024.

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Pov Sam.

Con cuidado limpio la sangre del rostro de John quien no a dejado de mirarme por un buen rato.

Y en vez de incomodarme, me hace sentir bien. No sé con exactitud porqué pero lo que se es que me hace sentir bien.

–¿tengo algo en la cara?–le pregunto luego de haber limpiado ya todo su rostro y prosigo a curarlo.

–¿alguna vez te han dicho que tienes unos hermosos ojos cafés?–dejo el algodón a un lado y lo miro algo desconcertado.

¿A que viene eso? ¿Es un cumplido o que?.

Sonrió para que vea de que me a gustado el cumplido y sigo con mi labor. Pero el agarra mi muñeca suavemente y la coloca en su pecho desnudo.

–¿sientes eso?–trago grueso al sentir su piel–así me pones cada que te acercas.

–ya, deja las tonterías y déjame curar esto–me suelto de su agarre y sigo en lo mío pero el se levanta de la cama, haciendo notoria la diferencia de estatura, se agacha un poco y junta su frente con la mía.

En sus ojos veo un destello que no logro descifrar y sus pupilas se notan más grandes.

–no sabes cuanto, pero cuento demore para realmente darme cuenta de algo...–se acerca cada vez más a mi y yo me alejo por inercia pero la pared me detiene en mi huida.

–¿darte cuenta de que?–trato de hacer cuenta que no está tan cerca de mí.

–de lo mucho que me importas... Tanto que sería capaz de...–se detiene para mirarme y sonreír de la nada–... Si hago algo, ¿no te enojas?.

Levanto los hombres en seña de no saber–depende de lo que hagas.

Asiente y se acerca cada vez más, tanto que llega a rozar nuestras narices y al sentir ese simple roce hizo que se me erizara la piel.

Y sin preámbulo me da un pequeño beso, beso el cual sentí tan... Tan... Poco.

Miro como John se aleja observando mi rostro como si esperase alguna reacción negativa o algo por el estilo ya que en sus ojos se nota la preocupación.

–¿te encuentras bien...?

Ya, hasta aquí, yo también me he dado  cuenta de algo y me he demorado mucho, más que querer al rubio, hay un sentimiento más que va más allá del querer... Creo... No, creo no, lo amo.

En serio lo amo.

Con solo su presencia me siento completo, su voz es como una melodía para mi oídos y su cuerpo me viene tentando desde hace tiempo, ya no lo puedo ocultar más.

Suspiro y me arriesgo a que alguien entre y nos vea, ¿pero que importa?, total, es mi vida y yo decido como vivirla.

Perdon papá, las charlas de padre e hijo para ser cien por ciento heterosexual no sirvieron, perdón mama, todos los regaños y castigos para que dejara aquella etapa no sirvieron, perdón a todas las chicas a las que les rompí el corazón pero ustedes no eran las indicadas. Mi princesa terminó siendo un caballero de armadura.

Coloco mis manos en su nuca y acaricio su cabellera rubia y me acerco a él para unir mis labios con los suyos en busca de más.

Perdón hermana, pero también necesito ser feliz... Aunque tenga que ser el.

John se tensa un poco al principio pero poco a poco se relaja y empieza a recorrer mi cuerpo con sus manos y sus labios se mueven con suavidad, como si estuviera disfrutando del momento.

Acarició su pecho y terminó por llegar a su pantalón, el cual poco a poco voy desabrochando.

Ya no aguanto más, lo quiero, lo quiero a él y a más nadie.

Pero nos detenemos al escuchar la puerta siendo tocada.

–Sam, tu mamá acaba de llegar y... No se, tu habla con ella–escucho la voz de Abby al otro lado de la puerta.

Me separo del rubio y le doy la espalda algo avergonzado.

Suspiro y trato de recobrar la compostura y que mi corazón se detenga un poco.

–Sam...

–esta bien, en el baño hay toallas limpias... Date una ducha y espérame aquí, ya vengo.

Vuelvo a suspirar y salgo de la habitación sin voltear a ver al rubio.

Al salir, una sensación de tristeza me invade y hace que quiera llorar, ¿porque?, no se pero de repente me siento triste.

–Sam...–veo a mi madre y trato de disimular lo que siento para que no se de cuenta–Hijo, ¿que haces ahí?, ayúdame a preparar la cena, tu ladre regresa hoy y vamos a recibirlo con una cena especial.

...

–¿entonces no te paso nada grave?–niego después de haberle relatado sobre el "asalto" a mi madre–Dios, la próxima sales con gas pimienta o uno de esos aparatos de electricidad que tu padre me hace usar por si algún inconveniente.

–no te preocupes mamá... La próxima tendré más cuidado.

Asiente–si, ahora dime lo que realmente pasó–Me tenso y observo a mi madre–soy tu madre y te conozco más que a nadie, se cuando mientes, cuando te sientes mal, cuando estás triste... ¿Vas a decirme?.

Trago grueso y siento que la salida no pasa a través de mi garganta por el nudo que se formó en ella.

Niego.

Siento la mano de mi madre acariciando mi mejilla y mis esfuerzos por no llorar se van y ahí, en frente de mi madre, me quiebro y trato de buscar consuelo en ella.

Ella me abraza y me da caricias en la espalda y susurra que todo estará bien.

...

–mamá... ¿Alguna vez he echo algo mal para merecer todo lo que me esta pasando?–le pregunto a mi madre luego de un rato.

–nunca le has echo el mal a nadie, al contrario, siempre tratabas de ver el lado bueno de la persona por muy mala que fuera.

Veo como pica algunos vegetales y los vierte en una olla.

–si no quieres decirme esta bien, lo que no quiero es que vuelva a pasar.

Niego–no te preocupes, no volverá a pasar.

Ella asiente y me mira con una hermosa sonrisa–te amo.

–y yo a ti mamá.

Perdón por todo también.



































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Hola mis postres de maracuya, nuevo capítulo espero y les guste, sin más me despido, besos.




~SeokBinWoo.




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