Tenemos que hacer un documental sobre nuestras vidas en los circuitos. Voy a necesitar estar muy relajado para no mandarlos a todos a la mierda, y creo que Àlex también.
- ¿Tenemos qué hacerlo?
- ¿Tan salido estás hermanito? ¿Necesitas que le dé a tu culito?
- ¡Marc! ¡Mal pensado! Me refería al documental.
- Venga, ¿qué te cuesta darme duro?
- ¡Céntrate! Hay que ir hoy a grabar.
Me quedé sin polvo por la mierda del documental. Fui al box con el calentón de no haber podido hace nada. Allí ya me esperaba el equipo de grabación.
- Bueno Marc. Necesitamos que nos muestres tus rituales o hábitos de cada fin de semana. Tienes que hacer como si no estuviésemos.
- Vale, como queráis.
Empecé a hacer lo de siempre hasta que empezaron a decir cosas como que en esa parte del garaje no había luz, que si podía evitar pasar por aquí y podía por allí… Me empezaban a tocar las narices y salgo del box antes de decir algo de lo que me pueda arrepentir.
Me cruzo con Emilio de camino a mi Motorhome y después de una pequeña discusión me dice que es mejor que me tranquilice y luego vuelva.
En el Motorhome me tumbo en la cama cuando me llega una videollamada de mi hermanita.
- Hola, bebé.
- Hola mi amor. Te echo de menos.
- Yo a ti también bebé. ¿Qué tal todo en casa?
- La cama se hace muy grande y suelo dormir en casa de papá y mamá.
- ¿Podrías dormir esta noche en nuestra casa?
- Si mi hermanito me lo pide, sí.
- Hablamos por la noche bebé. Espero que te pongas sexy.
- Lo haré, Marc. Te amo.
- Y yo a ti, bebé.
Acabé de hablar con Laia y si había salido antes del Motorhome con el calentón, ahora iba a salir cachondo perdido.
Pasé por el box y vi a mi hermano al borde de romper algo. Tenia que hacer algo como hermano mayor y porque lo amo.
- Àlex ven. Te necesito con algo.
- Voy.
Álex se unió a mi caminata y nos fuimos al hotel donde nos alojábamos. Compartíamos habitación, lo que hizo más fácil el poder hablar sin levantar la sospecha de que estábamos hasta las narices de todo.
- He hablado con Laia
- ¿Qué te ha dicho?
- Que nos echa de menos. Y le he pedido que hoy duerma en nuestra casa para poder hablar con ella.
- Dime que se va a poner sexy.
- Por sus hermanitos lo que haga falta.
- Por fin algo bueno.
Nos tumbamos en una de las camas y empezamos a besarnos. Los besos al principio eran juguetones, pero se tornaron a pasionales cuando mi mano apretó el culo de Àlex.
- Marc…
Mi hermano se subió a horcajadas sobre mí y llevó mis manos a su culo. Nuestros miembros se rozaban por encima de la ropa y nuestros labios se unían en un tierno beso.
- Àlex…
- Te amo Marc.
- Yo también.
Àlex empezó a quitarme la ropa, dejando mi torso desnudo para que pudiese pasar su deliciosa lengua por él.
ESTÁS LEYENDO
Amor fraternal
FanfictionTres hermanos. Tres Márquez. Una casa. Un amor... ¿fraternal? Sí, llamémoslo así. Esa casa será testigo de un amor, no de hermanos, pero sí entre ellos. ¿Cómo acabarán?