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Luego de una exhaustiva revisión por parte del doctor y su compañero, la respuesta apareció dejándolos atónitos.

—El arma utilizada está bendecida, Luhan. Tardarás semanas en cerrar la herida, como un humano normal. —Sentenció secando sus manos y poniendo una vez más la venda.

—¿Todavía quedan de esas? —Indagó Yifan que se mantenía apoyado a la pared con sus brazos cruzados y sin perder de vista las acciones de los doctores—. Hace décadas que no veo una.

—Pues yo tampoco he visto una en mucho tiempo, pero un corte como ese, con esa precisión, profundidad y constancia sólo es capaz de lograrse con un arma bendecida. —Volteó a verlo mientras Luhan se mantenía en silencio perdido en sus propios pensamientos—. Por cierto, necesitarás cuidarlo muy bien, como has hecho hasta ahora. Si se infecta, puede ponerse muy muy feo, Yifan.

—De seguro lo haré, de eso no tengas duda. —Habló serio viendo al chico de cabellos grises en la cama y luego tomó fuerzas para pedir ayuda por primera vez en su vida—. Tenemos que eliminar a Sehun antes de que nos mate a todos. —Sí, esa era su forma de pedir ayuda: mostrarles que todos estaban en el mismo barco.

—No vas a eliminar a nadie, Wu Yifan. —Por primera vez se escuchó la voz del herido y los otros tres lo miraron curiosos.

—Luhan, Yifan tiene razón. Debemos hacer algo con Sehun, o al menos su armamento. No nos podemos arriesgar. —Intentó hacerlo entender Junmyeon, pero el hombre no parecía entender la importancia de la situación.

—¡Dije que no! —Gritó de pronto y tuvo que llevar su mano a su vientre debido al dolor que le causó el esfuerzo.

—¿Nos dejan solos unos minutos? —Pidió amablemente Yixing obteniendo un rotundo no por parte del dueño de la casa—. ¿Por favor?

Ni siquiera cinco segundo hizo que salieron de la habitación y ya el chico dejó escapar lo que pensaba sin pensar mucho las cosas, él era así.

—¿Te gusta Oh Sehun, verdad? —Se escuchó más como una afirmación que a una pregunta y Luhan lo miró asombrado, confuso.

—¿Qué? ¡No! —Refutó sin dudar, el doctor se cruzó de brazos dándole a entender que no le creía para nada.

—No mientas, deberías ser el primero en querer matarlo y eres quien que se opone. No soy idiota, Luhan. —El herido bajó la mirada y jugó con sus dedos.

—Que no me gusta, Yixing, es solo que... —Dudó en cuáles serían sus próximas palabras.

—¿Solo qué?

—No estoy seguro si quiero destruirlo por lo que le hizo a Baozi o si deseo protegerlo debido al dolor que le causé en el pasado. —Prácticamente susurró.

—Él te acaba de hacer daño sin dudar —señaló las evidentes heridas—. Mira tu estado, Luhan. —El contrario mantuvo su cabeza baja, se sentía como un niño siendo reprendido por su padre.

—Siento que lo merezco. —Balbuceó.

—Luhan, necesitas comprender que no estás solo tpu en peligro, lo estamos todos. —El tono de voz de Yixing excedió su volumen normal, dio unos pasos hasta el vampiro de cabellos grises y lo señaló acusante—. Haz lo que te plazca, pero te prometo que si algo le ocurre a Kim Junmyeon por tu culpa, te cazaré yo.

Luhan quedó totalmente asombrado por las acciones de aquel frente a él. Las veces anteriores que lo había visto él era el calmado y centrado, siempre tratando de arreglarlo todo con palabras a pesar de ser un vampiro parecía no ser amante de la violencia y los malentendidos. Por esta razón fue que sonrió cálidamente confundiendo al enojado ser de pie al lado de su cama.

Objetivo 947 |HunHan|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora