Tarde

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No puedo creer que te colgaras del balcón del barco más grande del mundo ¡Juliana, ¿en qué estabas pensando?!-caminaban por la cubierta común con la brisa marina acariciando sus cabellos y el sol subiendo cada vez más en el cielo. Juliana reprimió sin éxito una sonrisa, había sido una locura, si, pero valió la pena por el escape y -por qué no admitirlo- por la admiración que su atrevimiento había generado en la chica.

No fue como que lo pensara mucho- dijo ésta sujetándose de su brazo-créeme, sólo quería librarme de tu hermana para no meterte en problemas. ¿Ella sabe de... liverpool?

No- la sonrisa de Val parece volverse nostálgica- aunque ella... sabe, se enteró.

¿Cómo? -

Bueno, yo tenía unos quince años y me descubrió en el cuarto de una amiga, era un beso inocente, pero ella armó un escándalo. Le lloré para que no dijera nada a nadie, a penas lo logré-confiesa- pero tuvo un precio; me hizo prometer no volver a Manchester jamás.

¿Manchester? -

Fue en un curso de verano para señoritas al que mi papá nos mandó-explica la chica.

Manchester, Liverpool -Juliana reprime una sonrisa- ¿Eres del tipo que se lía con una chica en cada lugar que visita? - Val suelta una carcajada y Juliana la acompaña aunque a medias pues la voz del chino resuena en su cabeza como un fantasma que ronda sus múltiples inseguridades.

No, digo a veces se me da, pero no es algo que yo busque-

Claro, ahora resulta que eres irresistible- apunta Juliana mientras rueda los ojos.

No lo sé- la más joven se ve sorprendida cuando Valentina la acorrala contra una de las barandillas- ¿Qué dirías tú?

Ah...-para ser honesta, no diría nada, porque su cerebro parece haber hecho corto circuito- yo... no te hagas la coqueta conmigo- dice haciendo un esfuerzo para escaparse en lugar de besarla- no quiero ser otra en tu lista nada más...

Wow, wow -Juliana se detiene cuando Val la sujeta de la muñeca- no eres una más de ninguna lista, no eres... no eres nada que me haya pasado antes ¿Sabes?

Bueno, me alegra saber que estamos en la misma página -dice Juliana y luego sin poder evitarlo le roba un beso.

¡Juls! ¡¿Qué tal si alguien nos ve?!- exclama la chica mientras mira a ambos lados para cerciorarse de que se encuentran solas.

Tranquila -Juliana se aleja y le sonríe -estamos solas-sin embargo, ni bien ha terminado de decirlo, un caballero de sombrero de copa sube por las escaleras y las saluda con un gesto elegante.

¿Decías? -reclama Val mientras camina con Jul del brazo.

¿Te molesta mucho que sepan? -inquiere la chica.

Si, me preocupa- precisa Val- ya sabes, dicen que no está bien.

Dicen...-

¿A ti no te importa? - inquiere Val.

No -aunque rápidamente añade- bueno, si no fuese por el chino, no me importaría.

El misterioso chino -murmura Val más para sí misma que para alguien más.

Entonces -interrumpe Juliana deseosa de cambiar el tema antes de que ese tema se vuelva el eje de la conversación-¿Qué te parece si nadamos después y ahora vamos a... investigar que más hay el barco?

Seguro- murmura Val después de un breve silencio.



Cinco díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora