7

298 24 5
                                        

-¿Lo notas? te dije que no era tan malo-rodé los ojos ante el comentario de Jane.

-Tú porque estás tan caliente por él que cualquier cosa que haga se verá bien a tus ojos-se encogió de hombros como si fuera cierto.

Negué y abrí la puerta del salón, saludé a algunas personas y con Jane detrás de mi caminamos hacia nuestros lugares.

-Hay algo en tu pupitre-avisó Jane-¿qué es?-preguntó sentándose junto a mi lugar.

-No tengo idea-me encogí de hombros acercándome, quité la gran bolsa que cubría el objeto y negué riendo.

-¿Una rosa? ¿enserio?-me reí tomándola.

-Tiene una nota-avisó Jane señalando un papel.

''Por que cualquiera en su sano juicio se habría vuelto loco por ti''
Leí en voz alta la antes nombrada.

-Vaya, que cursilería-me reí y en segundos Jane me acompaño.

-Permiso-Sentí la voz de alguien detrás de mi y al girarme para dejarlo pasar vi a Scott, pasó frente a mi sentándose en su lugar que gracias a la bocota de Jane era junto al mío-¿admirador secreto?-dijo el chico sin mirarme.

-Sabes por un segundo pensé en acusarte por esto-me miró-pero luego recordé el hecho de que apenas tienes cerebro allí dentro, y no creo que las neuronas te den suficiente para hacer algo así-señale la carta.

-¿Puedo leerla?-preguntó intentando tomarla.

-Claro que no-la alejé y me senté en mi lugar.

-Creo que tu admirador debería saber que en verdad no te gustan las rosas-Jane rió y asentí.

-Debería hacer mejor su trabajo-me encogí de hombros.

-Yo considero que es una rosa hermosa-ambos nos giramos a ver a Scott.

-Disculpa mi brutalidad pero ¿estabas en esta conversación?-negó recostándose en el respaldo de su asiento.

-Haré una fiesta en la noche, puedes invitar a Matt si quieres-Jane se encogió de hombros y asentí.

-Está bien, podría hablar con él-asentí.

-Tú también puedes venir-la chica le dedicó una sonrisa coqueta al chico junto a mi el cual se la devolvía.

-Vale linda, luego puedes darme más información-le guiñó un ojo y Jane asintió, negué con algo de asco.

Suspiré y dejé mis cosas sobre mi banco para esperar a los profesores ya lista para poder sacar apuntes de lo que sea que vayan a decir el día de hoy.

***

-¡Recuerda hablar con Matt!-gritó Jane un poco alejada.

-¡Está bien!-contesté de igual manera y reí antes de seguir mi camino a mi casa.

No había ido en bicicleta por lo que hoy me tocaba caminar. No era tan amante de ir por la vida escuchando música y no me molestaba escucharon los ''sonidos naturales'' que podía oí mientras caminaba, aparte me ayudaba a estar alerta.

-Hola linda-sentí un cumplido detrás de mi y al girarme vi a Scott acercándose con una sonrisa coqueta.

Se detuvo con su bicicleta junto a mi y me miró.

-¿Qué quieres?-pregunté con una ceja levantada.

-Oh vamos-rió-ayer eras super amigable y ahora vuelves a estar enojada conmigo, no entiendo ese juego-negó con una mueca.

-Aclaremos una cosa, que tenga que aguantar tu patética existencia unas horas más en el día no significa que automáticamente seremos amigos, hay una gran diferencia entre tolerarte y tenerte aprecio-ajusté mi mochila y volví a caminar.

-Ouch...eso duele-habló con un hilo de voz mientras volvía a ponerse en marcha sobre su bicicleta y andar muy lento para ir junto a mi.

-¿Qué haces?-lo miré sin dejar de caminar.

-¿Ando en bici?-habló con una mueca.

-Puedo entender eso-rodé los ojos-pero ya vete.

-¿No puedo acompañarte?

-Um...déjame pensarlo-hice una mueca-¡obvio no!-chillé-no necesito que sepas donde vivo-rodé los ojos y él rió.

-No voy a secuestrarte, Em.

-¿Cómo me dijiste?

-¿Em?

-No vuelvas a decirme así-negué con una mueca y él asintió.

-Está bien, entiendo...sólo amigos-habló con un tono extraño que me obligó a morder mi mejilla interna para no reír.

-¿Acaso no te cansas?-pregunté.

-¿De que?

-Ser tan malditamente insoportable e insistente, tienes a media clase completamente loca por ti, cualquier chica se sentiría ''afortunada''-hice una mueca-de tener un mínimo de ti y a ti no parece importante y lo único que haces es molestarme-rodé los ojos fastidiada y él volvió a reír.

-Ahí está el punto-habló suavemente-a ti no te intereso y siempre estás fría conmigo, me llamas la atención-asintió-aparte de que eres tan difícil-rió-y eso me da curiosidad.

-No soy difícil ni fría-aclaré-pero tengo novio y eso no parece entrar en tu diminuto cerebro-volvió a reír haciéndome rodar los ojos-ya vete-me detuve y él me miró con una mueca-¡vete! vivo en esta cuadra y no quiero que sepas donde-rió.

-¿Sabes que soy capaz de ir casa por casa hasta descubrir en donde vives?-rodé los ojos-por el bien de tus vecinos te recomiendo que me dejes acompañarte-sonrió victorioso y volvió a ponerse en marcha.

Bufé y volví a caminar.

-¿Cuánto llevas on tu novio?

-Bastante.

-¿Cuánto?

-¿Y eso que te importa?

-Quiero saber que tanto lo quieres.

-Mi nivel de amor por él no se mide en cuanto tiempo llevamos juntos-rodé los ojos y rió.

-Cómo digas.

Me detuve frente a mi casa y él me miró extrañado.

-Aquí vivo-hablé rodando los ojos.

Él desvió su vista de mi y comenzó a mirar mi casa.

-Es muy linda-habló con una media sonrisa-igual que tú.

Rodé los ojos ante su estúpido intento de coqueteo y me giré para entrar a mi casa y detrás de mi lo escuché reír.

-¿Nos vemos esta noche?

-¿Porque nos veríamos en la noche?-pregunté mirándolo.

-La fiesta de Jane-hice una mueca al recordarlo.

-Espero no verte-le regalé una falsa sonrisa y entré en mi casa dejándolo allí fuera.

Cuando nos amamos 2do LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora