Objetivo 947 |HunHan|

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—¿Por qué lo dejaste ir? —Habló ligeramente enojado Minseok cuando al fin estuvieron solos, Luhan se hizo el desentendido bebiendo un poco de sangre que les había dejado Jongdae para unos días.

—¿No sé de qué hablas? Ni siquiera sé cómo fue que Angus logró escapar.

—Sehun, Luhan. ¡Sehun! No le sigas llamando así, ¡por Dios! —Refutó un poco más enojado—. Ayer hubiese sido la oportunidad perfecta para que tanto Baekhyun, tú y yo tuviéramos nuestra venganza, ¿no crees? —Luhan negó y tomó otro sorbo del rojo y delicioso néctar en su copa.

—Él debe sufrir mucho más, solo matarlo sería demasiado simple —comentó ganándose una mirada curiosa por parte de su amigo.

—Luhan, por favor, entre más tiempo permanezca con vida más posibilidades de destruir corazones tiene —pidió intentando que su amigo entrara en razón pero parecía imposible. El rostro de Luhan permanecía impasible, frío.

—Tranquilo, él vendrá pronto.

—¿Qué te asegura eso? Después de lo ocurrido yo no volvería aquí. —Luhan sonrió y negó poniéndose de pie.

—Él vendrá, ¿y sabes por qué? Porque me quiere. —Soltó como si nada y Minseok rió muy alto.

—Ya caíste en sus redes. Estúpido. Su meta es que pienses eso, idiota.

—No me estás entendiendo, él tiene algo conmigo. No sé qué es aún, pero va más allá de su asignación de eliminarme. Lo sé. —El pelinegro bufó rendido y se fue de la casa, tenía planes con cierto mayor que siempre le relajaba.

—No puedo creer que lo dejaras salir de la cama con una herida tan peligrosa en la cabeza, Yeollie. —Se quejó el pequeño con su novio y mostrando un puchero—. ¿Y yo? ¿Cuándo me dejarás salir a mí de aquí?

—No es lo mismo, él es mi empleado, tú mi novio —respondió con obvio cariño y dejando un beso en los perfectos labios acorazonados que tanto amaba.

Algo que Park Chanyeol desconocía, la dieta especial de Kyungsoo, ya era algo necesaria para el pequeño. Llevaba tantos años de vida dedicándose a alimentarse casi en su totalidad de carne humana que su organismo rechazaba la normal. El carnívoro llevaba casi tres semanas sin poder comer algo realmente nutritivo para él y se sentía débil. Sabía que no podía decirle a su novio, un simple jefe de una compañía de telecomunicaciones, que quería agarrar su propio brazo por hambre. Chanyeol saldría corriendo si descubría algo así sobre él. Park era tan normal...

Algo que desconocía Do Kyungsoo, el trabajo de Chanyeol no era en una compañía de telecomunicación sino encontrando vampiros y matándolos a todo costo. Cuando estaba en sus veinte él era el que salía a arriesgarse, sufriendo grandes lesiones en batalla pero con el tiempo su rango fue aumentando hasta que se volvió el jefe. Ya no necesitaba arriesgarse, ya podía tener una vida normal, sentado en un escritorio revisando papeles, así fue como conoció a Kyungsoo, el hermoso chef de su restaurante favorito. Frente a sus ojos Kyungsoo era la persona más delicada, detallista y perfecta del mundo. Además, su comida era deliciosa...