-No puedo creer que enserio esté haciendo esto-habló suavemente mientras Scott reía.
-Concéntrate o perderás-chilló moviendo mis hombros dramático.
-¡No hagas eso!-chillé apretando los botones con desesperación.
-¡Muévete muévete!-volvió a chillar-¡te matarán Emma!
-¡Que te calles!-gruñó molesto cuando la pantalla se iluminó con un cartel que decía ''muerto''.
-Te mataron-regañó.
-¡Por tu culpa!-le di un golpe en el brazo.
-¡Tú te distraes fácil!-se defendió.
-¡No tendría distracción si no estuvieras aquí!
-¿Dices que te distraigo?-sonrió pícaro. Me vi obligado a golpear su rostro y alejarme.
Scott no había tenido la mejor idea que nuestra ''cita'' fuera en el planeta de los juegos. Era un lugar el cual estaba lleno de maquinas de juegos.
-¿A cuál quieres jugar ahora?-preguntó acercándose rápido.
-A ninguno, llevamos aquí ya tres horas, ya cumplí mi promesa, ya te compensé-me giré hacia él-sólo quiero irme a casa-lo miré suplicante.
-Está bien-rodó lo ojos y yo chillé saliendo rápido de allí.
Caminé a su auto y una vez ambos estuvimos dentro arrancó manejando tranquilo. Creí que estaba yendo a mi casa cuando noté que estacionaba frente a una pizzería.
-¿Qué haces?-pregunté cuando se quitó el cinturón.
-Tengo hambre-contestó obvio mientras bajaba-no te muevas-ordenó en mi ventana.
Suspiré y lo miré alejándose, la verdad no había estado mal. A pesar de que en la mayoría del tiempo Scott era un patán se estaba comportando bastante bien y me agradaba pasar tiempo con este Scott.
Al cabo de un buen rato finalmente volvió con una caja de pizza en su mano y dos botellas pequeñas de refresco en la otra.-Abre-ordenó del otro lado de la puerta, la abrí y me entregó la caja y las bebidas-no te comas todo, yo también quiero-me miró serio y luego cerró la puerta para subir como piloto y poner en marcha el coche nuevamente.
Cuando estacionó frente a mi casa la pizza ya había desaparecido al igual que su bebida, la mía aún tenía la mitad del líquido dentro.
-¿La pasaste bien?-preguntó mirándome inocentemente.
-Supongo-me encogí de hombros.
-Tomaré eso como un sí-ambos reímos-entonces ¿puede repetirse?-le sonreí, sujeté su rostro como si fuera a besarlo y me acerqué a él.
-Eso nunca pasará-susurré sobre sus labios antes de alejarme y abrir la puerta.
-Eres mala-reprochó y yo asentí.
-Lo sé-sonreí cerrando la puerta.
-¿Te veré el lunes?-preguntó sacando la mitad de su cuerpo por la ventana.
-Desgraciadamente-contesté abriendo la puerta de mi casa.
-Adiós, Emma-lo miré por última vez.
-Adiós...Scott-susurré su nombre. Él sonrió satisfecho y luego volvió a poner el coche en marcha para irse de allí rápidamente.
Entré en mi casa lentamente esperando escuchar algún ruido que me indicara el paradero de mi madre, pero indiferentemente ella apareció mirándome algo nerviosa y preocupada.

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Cuando nos amamos 2do Libro
RomansaMatt y Emma al fin habian logrado superar los obstáculos que el destino las había puesto en el camino y lograr estar juntos. Pero no todo saldrá como ellos planearon, nuevos obstáculos que ninguno esperaba, nuevas personas y mas. ¿Como lograrán sup...