Vaya dos “novios” que tengo. Tan nerviosos por nada. Por una ecografía. Pero el niño está bien y en 3 meses ya tendremos al peque en casa.
- Tenemos que buscar nombre a nuestro hijo.
- Vamos a elegirlo.
Uff… Pensé que iba a ser más sencillo. Cada uno tenía una idea distinta y a los demás no nos gustaba, pero a mí no me lo decían tan bruscamente.
Pero los planetas se alinearon de forma improvisada para darnos un nombre en el que los tres coincidimos. Eric Márquez.
- Suena perfecto.
- Tan perfecto como tú, pequeña.
- Su mami es perfecta.
- Vaya dos aduladores que estáis hechos. Me voy a echar un rato que este pesa lo suyo.
- Ahora vamos. Tenemos que recoger.
- Como queráis, nenes.
Subo y los dejo recogiendo un poco la casa. Me echo con cuidado en la cama con una mano en mi abultado vientre.
- Eric, tengo ganas de que salgas para poder moverme mejor.
- ¿Con quién hablas?
- Con el peque, que gracias a él casi no me puedo ni tumbar.
- Espera que te ayudo, bebé.
- Gracias, mi vida.
Marc me ayuda a acostarme. Me besa apasionadamente y se va. Cierro los ojos y me dejo dormir. El embarazo me cansa mucho.
Me despierto entre los hombres de mi vida. Estoy apoyada en el pecho de Marc y Àlex, junto a mi cuerpo, formamos la posición de cucharita.
- Hola, mis amores.
- Hola, bebé. ¿Cómo has dormido?
- Bien, por suerte Eric no se ha movido. He descansado, pero ¿cuánto he dormido?
- Solo un par de horas, pequeña.
- Nosotros también nos despertamos hace un rato.
- Pues así tenéis más energía para darme un orgasmo de los que me gustan.
- ¿Qué te pides hermanito?
- Yo me quedo sus pechos.
- Perfecto.
Àlex me miró pícaro y su lengua humedeció mi pezón derecho.
- Ahh…
Estaba demasiado sensible en esa zona y él lo sabía. Por eso lo hizo con cuidado. Lo que se me olvidó es que mi otro hermano mayor rondaba por los pies de la cama dispuesto a atacar mi zona íntima.
- Maaarc…
Mi hermano era experto en hacerme gritar su nombre. Su larga lengua entraba en mí y hacía de las suyas. Se notaba que estaba juguetón. Bueno, no solo él, Àlex estaba haciendo un gran trabajo en mis pechos. Había conseguido que las oleadas de placer y dolor fueran mi vía de escape de este mundo, ya solo mi cuerpo estaba aquí. El placer me había desinhibido.
Marc seguía metiendo y sacando su lengua a la que había añadido el pulgar en mi botoncito haciendo círculos de la manera más rápida posible.
- Neneeee…
- Shh… Disfruta bebé. Déjame beber de ti.
- Hagamos disfrutar a Eric del sexo.
- Lo… Mm… Vamos a… Ahhh… Mal acostum… Ahh… brar desde bebé…
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Amor fraternal
FanfictionTres hermanos. Tres Márquez. Una casa. Un amor... ¿fraternal? Sí, llamémoslo así. Esa casa será testigo de un amor, no de hermanos, pero sí entre ellos. ¿Cómo acabarán?