El grupo entero ríe cuando Jacob suelta uno de sus chistes sobre las chicas que lo han rechazado. Yo simplemente sonrío y bajo mi mirada hacia el apoyabrazos de mi asiento, donde mi mano se encuentra apoyada sobre la mano de Nate, mientras nuestros dedos nos unen.
Nate vuelve a reír con otro chiste que no he podido oír a causa de mi distracción e, inconscientemente, aprieta ligeramente nuestras manos. Ahora que las veo unidas, es una de las imágenes más bonitas que guardaré siempre. Levanto mi vista y observo su perfil, luce tan despreocupado y tan divertido con la situación, sus ojos se achinan en cuanto vuelve a reír. Cuando deja de hacerlo, parece percatarse de que lo estoy mirando, ya que se gira hacia mí y me guiña un ojo para después sonreírme, dejándome con las bragas completamente húmedas.
Jadeo y me estiro para tomar el vaso con jugo de mango que Samuel me ha traído, y quien ahora come panqueques frente a mí mientras también se ríe de Jacob. Me tomo un tiempo para observar a todo el grupo y me parece increíble haber coincidido con personas tan agradables y tan mágicas como ellos. Me han hecho saber que la amistad si existe y que no es una simple estupidez como yo había creído todo este último año.
Sé que hoy va a ser un buen día.
Nate y yo anoche logramos acercarnos un poco más y eso me da motivación para soportar el día ajetreado que será hoy. Lo que sucedió anoche fue el momento que venía esperando hace tiempo, Nate se abrió a mí y eso me dio esperanza, esperanza de que todo vaya bien.
••••
—Rue, ¿podrías ayudarme con las bebidas en la barra? –me pregunta Jacob y yo levanto la mirada hacia él.
Son casi las cinco de la tarde y el día está apunto de terminar. Las piscinas ya están cerradas y los niños se encuentran bajo la observación del otro equipo.
Lo único que podía hacer con tanto tiempo libre fue recostarme en una tumbona y tomar sol, aunque me haya colocado protección solar al mediodía.
Asiento con la cabeza y me levanto de la tumbona para seguirlo hasta llegar a la barra. Entramos y él comienza a romper packs de gaseosas en latas para ponerlas en los freezer, se da la vuelta y me pasa unos guantes.
—Ten. No vayas a cortarte. –dice y yo me los pongo.
Tomo uno de los packs y comienzo a romperlos para hacer el mismo proceso que hace Jacob. Luego de unos minutos escucho como se queja de algo. Me giro y lo veo tratando de abrir una caja, pero al parecer le es imposible.
—Iré a buscar algo para poder cortarla. –me explica y sale de la barra dejándome con mi tarea.
Tomo siete latas y comienzo a acomodarlas sobre otras que ya había dejado en el frezzer.
—¿Puedo hablar contigo? –pregunta una voz desagradable.
Me giro y veo a Santiago apoyándose con los codos en la barra de bebidas.
Lo miro con repulsión y niego con la cabeza.
—No quiero hablar contigo, Santiago. –digo y vuelvo a ponerle mi atención a las cajas.
—Supongo que debo congratular a Nate, dado el hecho de que se llevó un buen premio el otro día. –dice y volteo a verlo, su sonrisa se ensancha y el cabreo me invade.
—¿Hablas del descuido que tuvo antes de que lo golpearas como el idiota que eres? –pregunto y me quito los guantes.
Él sonríe y niega con la cabeza.
—No, preciosa, hablo de un premio mucho mejor.
—¿De qué estás hablando? –esto comienza a parecerme demasiado molesto.
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The First
RomanceSummer #1 S I N O P S I S : Rue Henderson obtiene su primer trabajo en la colonia de verano de sus padrinos, allí se reencuentra con Nate Griffin, el chico con el que ha compartido un verano en ese mismo lugar años antes y ahora también trabaja ahí...