder. "La curiosidad mató al gato" ese pensamiento se desliza en su mente lenta y cuidadosamente, como si estuviera planeado. La sostiene en la mano que no está quemada y dolorida, esperando a que suceda algo, pero no pasa nada. Así que la coloca en la última gaveta del closet.

No otra vez, se dice a sí misma. Recordando el día de ayer y el corte en su piel. Todo era normal en su vida y, de repente, sin razón aparente, las cosas comenzaron a cambiar. Coloca alcohol sobre su piel. Arde fuertemente, la herida se ha hecho aún más grande y profunda. La cubre con una gaza. Esto no es normal, piensa.

Toma una ducha fría y rebusca entre su vestuario, tratando de buscar algo entre su ropa que cubra su mano (aunque sepa que es inútil), unos jeans de mezclilla, un suéter manga larga gris y unas converse negras.

Baja las escaleras, esta vez cuidadosa. "Estás aprendiendo de tus errores" otra vez aquella voz que se desliza en su mente. El pensamiento que algo o alguien es el culpable de eso, hace que su piel se erize.

Lee la nota escrita con letra apresurada "Tuve que salir por trabajo. Ya llevé a Samantha y Jessica al colegio". Desayuna cereal, para luego, dirigirse a su habitación. Respira profundamente y entra en su infierno personal. El lugar donde han estado sucediendo cada una de las extrañas cosas de las que es víctima. Excepto la carta. Eso significa que nada está ligado a su habitación.Y que estaban seguros o seguro al cien por cierto que la carta llegaría a sus manos, o que no les importaba que la misma llegara a manos de otra persona. La desconcierta ese hecho, todo indicaba que ella era la víctima, y luego… la carta. 

Las únicas respuestas que encuentra son esas y todas son iguales de desconcertantes. Se siente como si en cualquier momento fuera a caer de un acantilado; como si necesitara saber donde pisa porque no puede dar ningún paso en falso. Y estuvieran ahí, detrás de ella, pisandole los talones.

Baja las escaleras, dejando atrás su habitación. Decidida a no ir al colegio y averiguar lo que sucede en todo este misterio. Busca algo referente al tema en internet, algún tipo de fantasma o entidad que puede causar esto. Es lo más lógico, piensa. A menos que sea algún asesino en serie maníatico o psicopáta. 

“Poltergeist es un fenómeno paranormal que engloba cualquier hecho perceptible, de naturaleza violenta e inexplicable inicialmente por la física, producido por una entidad o energía imperceptible.

El término suele utilizarse coloquialmente para definir todos los acontecimientos violentos que suceden en un lugar supuestamente encantado y para los cuales no existe una causa aparente que pueda describir la ciencia. “

Se pregunta a sí misma si esos acontecimientos son inexplicables ¿Todo es normal? No, no lo es.

Horror NightsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora