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El vampiro de cabellos cenizos estaba molesto, quería ir a esa cita con Angus, pero el fastidioso de Jongdae le había dado trabajo. Trabajo que no podía esperar según él. Éste tipo era peligroso y lo quería sacar de las calles lo antes posible, de modo que se fue de caza.

Como Baozi había desaparecido desde la tarde sin decir ni a dónde iría, mucho menos si regresaría, le pidió al detective que entretuviera a su cita por un rato o, podía simplemente decirle que se fuera. Estaba tan aburrido y estresado con la nueva presa, que le daba honestamente igual. Luego él se pondría en contacto con el lindo y sexy humano de cabellos negros.

Con frecuencia, Jack el Destripador era descrito como un asesino inteligente, eficaz, burlón, astuto, frío y obsesionado por el asesinato. Los ataques que se le atribuyeron, involucraron a mujeres prostitutas de barrios pobres y tenía un modus operandi distintivo, que consistía en estrangulación, degollamiento y mutilación abdominal. La extracción de los órganos internos de al menos tres de las víctimas, llevó a pensar que el asesino tenía conocimientos anatómicos o quirúrgicos. Todo esto le hacía creer a Jongdae que un imitador rondaba la ciudad, y como siempre, Luhan era su mejor opción. Más de cinco víctimas habían sido encontradas y los estúpidos de la comisaría no le hacían caso, decían que era solo coincidencia.

Muy diferente a sus comunes ropas de caza, ésta vez el vampiro se vistió muy discreto; usó una gorra para cubrir su rostro, ropa deportiva y oscura. Necesitaba pasar desapercibido y poder camuflarse por si el humano era ágil (lo más seguro según el detective).

Luego de unos treinta minutos, ya había recorrido el área y sus oídos estaban tan enfocados en escuchar el posible grito de alguna mujer, que no se fijó muy bien donde pisó. Un hueco pequeño en el suelo causó que el vampiro se doblara levemente el tobillo haciéndole gemir de dolor. Esto no le afectaba demasiado cuando contaba con sus sentidos en esplendor, pero en cuanto los escondía, simulando ser un simple humano, sí dolía… Bastante de hecho.

Un chillido femenino le obligó a estar atento y se escurrió entre las sombras de los callejones para ir al lugar. Una chica acababa de ser asaltada y el ladrón se alejaba con su bolso dejándola tirada en el suelo. Luhan corrió a ella para asegurarse de que se encontraba en perfecto estado, pero ella, lloraba desconsoladamente y asustada.

—Mi bolsa, mi teléfono, mi dinero, mis documentos… Todo estaba allí, no puedo creer que lo perderé todo —balbuceó la mujer, aún en el suelo ofreciéndole sus manos a Luhan para que le ayudara a poner de pie, pero él solo sonrió adorable y la dejó allí mientras hacía una llamada telefónica.

Como todo un vampiro, comenzó a correr y cuando fue consciente de que ella no podría verle, aumentó la velocidad alcanzando al ladrón en cuestión de segundos, tomándole por el cuello sin siquiera controlar su fuerza. Casi destrozó al débil muchachito, un menor de edad. Al notar que era un simple chico, solo le arrebató el bolso y le dejó ir, quien corrió por su vida, nunca mejor dicho.

—Tenga. ¿Es éste, cierto? –le habló a la señora mientras le devolvía el bolso, y ella estaba tan agradecida que incluso le abrazó. Él acarició su espalda y le acompañó a casa como todo un caballero.

 Él acarició su espalda y le acompañó a casa como todo un caballero

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Un suspiro, otro y otro más. Sehun se encontraba en su apartamento, molesto a más no poder. ¿Qué se creía el vampirito ese?, ¿Que él estaría persiguiéndole como idiota enamorado por todos lados? No, claro que no!... Bueno sí, debía hacerlo… Pero joder, le había plantado ya dos veces. El cazador se sentía presa de su propia rabia.

El tal Jongdae no le quiso decir dónde estaba y no le permitió ni entrar a la casa. De haber podido observar un poco el interior, ayudaría muchísimo con su trabajo. Estaba frustrado.

Un mensaje le hizo estar atento y a salir de sus pensamientos.

–Jefe Park–
¿Dime qué encontraste en el restaurante? Dame algo con qué trabajar. Hun, quiero una cabeza frente a mí. Soo no mejora y mi desesperación ya pasó el límite normal. Olvida a 947 y encuentra al culpable Sehun. ¡Es una orden!

Sehun bufó al leer aquello y en cuanto guardaría su celular, otra notificación le hizo desbloquear el aparato una vez más.

–Luhan_947–
Perdona escribir tan tarde pero, ¿aún está en pie la cita? Quiero recompensarte por el plantón.

El chico de cabellos negros saboreó la victoria. Con unos rápidos movimientos de sus dedos, le dio respuesta al vampirito y se dispuso a salir.

Tomó las llaves del auto descapotable negro, aseguró su apartamento y sin dudarlo, se fue al encuentro de su víctima.

Cuando llegó a la misma puerta donde había estado horas antes, se revisó el aliento, sus ropas, todo. Debía estar perfecto. La feliz tonada del timbre retumbó en el interior de la casa, y a los pocos segundos la puerta se abrió. Un lindo y sexy vampiro de cabellos grises le sonrió al verle y él, él le sonrió también.

—Para tí –susurró mientras llevó sus manos al frente.

—Oh, lirios. –Luhan sonrió y las tomó algo asombrado. Nunca esperó un ramo de flores así que se acercó y depositó un beso en la mejilla del otro—. Gracias, Angus. Son hermosos.

La pareja se fue en el auto del pelinegro. El vampiro solo le mostraba el camino y él le seguía por completo las indicaciones. No tenía la menor idea de a dónde le llevaba, pero aun así, se arriesgaba con una sonrisa en el rostro. Ése era su trabajo y debía hacerlo. Unos cuantos giros más y Sehun no creía lo que veía. Se bajó del auto emocionado.

Se arriesgó y enredó sus dedos a los del otro para caminar dentro del lugar. El de pelo gris le miró, sonrió y afianzó el agarre.

—No me sueltes. Te pueden comer aquí —susurró Luhan con una risita, y el humano, por alguna razón que no entendía, le creyó.

El vampiro sonrió al señor de la puerta y sin una palabra, les abrió. El pasillo era muy largo y algo ancho, el final era algo imposible de ver por la longitud y oscuridad. Estaba iluminado solamente con velas, la ligera tonalidad amarilla de las velas le daban un toque medieval. Flores naturales que emanaban un olor ligero y envolvente, haciendo coquillas en la nariz de ambos. Era impresionante, cómo en medio de la ciudad, hubiese un lugar así. Incluso las paredes simulaban ser roca. Se sentía como si caminara por una cueva privada, lo que no estaba muy lejos de la verdad.

Cuando al fin llegaron al final del largo pasillo, Luhan le miró por unos segundos.

—¿Preparado? —preguntó.

A decir verdad, Sehun no lo estaba. Del otro lado de la puerta había todo un mundo incierto y maravillosamente desconocido. Perfecto. Solo debía dar un paso.

—S..Sí.

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–Nani–

Objetivo 947 |HunHan|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora