20.Nunca

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Alexia.

Cuando despierto lo primero que siento es un cuerpo caliente a mi lado, el contacto del brazo de Logan en mi cintura se siente genial.

He dormido demasiado bien esta noche. Abro los ojos para mirar la hora, hoy hay clase y no quiero llegar tarde. Suspiro y me volteo.

Veo a Logan todavía dormido. Sus ojos cerrados, su respiración calmada, su boca entre abierta mientras respira profundamente por su nariz. Se ve tan vulnerable y relajado.

Acerco mi mano a su pelo que está des alborotado y lo acaricio lentamente, cierro los ojos y respiro hondo, una sensación de paz se adueña de mi cuerpo.

Quito mi mano de su pelo para acariciar su espalda, trazo pequeños círculos en ella. Logan emite un pequeño gruñido y sonrío. Decido dejar de tocarle porque sino acabaré despertándole.

Me levanto con cuidado de la cama, tratando de no hacer ruido. Cojo mi móvil y veo las llamadas perdidas de mi padre y cuatro mensajes de Lara.

Mierda, no le he dicho a mi padre que dormía fuera, me va a matar. Abro los mensajes de Lara.

Tía tu padre me ha llamado.

Te he salvado, le he dicho que has dormido en mi casa.

¿Dónde has dormido eh? Ya me contarás.

Me debes unas.

Amo a esta chica, le debo la vida. Le envio unos mensajes diciéndole lo mucho que la quiero y que ya le contaré.

Miro la hora, las 6 de la mañana, tengo mucho tiempo todavía.

Miro a Logan que está todavía profundamente dormido. Suspiro.

Mi cabeza empieza a dar vuelta y pensar. Mierda. ¿Qué he hecho?

Un nudo se forma en mi garganta haciéndome difícil respirar. Me doy con la mano en la frente.

-Mierda, mierda, mierda-susurro para que él no me escuche.

¿Y ahora que hago? Me estoy empezando a agobiar, me cuesta respirar y una sensación de frustración se instala en mi cuerpo.

Me doy cuenta de que no me he vestido todavía. A toda velocidad cogo mi ropa interior y mi vestido, aunque sea molesto me pongo los tacones ya que no tengo otros zapatos.

Respiro hondo y miro a Logan. Tengo que dar algunos pasos hacia atrás, no soporto esta situación. Es como si toda la habitación se hubiese convertido en pequeña.

Me tengo que alejar de él casi hiperventilando, creo que tengo un ataque de pánico. Necesito salir de aquí. Me tengo que ir. 

Antes de irme de la habitación voy hacia su escritorio y cojo un trozo de papel, alcanzo un lápiz y le escribo:

Lo siento

Le dejo el papel en la cama. Joder me siento como una mierda, soy horrible.

Me acerco a él y le doy un corto pero dulce beso en los labios.

¿En qué estaba pensando? Me voy intentando no hacer ruido, no quiero enfrentarlo, no quiero que me vea huyendo literalmente de él y romperle el corazón.

Dios mío acaba de perder su virginidad conmigo y voy a irme. Soy lo peor de este mundo. 

*Entonces vuelve con él*-me dice mi subconsciente. 

La voz de mi consciencia suena por toda mi cabeza, pero tampoco puedo hacer eso. No puedo darle lo el quiere y necesita. No puedo jugar con sus sentimientos porque tarde o temprano terminare haciéndole daño.

EspinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora