13 de abril de 1912
Ojalá pudiese encapsular este día, vertir sus horas en un cáliz y sumergirme en él para verlo pasar una y otra vez, porque fue maravilloso, pero tristemente no creo que vuelva a repetirse. Hoy hablamos del futuro y sólo entonces me di cuenta de que no tengo idea de qué será de mí. Sé que el Chino prometió que me libraría de él, pero conociéndolo aquello puede ser terrible... como sea, he decidido que no me apetece averiguarlo. He decidido escapar a penas atraque el barco. ¿A dónde? No lo sé. ¿Cómo? No tengo idea. Pero algo se me ocurrirá, algo siempre se me ocurre. Val no me contó sus planes, estoy segura de que algo oculta, no soy quién para preguntárselo, no puedo reclamar nada si no soy honesta con ella primero, pero me pregunto si ella esca....
¡Juliana! -la aludida se levantó de la banca extrañada al oír la voz de Valentina que se elevó por encima del sonido del mar brioso y el viento helado que azotaba al barco.
¿Qué haces aquí afuera? - inquirió al verla cubriéndose con su bata de dormir.
¡Yo te podría preguntar lo mismo! -responde mientras intenta no tiritar- ¡¿Has estado durmiendo aquí todas las noches?!
Bueno- Jul se levanta y sin más le echa la cobija a Val en los hombros procurando arroparla perfectamente-me gusta ver las estrellas y...
Escucha, si no quieres decirme por qué, no lo digas- interrumpe la chica- pero no me mientas, ¿De acuerdo? - Juliana suspira y asiente.
Si me topo al Chino ahora, o me mata o lo mato-Val abre los ojos al oír aquello y la chica sacude la cabeza sintiéndose estúpida-es un decir... el punto es que no estamos bien y eso.
Entiendo-suspira Val- recoge tus cosas
Val...-
Juliana- la aludida mira a la chica- no te lo estoy preguntando, dormirás en el diván de mi habitación.
Val, no es necesario, no quiero problemas con tu familia y si el Chino... ¿Qué haces? -pero Valentina no responde, simplemente se acerca a la banca y toma la otra cobija para luego alejarse - ¡Val! ¡Regrésame eso!
¿O qué? ¿Me acusarás con el sargento de marina? - inquiere-adelante, le comentaré tus planes y te escoltará de vuelta a tu camarote ¿Eso quieres?
Val-Juliana sólo puede imaginarse lo que hará el Chino si el sargento de marina aparece en su puerta-esto es serio...
También lo será si cachas una neumonía por hacer estas cosas-repica la chica mientras entra a la pasarela de primera clase-vas a dormir conmigo esta noche-Juliana se muerde los labios, recuerda la forma en la que su cuerpo reaccionó la primera noche que tumbaron juntas para mirar las estrellas ¿Cómo se supone que tolere eso por muchas horas? - bueno, en mi habitación quiero decir...
Juliana sacude la cabeza en actitud reprobatoria, pero aun así la sigue por los pasillos vacíos y elegantes de la primera clase, serpenteando con cautela a la par que echa ojeadas furtivas por aquí y por allá en caso de que el Alacrán, el Chino o Andrew aparezcan por allí.
¿Y tú hermano? -
¿Qué con él? - inquiere Val con cierto recelo.
Me refiero a ¿Qué vamos a hacer si me ve en tu habitación? -aclara la chica- O tu padre ¿Que explicación vamos a inventar si...?
Déjalo, Guillermo está... digamos que jugueteando con una de las damas de la condesa- informa Val sin mucho interés-no creo que llegue a dormir, mi padre está noqueado en su habitación y Eva no aparecerá.
No lo sé, Val-suspira Juliana, pero no dice nada más. Al llegar al camarote de los Carvajal, Valentina entra e inspecciona el lugar mientras Juliana espera en el pasillo mirando a ambos lados con nerviosismo.

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Cinco días
Fanfiction¿Cuántos días se necesita para enamorarse de una extraña? Las vidas de Juliana y Valentina caen en picada, hasta que sin saberlo, sus destinos se entelazan sobre el mar bravío previo a la tormenta ofreciéndoles una última salida. ¿Tendrá su amor la...