No paran casi nunca en casa. Me aburro mucho sola, así que he hablado con papá y mamá y voy a ir a darles una sorpresa a los chicos a Le Mans.
- Cuida de tus hermanos.
- Lo haré mamá.
Papá me lleva al aeropuerto y en 3 horas ya estoy en el circuito. Emilio me lleva al box para poder dejar allí las cosas antes de ir a darles la sorpresa a mis hermanos.
En el box de Marc todos me conocen y me guardan las maletas. Ahora es Santi el que me lleva al Motorhome de Àlex. Santi me deja sola y yo entro para ver algo que hace que mi boca se haga agua. Mis hermanitos están tumbados en la cama masturbándose entre ellos.
- Y eso que la sorpresa la iba a dar yo.
- Laia -dijeron a la vez.
- Pero no paréis. Quiero ver como acabáis.
- Pero ven a la cama, bebé.
Hice lo que me dijo Marc y me tumbé a su lado para que pudiesen seguir con… sus cosas.
- Àlex haz más fuerza.
- Marc… más… más rápido.
Me subí al torso de Marc y empezamos a besarnos mientras me tocaba el culo con su mano libre.
- ¿Y yo?
- Cuando me vaya a entrenar es toda tuya, hermanito.
- Bésame Marc.
- Ahora mismo bebé.
Quería que acabasen y, por eso, me moví encima de Marc y llevé mi mano donde estaba la suya, al miembro de Àlex.
- Me voy a correr.
- Hazlo Àlex, yo también estoy a punto de hacerlo.
Me moví mucho más rápido y mis dos chicos se corrieron a la vez. Àlex apartó nuestras manos y me sacó de encima de nuestro hermano mayor.
- Lo siento pequeña, pero tenemos que limpiarnos.
- ¿Y no podía hacerlo yo?
- Bebé, quiero limpiar yo a Àlex.
- Sí, y a ti ya te tocó la ultima vez comerle la p*olla a Marc.
- Pues os dejo. Me voy a pasear por el circuito.
- De eso nada bebé. Tú te quedas aquí con nosotros.
- Sí claro. Yo aquí cachonda perdida y vosotros ahí, a daros placer. Pues no.
- Haz caso a Marc pequeña. Quédate.
- Pues no me ignoréis.
Mis hermanos se colocaron y empezaron a “limpiarse”. Me sorprendí al notar la mano de Marc dentro de mí.
-Bebé, estás muy mojada.
- Eso quiero verlo.
A la mano de Marc se le unió la de Alex, que dijo exactamente lo mismo que él. Mientras ellos se chupaban el uno al otro sus manos me llevaban a un paraíso de jadeos y gemidos.
- Ahh… seguid… ahh…
Marc dejó de meter y sacar sus dedos para jugar con la parte exterior de mi zona intima. Àlex seguía usando mi humedad para penetrarme con sus dedos de forma muy rápida.
- Pequeña, solo faltas tú.
¿Cuándo se habían corrido esos dos? Estaba tan absorta en mi mundo que no me di cuenta.
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Amor fraternal
FanfictionTres hermanos. Tres Márquez. Una casa. Un amor... ¿fraternal? Sí, llamémoslo así. Esa casa será testigo de un amor, no de hermanos, pero sí entre ellos. ¿Cómo acabarán?