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Luego de casi cuarenta minutos de viaje en autobús y casi quince minutos caminando finalmente había llegado a la universidad de Matt.

Era grande y deslumbrante, había mucha gente fuera y muchísima más dentro. 

Sabía que Matt estaba en clase en este momento, pero según sus horarios el timbre sonaría pronto y podría verlo, hace unos cuantos meses no lo hacía y ya lo extrañaba.

Me quedé por allí mirando los carteles pegados en la puerta cuando el sonido infernal del timbre llegó a mis oídos dándome un susto. Los pasillos comenzaron a llenarse aún más de gente y preferí correrme quedando acorralada entre la pared, los casilleros y una estantería.

''¿Dónde estás, linda?''

Leí el mensaje en la pantalla de mi teléfono y comencé a ver en todas direcciones buscando algún tipo de punto que pudiera decirle para que descifrara mi ubicación.

''Estoy entre los casilleros y el estante con los premios''

Contesté sin saber que más decir.

''Bien, espera a que el timbre vuelva a sonar.
Se donde estás pero será infernal con todo esta gente.
Cuando disminuyan iré rápido''

Guardé el teléfono en mi bolsillo y diez minutos después el timbre volvió  a sonar. Salí de mi lugar lentamente mirando hacía ambos lados buscando la ubicación de mi novio.

Sentí un chiflido a mis espaldas y al girarme lo vi, Traía sus típicos jeans obscuros, una remera de los Beattles y una chaqueta negra encima, su cabello estaba despeinado y desde aquí podía notar como seguramente traía sus gafas sucias.

Me sonrió y lo imité para luego comenzar a correr en su dirección, se agachó un poco y estiró los brazos dándome a entender que podía saltar si quería y hacia lo hice.
Me colgué en el tal como un koala a un árbol, su aroma corporal abrazó mi cuerpo junto con sus brazos y sentí la tranquilidad de tenerlo junto a mi nuevamente.

-estás hermosa-se separó un poco mirando mi rostro-más que la última vez que te vi.

Ambos sonreímos y luego sujete su rostro para besarlo, pasó sus manos de mis muslos a mi trasero y me estremecí ante el tacto.

-hace mucho no te veía, ¿te creció el cabello?-agarró un mechón de este que igualmente estaba sujeto en una coleta alta.

-no, no me creció nadita-sonreí-¿como has estado?-saqué mis piernas de al rededor de su cintura y este me dejó bajar de encima de él.

-todo en orden-entrelazó nuestras manos-menos por esto-levantó una de sus manos la cual tenía un yeso, se rió y yo lo miré preocupado.

-eres un tonto-salimos de la universidad y yo sólo seguía sus pasos, no conocía el lugar y no sabía a donde quería ir, por lo que seguirlo era una buena opción.

-dijeron que no era muy grabe-paró a la mitad del patio-pero debo usar esto para que no se lastime más-sacó una sabana de su mochila y la puso sobre el césped mientras se sentaba, palmeó un lugar junto a él y me senté allí.

-¿y como va la universidad?-saqué una sándwich de mis mochila.

-por ahora todo bien, mi compañero de habitación es muy genial-sonrió feliz-debe de andar por ahí con su novia-rodó los ojos-verlos me hace extrañarte aún más-me sonrojé y saqué dos vasos de mi mochila.

-a mi todo me hace extrañarte-él sacó una botella de refresco de su mochila y comenzó a servir en los vasos con una sonrisa-el colegio, la gente, todo-contesté sincera.

-pero ahora estamos juntos-me extendió un vaso-disfrutemos esto-asentí tomándolo, le dio un leve golpe y luego ambos dimos un sorbo.

Luego de un rato la comida se agotó y ambos nos acostamos mientras mirábamos el cielo y seguíamos conversando, Matt se sacó su chaqueta y me encargué de tomarla y ponérmela dejando que todo su aroma me rodeara.

-tiene tu olor-le dije y este rió.

-pues es mio, menos mal que lo tiene-ambos reímos.

Me giré y apoyé mi cabeza en su pecho, este bajó el brazo y apretó mi cintura.

-sabes que te amo, ¿cierto?-elevé mi cabeza para mirarlo.

-se que me amas-sonreí-¿sabes que yo igual te amo?-asintió y ambos volvimos a reír.

Lo quedé mirando unos segundos y luego de estirarme hacía su rostro lo besé, fue un beso lento y suave super necesitado por ambos.
Posicionó ambas manos en mi cintura y yo apoyé las mías en su pecho sintiendo algunos relieve por el ejercicio que a veces se interesaba en hacer.
Nos mantuvimos así hasta que la falta de aire se hizo presente y ambos nos separamos, pero no me alejé, me quedé a centímetros de su rostro admirándolo de cerca.
Tenía unos ojos café que me quitaba el sueño en las noches mucho más que la cafeína.

-quédate-susurró y lo miré con ojos impactados.

-¿qué?-solté una risita sin creerlo.

-por favor-rogó sentándose-sólo por hoy, por favor-tomó mis manos.

-mañana tengo clases-negó.

-puedo llevarte.

-pero sabes que comienzo temprano.

-puedo llevarte-repitió-pero por favor quédate, sólo será una noche, yo hablaré con tu madre si quieres-sonreí por su desesperación.

-está bien-contesté rendida y este sonrió satisfecho-pero solo por hoy-asintió como niño chico.

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Acabo de cambiar todas las portadas, ❤espero que les gusten❤

Cuando nos amamos 2do LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora