The First

Capítulo 12

Sábado.

Me hubiera encantado despertarme más tarde. Pero mamá ha tenido la maravillosa idea de llamarme desde su trabajo a las nueve de la mañana para decirme que limpie mi cuarto.

Sí, te quiero mamá, gracias.

De acuerdo, si es lo que tengo que hacer lo haré pero después seguiré durmiendo. Sencillo. Pero primero necesito desayunar o el mal humor se depositará en mí para no salir durante el resto del día. Me levanto y camino a abrir la puerta, bajo las escaleras, que son de madera color roble oscuro en forma de L, justo donde termina ésta, ya me adentro en la cocina. Siento que nuestra cocina es el espacio más grande de la casa, además de que está muy bien decorada, el piso es madera del mismo color que el de las escaleras, comedor y living con una capa de brillo que hace que se vea elegante, las paredes son completamente blancas. Hay encimeras de granito color negro que forman una L en la esquina izquierda de ésta.

Me dirijo hacia la heladera para sacar huevos y leche. Panqueques serán.
Media hora después tengo todo listo para desayunar, miro mi taza de té.

Mmm, delicioso y majestuoso té negro acompañado de panqueques con una mezcla personal de nutella y dulce de leche. Pruebo un bocado y me deleito con su sabor. Increiblemente delicioso.

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Cargo el equipo de música por las escaleras hasta llegar a mi habitación. Conecto el equipo y a la vez a mi celular y pongo mi playlist de youtube. Pongo el modo aleatorio y sonrío cuando la primer canción suena en mi habitación. Miracle de The Score. Subo al máximo el volúmen y comienzo a ordenar el desastre al que yo llamo habitación.

Por suerte no hay mucho que limpiar, mi habitación es un tanto pequeña pero a la vez es grande, las paredes son de un blanco beige, el piso esta completamente alfombrado el cual es de un color gris, mi cama no tiene postes ni nada, es un somier con un respaldo blanco. Tengo una encimera de madera blanca en frente de ésta donde se encuentra mi televisor y abajo tiene estantes donde se encuentran algunos de mis libros, los demás están en otro estante que está colocado a medio metro por encima del televisor. Al lado de la encimera donde se encuentra el televisor hay un espejo de más o menos mi altura y alrededor tiene luces leds que hacen que se vea más bonito. En frente del lado derecho de mi cama se encuentra mi pesadilla, un closet enorme color blanco, lo denomino pesadilla ya que tengo casi toda mi vida guardada en él y es el lugar donde más tengo que limpiar de toda la habitación. Así que me pongo a ello.

Santo Dios... no creí que iba a estar tan desordenada. Llevo una hora sacando de mi placar cosas innecesarias, o que ya no uso desde los diez años.

Una caja negra con un lazo blanco al fondo de éste llama mi atención. Mi caja de recuerdos más preciados. No puedo creer que estuvo aquí metida toda este tiempo, y yo que creí que la había perdido hace años. Abro la caja y lo primero que tomo es un juego de fotos polaroid, río al ver la primera foto. Es una foto mía con mi hermana mayor comiendo helado de chocolate, ambas tenemos la cara llena de helado y nos estamos riendo. Paso la siguiente foto y dejo de sonreír para ver detalladamente la foto, es una foto de Nate y yo en el club durante el verano cuando éramos niños. Sonrío. Nate tiene sus brazos alrededor de mis hombros y ambos reímos, recuerdo que no nos habíamos dado cuenta de que nos estaban fotografiando hasta que vimos las fotos impresas. Paso la siguiente foto y es otra de nosotros, seguimos riendo pero con la diferencia de que yo me he dado vuelta para verlo y reírnos de frente. Tengo recuerdos muy hermosos con Nate. Una idea llega a mi mente.

Me levanto del suelo y busco mi teléfono en la mesita de luz. Entro a WhatsApp y busco el chat que tengo con Nate. Al entrar a éste mi corazón la un brinco al ver ese mensaje de él diciéndome bonita en inglés. Presiono la opción de tomar fotos y capturo las imagines que encontré y se las envío. Él tiene que ver esto.