Un pequeño golpe en la puerta me sacó de mis pensamientos.
- ¿Que fue lo que pasó? -Tayuya se sentó a los pies de la cama- Rin estaba hecha una furia gritándole a ese chico extraño, y escuché que te habían traído aquí.
-Solo fue un desmayo, me sucede de vez en cuando desde que era pequeña.
-Que buena forma de librarte de situaciones incómodas.
-No lo había pensado así -ambas reímos.
-Vamos, cuentame lo que ha pasado, estuviste toda la noche aqui, estaba desesperada por hablar contigo -insistió.
-Me llevó a la azotea y...
- ¿Cogieron?
- ¡Claro que no! Se comportó como un imbecil de primera, diciendo cosas de mi y de Gaara.
-Me suena a celos, ese chico esta loquito por ti -se tiró en la cama y seguimos conversando, un golpe en la puerta nos interrumpió.
-Hola -saludó Menma, con las manos en los bolsillos.
-Espero que vengas a disculparte, porque vaya que metiste la pata -habló Tayuya pasando por su lado, se despidió de mi con la mano y se alejo de la enfermería.
- ¿Ya estás mejor?
-Si, tenía bajo el azúcar o algo así -mentí.
-Yo... Si venia a disculparme -dijo, con una mano en su cuello- lo siento por lo que te dije, estuvo fuera de lugar.
-Si -respondí, mirando al techo.
-De verdad lo siento.
- ¿Enserio crees que no tengo futuro con Gaara? -pregunté con temor. Menma me miro fijamente.
-Si.
- ¿Por qué?
-Los chicos como el... Son como una bomba de tiempo, pueden estar bien por un tiempo, pero cuando menos lo esperes explotará, sin importar a quién lastime.
Mordí mi labio, tratando de encontrar fallas en lo que dijo.
-Mejorará, sé que lo hará.
Hablé sin estar convencida del todo, necesitaba a Gaara, más que nunca. Pero aún no encuentro fallas en lo que dijo Menma, si bien se había rehabilitado, en unos meses volvió a caer. El habia dicho que lo obligaron cuando Akatsuki los encontró, pero no sabía si creerle.
- ¿Por cuánto tiempo? -volvió a cuestionar.
Frunci el ceño suspirando ruidosamente, tenia tantas dudas, miedo, soledad. No sabía si contarlo a alguien para que me aconsejara o esperar hasta decidir con Gaara que hacer. Pero también era algo que debería decidir sola, es mi cuerpo, tal vez Menma tenia razon y solo traeria al mundo a un bebé que seria rechazado por mi familia, lo considerarían un bastardo, y si Gaara volvia a caer en las drogas, estaria destinado a una vida igual o peor que la de su padre. Pasé una mano por mi cara, no sabía que hacer.
-Menma -la voz severa de Rin nos hizo voltear hacía la puerta- vete a casa, ya has hecho bastante por hoy.
El pelinegro me miro con la cabeza gacha y sonrió antes de dar media vuelta para largarse. Rin se acercó con preocupación.
-Deberías ir a comer algo, o ir a tu cuarto a descansar, el doctor ya te dio el alta.
-Gracias -dije, bajando de la camilla- la verdad es que tengo bastante hambre.
Comi hasta quedar saciada y salí al jardín para sentarme junto a la fuente, era uno de esos dias helados, donde apenas podías disfrutar la calidez de los rayos de sol. Una cabellera rubia y brillante resaltaba entre todo el ambiente, sonreí cuando reconocí a mi mejor amiga.
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Mala Influencia
FanfictionSu vida era perfecta a los ojos de los demás, pero era solo una mascara. En el momento mas inesperado, un chico pelirrojo de aspecto desafiante le daría un giro a su vida.