Objetivo 947 |HunHan|

↪947↩ - 26

—¡Chanyeol! —Su grito hizo que Vernon se quejara un poco mientras llevaba su mano a su nuca.

—¿Qué ha pasado? —Indagó por lo bajo, pero el peli negro no respondía, se mantenía abrazando a Park en el suelo intentando detener la sangre que escapaba por su frente.

—Mi amor, por favor, reacciona. —Pedía entre llantos, el nerviosismo siempre le jugaba una mala pasada haciéndole llorar aunque no quisiera.

El tercero notó que no importaba su situación y poco a poco recordó lo que había pasado, se puso de pie con lentitud y salió de la celda en busca de sus compañeros para asegurarse de que estuvieran bien. Cuando pasó por las demás celdas descubrió que 947 ya no estaba, Los guardias se mantenían en el suelo derrotados, pero sin ningún rasguño y 900 se acercaba a él con sus ojos tenebrosos.

—Hagamos un trato... —susurró con una risa malévola, por toda la espina dorsal de Vernon recorrió una cosquilla que le causó temor, aún así, se acercó a él.

Del otro lado, Chanyeol abrió sus ojos encontrándose con su novio frente a él, llorando y con su rostro lleno de sangre, su propia sangre. Levantó una mano hasta la mejilla del otro para limpiar el rojo líquido causando así que el menor notara que había despertado.

—¿Chan, estás bien? –Le preguntó leve en medio de su llanto, el mayor asintió y se sentó en el suelo con la ayuda del peli negro.

—¿Por qué estás aquí? —Indagó notando su propia herida y llevando una mano a la zona para cubrirse— ¿qué haces fuera de la celda? —la frase asombró al menor, quien se alejó un poco más de él— eres un monstruo, perteneces a una celda, regresa por las buenas o te llevo yo mismo.

—Chan... —tartamudeó poniéndose de pie y tratando de procesar las palabras de aquel que lo había amado con inmensurable pasión hasta el día anterior.

—No digas así mi nombre, solo regresa a la celda. —Rígida, su voz se mantenía rígida.
El menor se alejó un poco más, lo miró con lágrimas en los ojos una vez más y tragó seco antes de tomar el arma que sabía siempre dejaba el cazador bajo la mesa. La llevó a su propio pecho sin dudarlo, sus lágrimas escaparon sin hacer nada por detenerlas y al notar el mayor sus acciones se puso de pie con sus manos en alto tratando de que no apretara el gatillo.

Kyungsoo rió—. Dices que soy un monstruo, debería morir, ¿no es así? —su risa se unía con su llanto, causando una escena alocada—. Voy a hacerlo por tí, ya que no tienes que hacerlo tú.

—Kyungsoo baja el arma, dámela —pidió sin dudarlo tratando de acercarse, pero a medida que daba un paso hacia adelante el contrario lo hacía hacia atrás.

—¿Por qué intentas detenerme? No hay necesidad de que yo viva, debería morir y librarte de la carga que conlleva tenerme en tu vida. —Su mano temblaba de miedo a pesar de lo fuerte de sus palabras, nunca había sostenido un arma en sus manos, mucho menos intentado dispararse—. Todos estos años juntos se vuelven mierda cuando descubres lo único que no sabías de mí. Sí, es algo fuera de lo común, lo sé, pero eso no quita que todo lo que hemos pasado juntos sea una mentira.

El peli negro hablaba y hablaba sin cesar, su mano temblaba por el peso del arma en ella y por sus mejillas corrían hermosas lágrimas de dolor y tristeza. El corazón de Chanyeol dolía de escucharlo, de verlo tan destruido, él se encontraba igual.

—Siempre me dijiste que el cazador era Sehun, pero ahora veo que eras otro más, no eres un agente como dijiste, ¡también mentiste! —Gritó lo último asustando más al hombre frente a él quien no soportó más y se abalanzó para arrebatar el arma de sus manos para poder lanzarla lejos causando que un disparo se escapara incrustándose en su piel. Eso no importó, abrazó por detrás a su pequeño y escondió su rostro en el cuello del otro buscando calmarlo.

—Por favor, te necesito vivo... —su susurro causó que las lágrimas del peli negro cayeran con más fuerza.

—No es cierto, soy un monstruo. Me lo has dicho demasiadas veces ya —renegó tratando de zafarse, pero los brazos del mayor eran más fuertes.

—Lo eres, pero no puedo verte morir. —Una vez más su sinceridad no era algo lindo de escuchar.

—Déjame ir, por favor. No quiero estar aquí. No puedo verte a los ojos justo ahora. Prometo que no comeré nada, pero déjame ir. —Su pedido era sincero, solo quería alejarse de él, dolía demasiado estar entre sus brazos—. Nunca más me verás, solo... déjame ir, Chanyeol.

—No puedo dejarte ir, sabes que no puedo hacerlo —susurró aferrándose a él.

—No tendrás que hacerlo, yo te voy a obligar —la gruesa y atemorizante voz de Yifan los hizo mirar al frente encontrándose con el vampiro y viéndolos con una risa malévola—. Que lindo es el amor~ si tan solo fuese sincero... —con la última frase se transformó frente a sus ojos dejando al menor helado, jamás los había visto cambiar. Era impactante, ojos azules, cabellos blancos, aura tenebrosa y colmillos afilados, sus bellos se erizaban solo de verlo.

Chanyeol trató de poner a Kyungsoo detrás suyo para protegerlo pero la herida de bala que había recibido lo hizo quejarse y darle entrada al vampiro de actuar.

Sin dudarlo se acercó a ellos, tomó al pelinegro cargándolo en su hombro y dejó una mordida en el cuello del cazador, quien no tuvo oportunidad de evitarlo, solo cayó al suelo viendo como el objetivo 900 se llevaba a lo único que amaba en el mundo. Su pequeño... monstruo...

—M-mierda... —Se quejó al sentir que el veneno comenzaba a recorrer su cuerpo.

Cayó al suelo y lo intentó evitar, pero no había nada que hacer, los espasmos fueron demasiado fuertes para él. Su corazón comenzó a latir acelerado hasta que el punto que se detuvo, dejando así escapar su último aliento y cerrando sus ojos derrotado.

—¡¡Chan!! —La voz de su pequeño a lo lejos y su rostro en sus recuerdos fue lo último que vio, al menos era un lindo recuerdo.

Hola mis amores.
Aquí les dejo actualización triste.

Dedicado a tí que lo pediste hoy LFR2004

Felices 6 años 🥺💞 Solo quiero decir que es un honor estar en un fandom tan maravilloso como el que tenemos. Nunca cambien, Exol~ sarahaja!

Quejas a la autora por el capítulo aquí.
Comentarios sobre la historia aquí.
Les amo mucho.
Nani.