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La hermosa sonrisa del rubio frente a ellos los dejaba atónitos. Minseok y Jongdae habían podido encontrar a Baekhyun esa misma noche, lo tenían justo enfrente y se sentía tan raro observarlo. 

—¿Por qué me miran así? —Indagó con una leve sonrisa mientras disfrutaba de un delicioso pastel de tres leches. Su nariz moqueaba obligándolo a limpiarse constantemente, pero no les molestaba, era algo tierno. Un bebé, Baekhyun parecía un bebé.

—No, nada, nada. —Se apresuró el menor a responder junto a un movimiento de manos.

—Perdón por hacerte venir con tanto apuro, es sobre Oh Sehun. —Dijo Jongdae y en cuanto Byun Baekhyun escuchó ese nombre se transformó de bebé a demonio. El pequeño tenedor en su mano se volvió inservible gracias a su puño apretándolo. Sus cabellos rubio intenso se tornaron blancos a la velocidad de la luz y sus ojos inyectaban furia. Minseok se apresuró a tomar sus manos.

—Tranquilo. No puedes dejarte llevar así en público. —El detective miró a todos lados esperando que nadie hubiese notado eso, y por suerte, parecía que no.

—Minseok tiene razón, Baekhyun. Debes calmarte para así obtener venganza, sino solo pasarás dolor. —La blanca cabellera volvió a su color rubio hermoso y el piloto bajó la mirada.

—El muy hijo de puta me intentó matar... —susurró y suspiró sin hacer contacto visual—, yo lo amé, lo amo...

El corazón del pelinegro dolió, se vio reflejado en el vampiro frente a él. Ambos cayeron ante los encantos del estúpido, idiota, arrogante y avallasador Oh Sehun. Se cambió de lugar para sentarse justo al lado de Baekhyun y tomar sus manos.

—Te entiendo, yo casi muero en sus manos también. Usó el mismo método conmigo, me enamoró. —Sonrió leve—, supongo que es fácil enamorarse de él, ¿verdad? —El rubio asintió pero Jongdae se cruzó de brazos molesto. ¿Por qué estaba molesto? Solo él sabía.

—Baekhyun, ¿quieres vengarte o seguir llorando? —Habló de pronto llamando la atención de los dos frente a él.

El rubio lo dudó por unos segundos, volvió su mirada a Minseok y sonrió leve.

—Quiero venganza. —Habló con esa sonrisa cuadrada que le hacía ver tan hermoso. El pelinegro sonrió cálidamente y la comisura de los labios del castaño se elevó.

—Entonces vamos. Es hora de que conozcas otra víctima. —Se puso de pie y los otros dos le siguieron—. Oh Sehun no sabe lo que le espera.

Wu Yifan se agachó frente a aquellos dos cuerpos desnudos y temblorosos

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Wu Yifan se agachó frente a aquellos dos cuerpos desnudos y temblorosos. ¿Por qué Luhan no actuaba? ¿Por qué no se defendía?, Sehun no entendía por qué ni siquiera lo intentaba.

Las enormes manos del agresor se ubicaron en los cuellos de ambos para lavantarlos en peso y cortando así su entrada de oxígeno. Ambos se comenzaron a remover buscando escapar y su escandalosa risa los aterraba aún más.

—Cariño, ¿te gusta este idiota? —Habló con ironía mirando a Sehun—. Ni siquiera puede salvarse a sí mismo, ¿cómo te podría proteger a tí? —Las manos del vampiro apretaban el brazo que lo asfixiaba y decidió que era hora de luchar, por mucho miedo que le tuviera a Yifan, temía más morir en manos de él sin luchar.

—¡Vete a la mierda, Yifan! —Gritó dejando a su cuerpo transformarse. Sus ojos se tornaron azul intensos, su cabello gris se volvió blanco, sus colmillos ya eran visibles y con un rápido movimiento liberó su garganta de la mano que la oprimía—. ¡Quien me guste o no ya no es tu problema! 

Los ojos de Yifan se inyectaron de rabia, en un segundo lanzó a Sehun contra la pared haciendo que este gimiera de dolor al sentir como su espalda impactaba con el duro concreto terminando en el suelo completamente desmayado debido al fuerte golpe que recibió en su cabeza. Luhan aprovechó para lanzarse sobre Yifan y así atacarlo. Sabía que era suicidio, pero su nariz era fuerte en este estado y le avisó que pronto tendría ayuda.

—Este es el Luhan que recuerdo. —Dijo con una ligera sonrisa en sus labios intentando liberarse del agarre del pequeño cuerpo sobre su espalda, pero un grito de dolor se le escapó cuando aquel enterró sus uñas en su espalda rasgando así por completo sus ropas junto a su piel—. ¡Mierda, Luhan! —Gritó y con destreza tomó a su oponente por una pierna lanzándolo contra la puerta y rompiéndola haciéndole caer en medio del pasillo.

—¿Pero qué...? ¡Lulú, Hyung! —Una voz conocida se escuchó venir de la sala y Luhan suspiró aliviado. La caballería acababa de llegar.

Minseok corrió a su amigo y Jongdae junto a Baekhyun quedaron inmóviles al ver al enorme ser que salía de la habitación.

—Oh, amiguitos. —Movió su cabeza de un lado al otro y chasqueó sus nudillos con esa sonrisa leve que le caracterizaba. Todos sentían escalofríos solo de saberse cerca suyo.

—¿Está bien, hyung? —Preguntó el menor al notar que Luhan se ponía de pie una vez más y se preparaba para pelar. En cuanto iba a lanzarse a Yifan una vez más, Minseok le detuvo.

—¡¿Estás loco?! —Gritó jalándolo hacia atrás y alejándolo de Yifan—. No puedes matarlo, hyung. Sí lo haces morirás.

—¡No me importa! —Se zafó y con un ágil movimiento intento arrancar la cabeza de su oponente, el resultado fue un abrazo demasiado fuerte. Luhan se estaba quedando sin aire mientras Yifan lo aplastaba a su pecho.

—Sabes que no eres rival para mí, cariño. —La gruesa voz de Yifan en su oído lo erizaba y lo llevaba al pasado—. Sabes que no me quieres hacer daño. —El aliento de Yifan en su cuello lo hacía temblar, años antes haría lo que fuera por él, ahora solo deseaba escapar—. Sabes que me amas, cariño.

Un beso, un ardiente beso robado dejó a todos asombrados en la habitación. Luhan había besado los labios de su oponente, aquel que lo sofocaba con un abrazo.

—¿Sabes, Fanfan? —Habló sobre sus labios y el vampiro había liberado a su presa debido al repentino beso—. Aborrezco aquel trece de diciembre de mil setecientos noventa y cinco —susurró—. El día en que me emborraché tanto que caí por ese puente... —separó sus bocas para ver a Yifan a los ojos—. Hubiese sido perfecto solo morir ese día, ¿por qué me convertiste? No lo entiendo. Luego de tantos años, sigo sin entenderlo.

Silencio. Un silencio espectante inundó la habitación y la respuesta de Yifan simplemente fue una bomba para los presentes.

—Te amaba y no soportaba la idea de perderte. Aún lo hago.

Por la demora solo puedo decir, lo siento

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Por la demora solo puedo decir, lo siento. Les ama:

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–Nani–

Objetivo 947 |HunHan|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora