Juliana se despertó cuando la luz del sol alcanzó a sus ojos, tardó un segundo en recordar que había sucedido, pero cuando lo hizo... tuvo que contener su sonrisa mordiendo levemente su labio inferior, dormía sobre el brazo de Valentina quien a su lado descansaba plácidamente. Se incorporó intentando por todos los medios no despertarla y afortunadamente lo consiguió, luego se cubrió con una de las sábanas y miró por la borda; algunos metros más abajo el agua acariciaba el casco del barco que seguía su marcha como si nada hubiese ocurrido, Juliana sonrió, porque algo sí que había ocurrido, algo tan maravilloso que no se atrevería siquiera a ponerlo en su diario para que nadie llegase a encontrarlo y esa memoria les perteneciese sólo a ellas.
Buenos días – Juliana se volteó al escuchar la voz adormilada de Valentina quién hacía notables esfuerzos por desperezarse- ¿Dormiste bien?
Como un bebé -responde con una sonrisa- ¿Tú?
Increíble -la chica bosteza y al intentar incorporarse se lleva una mano a la espalda baja.
¿No habías dormido nunca en el suelo, princesa? -masculla Juliana, Val suelta una risita.
No sé cómo lo soportaste -admite la chica mientras se estira- las bancas de afuera no son mejor que esto.
No es la gran cosa, te acostumbras - explica Juliana a la par que se encoge de hombros.
Debiste venir aquí antes – apunta y mientras lo hace se levanta completamente desnuda, lo que hace a Juliana apartar la mirada con las mejillas rojas.
Supongo... -
Puedes mirar si quieres -el tono en el que lo dice es Juguetón y eso hace que a Juliana se le revuelvan las ideas, quiere mirar, pero a la vez teme ser descortés, nunca se ha encontrado en esa situación antes, ni con un chico, ni con una chica por lo que no sabe muy bien como proceder-Ven -dice mientras se acerca para tomar su mano. Juliana traga de forma audible y levanta la mirada, la claridad del día proporciona más detalle, le revela cosas que la oscuridad escondía, toda la chica es un deleite para la vista, sin embargo, aquella postal queda opacada cuando encuentra su mirada; confiada serena y llena de amor.
Val parece tentada a decir algo más, pero Juliana se lo impide besándola nuevamente, Val le corresponde de inmediato sonriendo en medio del beso, Juliana deja que Val sujete su cintura, más no deja caer la sábana que esconde su cuerpo marcado por la violencia en la que ha crecido y antes de que Valentina pueda siquiera pensar en quitarla, Juliana la dirige lentamente a la cama. Puede sentir el deseo apoderarse lentamente de sus sentidos y aquello la emociona en demasía, ha quedado sorprendida de las emociones que ha alcanzado, del vínculo que se ha creado entre ambas, una garantía frente a lo desconocido, porque no importa a dónde las lleve el destino, ahora están ligadas en una forma que Juliana no esperaba, pero que no por eso deja de ser menos especial.
Se besan con apasionada ternura, adentrándose cada vez más en su mundo, un mundo que parece moldeado solamente para ellas hasta que son interrumpidas por el sonido de alguien llamando a la puerta.
¿Mi niña? -inquiere una voz femenina- ¿Mi niña Valentina? ¿Le traigo su juguito?
¡Ahorita no Chivis! -grita Valentina conteniendo una sonrisa- ¡Retírate!
Pero mi niña... -
Chivis yo...-más la chica se interrumpe cuando Juliana con una sonrisa juguetona besa la piel tersa de su cuello- yo...-la chica suelta una risita de la que Juliana se enorgullece.
¿Todo bien mi niña? -Valentina mira a Juliana entre divertida y preocupada, pero a ésta le tiene sin cuidado, besarla y acariciarla mientras intenta responder con normalidad es un juego al que no piensa renunciar.

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Cinco días
Fanfiction¿Cuántos días se necesita para enamorarse de una extraña? Las vidas de Juliana y Valentina caen en picada, hasta que sin saberlo, sus destinos se entelazan sobre el mar bravío previo a la tormenta ofreciéndoles una última salida. ¿Tendrá su amor la...