Un poco más de 1 año después de la muerte de mamá
Alexia.
Estaba metida profundamente en un sueño donde disfrutaba de la playa, tomando el sol, bronceándome. El sol me cegaba y calentaba mi cuerpo, solo sentía el sonido del mar y la tranquilidad de la playa.
De repente un fuerte ruido sonó por toda la habitación y me hizo pegar un bote y caer de la cama.
Como no, era el despertador al que odio con todo mi corazón. Me froté un poco el brazo, ya que dada la caída me dolía un poco. Me levanté del suelo todavía medio dormida para apagarlo, y cuando lo hice miré la hora; 7 de la mañana. Joder. JODER. Tenía una hora para ducharme, vestirme, desayunar y si estaba de humor maquillarme un poco.
Mis ojos ya estaban abiertos del todo y mi cuerpo ya se había empezado a espabilar.
*Tendrías que haber puesto el despertador a las 6:30.*-me recordó mi subconsciente.
Me lamenté por no haberlo hecho pero que podía decir... quería dormir.
Dejé de quejarme mentalmente y fui a toda prisa al baño. Lo primero que hice fue mirarme en el espejo, madre del amor hermoso, estaba horrible y tenía unas ojeras muy marcadas como si no hubiese dormido en dos días.
Me quité rápidamente el pijama y me metí en la ducha. Automáticamente comenzó a caer agua fría.
Cayeron las primeras gotas de agua en mi cara y la sensación del agua fría ayudó y mucho, pero las primeras que rozaron mi cuerpo hicieron que diese un respingo y me pusieron la piel de gallina enviando un escalofrío a mi cuerpo ya despierto del todo.
Salí de la ducha después de pasarme unos minutos en ella y me envolví con una toalla el cuerpo y con otra el pelo. Me sequé todo lo rápido que puede y suerte de mí que por una vez en la vida hacía algo bien ya que ayer me dejé preparada la ropa para hoy.
Me puse la ropa interior, escogí un conjunto de un sujetador blanco y un tanga del mismo color, una camiseta blanca corta y una falda negra que era de mi madre cuando tenía mi edad.
Ya con todo puesto me miré al espejo y decidí que iba aceptable.
Me sequé el pelo a toda prisa y me hice algunas ondas para darle un poco de forma, cuando acabé miré el reloj y vi que tenía unos pocos minutos antes de irme así que me apliqué un poco de corrector para disimular las ojeras y rímel en las pestañas para resaltar mis ojos verdes. Cogí los libros de hoy y con ellos en la mano bajé la escalera de casa a toda prisa para ir a la cocina donde supuse que estaría mi padre desayunando.
Al entrar en la cocina no vi a mi padre, pero mis ojos detectaron una nota encima de la encimera, me acerqué y pude ver que estaba escrita con la letra de mi padre, así que la cogí y empiezé a leer:
Buenos días, cariño. Siento no poder estar hoy contigo desayunando, pero he tenido que ir antes al trabajo, te he dejado unas tostadas con mermelada . Espero que pases un buen día.
Te quiero, papá.Si esque es un amor... Desde la muerte de mamá se ha vuelto más protector y más dulce ya que supongo que se ha dado cuenta de que me puede perder en cualquier momento, cosa que le aterroriza.
Papá realmente lo pasó fatal y ni siquiera lo ha superado todavía, él hace como si nada pero se que todavía llora cuando se cree que no lo escucho. Desde la muerte de mamá no hemos hablado de ella, ni recuerdos , ni fotos, ni mencionarla, nada. Es algo demasiado doloroso para nosotros y aunque sabía que algún día tendríamos que hablarlo prefería que todavía no fuese ese día.
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Espinas
Romance"El amor es una transacción, todos buscamos algo a cambio. Tenemos el poder de encenderlo o apagarlo. Sólo lo llamamos amor cuando creemos que se van a cumplir nuestras expectativas. El amor es condicional. Es más una transacción que auténtico amor...