Lo que pasó después

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Valentina despertó, pero pasó un tiempo antes de que se sintiera capaz de incorporarse, cuando lo hizo, agradeció a los cielos que su habitación no diera vueltas, como lo hacía cuando decidió escaparse con su botella y su borrachera. Aun así, suspiró cansinamente llevándose la mano a la frente. Sintió sus cabellos húmedos, pero, aunque lo intentó, no pudo recordar el porqué, al final soltó un suspiro y lo dejó, intentar recordar solo hacía que la cabeza le punzara como si fuese a estallar de un momento a otro.

-Mi niña-exclamó Chivis mientras entraba- ¿Ya se despertó?

-No tan fuerte...-murmuró ésta sintiendo la garganta adolorida-de hecho, creo que volveré a dormir...

¡Ay mi niña! -la mujer bajó el tono luego de recibir una mirada acusatoria de la joven-mi niña, no puede volver a dormirse por mucho tiempo.

¿Por qué no? -

Don León está furioso-le dice sentándose a su lado mientras toma su mano-intentamos mantener todo en secreto, pero... se rumorean cosas.

¿Qué? -inquiere la chica- ¿Que se rumorea? ¿Qué pasó? No me acuerdo de nada...

Eso ahora no importa-la mujer se encoge de hombros y le aprieta la mano-pero tiene que estar preparada, en un par de horas, se dará la primera cena a bordo y su padre quiere que todos estemos allí...

¿De qué hablas? -inquiere-No pienso levantarme de esta cama hasta que atraquemos en Nueva York.

Ay mi niña, supe que esto pasaría-suspira mientras le acaricia el cabello-te voy a traer un té que hacía mi abuela, no te va a curar de inmediato, pero ayudará que en algunas horas... no te veas tan mal.

Chivis salió sin mediar más palabra dejando a Valentina confundida, sin embargo, su confusión no duró mucho tiempo; la mujer entró de vuelta al camarote con una enorme taza en sus manos y se la tendió a la chica, quien dudó, pero al final, la bebió rápidamente pese al penetrante olor a hierba cocida.

Sabe horrible-bufó la chica regresándole la taza.

Lo sé, pero te hará sentir mejor-asegura-vuelve a dormir, aún tienes un par de horas antes de que anochezca y tengas que salir a divertirte forzadamente a esa fiesta.

Valentina observa curiosa como su nana sale de su camarote y suspira antes de cubrirse, darse la vuelta y tratar de dormir. Cree que le costará mucho conciliar el sueño, pero no es así, en menos de lo que pudiese pensarlo, se encuentra totalmente perdida.





El anochecer se cierne sobre el Titanic, que surca las aguas como si le perteneciesen, recargada en una de las barandas de proa, Juliana observa el mar en calma, se siente diferente, como si encima de aquel palacio flotante hecho de acero, nada pudiera dañarla, y aunque en el fondo sabe que no es así, prefiere no darle importancia, en lugar de eso, saca de su bolsillo derecho un viejo librillo compuesto de hojas viejas encuadernadas pulcramente, desanuda el seguro toma un carboncillo afilado y escribe:

10 de abril 1912

Llevo menos de veinticuatro horas a bordo del fabuloso Titanic y ya me quiero bajar, ¡Me ha pasado de todo! Primero el chino y mi madre, que se empeñan en darme un maldito hermano, o al menos practicar hasta el cansancio... literalmente. Ojalá el imbécil ese que dice ser mi padre me hubiese alquilado una habitación aparte, incluso un camarote de trabajador me sería más acogedor que tenerlos dormidos a mi lado.

Luego me fui a perder por el bote, es cierto lo que decían en Inglaterra; es un barco majestuoso, más que un barco, parece un continente, el continente más lujoso que haya podido ver. Hay de todo: cubierta privada para los de primera clase, gimnasio, una sala de apuestas (o algo así) cubierta general, comedor para los de segunda clase, comedor para los de tercera... que no te engañen las formalidades, diario querido, tercera clase es un decir, las camas son nuevas, la comida es excelente, estoy segura de que la mayoría de esos pasajeros tuvieron una comida decente por primera vez en sus vidas hoy en la mañana cuando llamaron al desayuno... en fin, tiene muchas otras cosas más, cómo un salón de baile y una piscina. Lo cual me lleva al siguiente extraño punto.

Cinco díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora