22.Considérate perdonada

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Logan.

Los labios de Alexia hacen contacto con los míos, el calor empieza a subir por nuestros cuerpos haciendo que los dos olvidemos todas nuestras diferencias.

En este momento no importa nada, ni las peleas, ni los sentimientos, ni lo que pasará después. Solo importamos nosotros.

De una manera o otra nos necesitamos y lo sabemos.

Nuestros labios se mueven desesperados, nuestras respiraciones resuenan por toda la habitación. Alexia enrolla sus piernas a mi cintura y la agarro rapidamente de su culo evitando que caiga. Se lo aprieto fuerte y ella gime en mi boca.

La llevo hasta la cama y la recuesto en ella, quedando yo encima suyo. En ningún momento dejamos de besarnos pero finalmente tenemos que romper el beso para poder respirar.

Ella pasa sus manos por mi torso desnudo y mis músculos se tensan. Se escucha un pequeño sonido y mis ojos se fijan en la muñeca de Alexia. Lleva la pulsera que le regalé, después de decirle todo lo que le dije continua llevándola. Echo mi cabeza hacia atrás y respiro hondo mientras sonrío. Mi cuerpo se calma, cuando Alexia me toca me siento en paz, como si llegara de un largo viaje y por fin estubiese en casa.

Mis manos van directas a su camiseta y se la quito. Me quedo admirando su sujetador de encaje rojo, me quiere matar.

Me muerdo el labio inferior ocultando una sonrisa. Esta chica es tan sexy.

Ella guía sus manos a mi cinturón y lo desabrocha, me quita los pantalones y los tira al suelo mientras yo desabrocho los suyos y hago lo mismo con ellos.

Ay mi madre... lleva una bragas de encaje a juego con el sujetador. Me va a dar un infarto.

Mis manos juegan con su encaje disfrutándo del contacto.

Desabrocho su sujetador, dejando sus perfectos pechos a mi vista. Trago saliva, creo que nunca me voy a acostumbrar a la excitación que me hace sentir Alexia.

Mis manos acarician sus pechos haciendo que su cabeza vaya hacia atrás mientras jadea. Juego a torturarlos un rato mientras le beso el cuello.

Mis labios dejan su cuello para ir hasta sus pechos haciendo que de sus labios salga un gemido. Corrientes eléctricas suben y bajan por mi cuerpo haciéndome perder el control.

Con mis dientes cojo su pezón y lo estiro un poco haciendo que su placer aumente y parece que funciona.

-Logan por favor-me suplica ella.

Me separo un poco de ella.

Se exactamente lo que me pide, pero por alguna razón necesito que lo diga en voz alta.

Suspiro y me trago la vergüenza, por alguna razón estar con Alexia me hace ser más atrevido, así que sin pensarlo dos veces le pregunto:

-¿Por favor qué?

Ella me mira a los ojos.

-Por favor fóllame Logan.

Con solo esa frase siento que podría explotar.

-¿Tienes un condón?-le pregunto con la voz ronca.

Ella asiene, coge uno de su escritorio y me lo da.

La miro con el ceño fruncido.

-¿Qué?

-¿Por qué tenías un condón preparado?-le pregunto.

Ella sonríe incómoda.

-Iba a ir hoy a tu casa a disculparme y pues quería estar preparada por si pasaba algo más.

EspinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora