Capítulo 22

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—Creo que me debes el final de una historia. –le digo a Nate con los ojos entrecerrados.

Nate se ríe.

—Ethan me matará por esto...

—Que lo haga. –bromeo.

—¿Por dónde empezar? Ethan se fue hace cuatro años a estudiar gastronomía, al cabo de unos meses me llamó diciendo que había conocido a una bonita chica y que estaba comenzando a enamorarse, entonces decidió atrasar su regreso aquí. Hace unos meses cuando me llamó nuevamente, se oía aterrado, Hannah había quedado embarazada. Ethan no quiere que se lo cuente a mamá, así que le estoy guardando el secreto. Al parecer el quiere que su bebé nazca y darle la sorpresa aquí, un plan medio estúpido... como suelen ser la mayoría de sus planes. Pero qué más puedo decir? Estoy feliz, voy a ser tío dentro de cinco meses.

—Eso es increíble, Nate... Bueno la mayor parte de la historia lo es, ¿por qué no querías decírmelo?

—Tú tienes tanta confianza con mi madre que creí que se lo dirías y Ethan me ahorcaría... –sonríe.

Pongo los ojos en blanco.

—Qué excusa tan tonta. –digo dándole un empujoncito.

Nos quedamos un minuto en un cómodo silencio.

—Oye, y, ¿por qué comenzaste a trabajar en el club? –pregunta con curiosidad.

—Bueno... era eso o estudiar. –río.

—¿Y por qué no preferiste estudiar?

Pregunta difícil.

—Digamos que no sé qué puedo estudiar, nada me apasiona y no me siento compatible con nada. Y estaba tardando mucho en decidirme así que opté por comenzar a trabajar, y si no me gustaba entonces buscaría una carrera universitaria urgentemente, pero me gusta trabajar.

—No te creo eso de que nada te apasiona. De niña soñabas con ser actriz.

—Hay una gran diferencia entre soñar y lograr.

—¿Por qué no lo intentas?

—Me asusta, ¿entiendes? Me asusta. Me asusta jodidamente el futuro. Me asusta que pueda fracasar, y a la vez me asusta despertarme un día y darme cuenta de que convertí mi vida en un caos inmanejable. Me da tanto miedo fallar...

—Pero da más miedo no intentarlo. –susurra.

Me muerdo el labio y lo observo y él sostiene mi mirada. Niega con la cabeza.

—Rue, I want to kiss you right now.

Sonrío extrañada.

—¿Qué significa eso? –pregunto con mucha curiosidad.

Nate se aclara la garganta.

—Que deberíamos irnos. –aclara nuevamente la garganta. —Se hace tarde y tenemos otra hora y media de viaje. –se levanta.

—Oh, claro. –contesto poniéndome de pie.

Nate guarda los restos de comida y la manta nuevamente en la caja y nos dirigimos hacia el bosque para marcharnos. Caminamos por adentro del bosque en un cómodo silencio y me pregunto si alguna vez volveré a pasarla tan bien como me la he pasado el día de hoy. No me había dado cuenta de que necesitaba tanto abrirme a los temas de mí pasado y dejarlos salir a la luz, y ahora que lo he hecho, siento que me he liberado de algún modo, y todo gracias a Nate.

—Nate, me he divertido mucho hoy. –se lo hago saber.

Nate gira su cabeza hacia mí y sonríe.

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