Hoy vamos a pasar la tarde en casa viendo películas con Laia. Vamos a elegir cada uno una peli y vamos a ver las tres. Marc y mi hermanita ya tenían la suya y yo estaba por escoger una de acción, pero acabé cogiendo una grabación de una de las locuras que hicimos en el pasado.
- ¿Cuál vemos primero? – dijo mi hermanita con una mano en su vientre algo abultado.
- La de Àlex, que ha tardado mucho en elegirla. ¿Qué has cogido al final?
- La orgia que hicimos con Fabio y Miriam hace un año.
- ¡Ponla ya! – mi hermana ya estaba impaciente por verla.
Cuando la puse me senté a su lado acariciando al pequeño que tenía dentro de ella y la “película” empezó.
>Estamos en el salón de casa. Miriam y Laia están sentadas en el sofá besándose mientras Marc, Fabio y yo atendíamos a sus cuerpos.
Las desnudamos y sus cuerpos quedaron a nuestra meced y a la de nuestras lenguas hambrientas de deseo.
- Fabio… - mi hermana suspiraba.
- Chicos, fuera ropa– Marc quería empezar a jugar.
Nos quitamos la ropa mientras las manos de las chicas viajaban por cada centímetro de nuestra piel.
Ya desnudos todos empezamos con las batallas de lengua. Laia con Fabio y, Miriam y Marc conmigo. Ese beso a tres fue el primero, ahora los tengo con mis hermanos.
- Fabio, ¿empezamos?
Mi hermanita y Fabio se fueron al sofá besándose hasta que acabaron tumbados, Fabio encima de ella. Vimos como la erección del francés desaparecía dentro de Laia.
Sin saber cómo, ya estaba dentro de Miriam y embistiéndola a la vez que ella pedía más y más hasta que Marc le metió su p*olla en la boca callando los gritos.
Era curioso como todos embestíamos a la vez. Mi hermanita se agarraba a los brazos de un Fabio bastante sudado que besaba su cuello gracias al acceso que le daba Laia.
Nosotros seguimos dándole placer a la amiga de Laia hasta que se corrió. Nuestra hermanita la siguió y, por último, lo hicimos nosotros.
- Sois unas chicas muy buenas. Ahora os damos más.
Fabio no se cansaba y nosotros aun queríamos disfrutar de nuestra hermana.
Mientras respirábamos un poco, las chicas empezaron a enrollarse. Entre sus besos, los dedos se movían en el interior de sus vaginas haciéndolas gemir en los labios de loa otra. A mí se me puso dura cuando mi hermana tumbó a su amiga y, a horcajadas sobre ella, empezó a jugar con sus pezones. Los chupaba, lamia y mordía haciendo gritar a su amiga.
Sentí la mano de Fabio sobre mi miembro cuando las chicas estaban practicando un 69 en el que solo sus lenguas se daban placer. Era muy porno. Mi mano fue al p*ene de Marc y la de mi hermano al del francés.
Las piernas de las chicas empezaron a temblar cuando nuestras manos subían y bajaban a lo largo de nuestras p*ollas.
Cerca del orgasmo cada uno tomó el control de su miembro y nos acercamos a las chicas para descargar nuestro semen en sus cuerpos. Lo que no me esperaba es que después de eso mi hermana me hiciese la mamada de mi vida. Fue de lo mejor.
Su lengua pasó de estar en la punta a repasar cada una de las venas que sobresalían, me estaba volviendo loco. Todo mejoró cuando se metió todo mi miembro en la boca. Era el puto paraíso.
- Marc, tiene que hacerte esto. Sigue pequeña que ya me corro.
- Hermanita ahora me toca a mí. Quiero que mi corrida salga de tu boquita porque es mucha– Marc me las iba a pagar por eso.
Me corrí y escuché a Miriam gemir el nombre de Fabio. Después vi que la estaba masturbando y que ahora llevaba sus dedos a la boca.
- Fabio, dame a mí también.
Me llevé los dedos de mi amigo a la boca y probé el sabor de Miriam, era algo salado, pero embriagador.
Mi vista se dirigió al cuerpo escultural de la chica y tuve la necesidad de darle a ese culo tan redondito.
- Preciosa, voy a darle a tu culito– enseguida se puso a cuatro y la penetré.
Tuve que esperar un poco hasta que se acostumbró a mi tamaño, estaba muy estrecha. Esta situación fue la que aprovechó Fabio para penetrarme a mí.
Estábamos los tres disfrutando de nuestros cuerpos cuando se unieron mis hermanos. Marc penetrando a Miriam y Laia teniendo sexo oral de manos de Marc.
Todos juntos gimiendo y gritando los nombres de los otros hasta que los orgasmos llegaron. La primera fue Miriam que no aguantó mucho tiempo con los Márquez dentro de ella, el siguiente fui yo, Fabio me siguió y, al final, mis hermanos a la vez.
- ¡Vaya! Esto va a haber que repetirlo.
- Amiga, no te pases. Son mis hermanos. No creo que los vaya a compartir ahora que sé lo que hacen.
- ¡Egoísta! Menos mal que Fabio no es tu hermano.
- Francesito que has ligado– bromeamos.
Después de eso nos despedimos con unos besos y nuestras visitas se fueron dejándonos agotados en el sofá.<
- Ya no me acordaba de eso, pero ahora que lo he visto, fue genial.
- Sobre todo, la última parte bebé.
Mis hermanos habían quedado satisfechos con mi elección, y yo, yo quería repetir la experiencia, pero tendría que ser después de que Laia tuviera al bebé.
- Vamos a tener que volver a hacerlo.
- Cuando tengamos al bebé en casa llamamos a Fabio y su chica.
- Pero yo no la quiero compartir Àlex.
- Pasemos del resto de películas y vamos a la cama.
Subimos a la habitación e, inconscientemente, nuestros labios y manos fueron al cuerpo de los otros.
La ropa de nuestra hermanita abandonó su cuerpo y mientras Marc se instalaba en su entrepierna, yo jugaba con sus sensibles pezones.
- Ahh… No… No paréis…
- No lo haremos bebé.
- Hay que darles placer a nuestros pequeños.
Seguimos pasando las lenguas por todas sus zonas erógenas hasta que no pudo más. Llegó al orgasmo quedando rendida.
- Descansa bebé. Nosotros te cuidamos.
Así lo hicimos, nos quedamos a su lado mientras dormía, pero no fuimos unos santos.
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Amor fraternal
FanfictionTres hermanos. Tres Márquez. Una casa. Un amor... ¿fraternal? Sí, llamémoslo así. Esa casa será testigo de un amor, no de hermanos, pero sí entre ellos. ¿Cómo acabarán?