La noche del sueño interrumpido

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Valentina ha dejado de sollozar hace rato, sin embargo, contrario a Juliana, no ha podido caer dormida, se mantiene despierta, recargada en el pecho desnudo de su compañera, contando sus respiraciones, protegida por su abrazo, escuchando los latidos de su corazón. Su mente divaga como el torrente de un rio incontenible, idea en su cabeza los posibles escenarios una vez pasados los secretos y las revelaciones, para ella han esclarecido las convicciones; ahora que ha encontrado a la mujer de su vida, no puede permitirse perderla, irá a Francia, no sabe como pero la seguirá en la locura de juicio que planea y se quedará a su lado esperando a que sea absuelta, tiene que ser absuelta, no hay otra posibilidad, no va a plantearse...

Sus pensamientos se interrumpen por un súbito movimiento que sacude la litera con fuerza y consistencia. 

Un terremoto-dice sin pensar mientras se incorpora-Jul... se mueve-se corrige al recordar que se encuentran en altamar.

¿Que?- la voz adormilada de la chica parece fundirse con un extraño chirrido lejano- ¿Que...?

Parece que algo pasó- dice la chica-¿Sentiste el temblor?-Al no obtener respuesta se voltea a la chica solo para darse cuenta de que ésta ha vuelto a caer rendida- Juls... -quiere despertarla pero se detiene al ver su semblante relajado, plácido e inocente al dormir, puede leer el frío en su piel desnuda, en su pecho, por lo que opta por dejarlo ir, volver a su abrazo y cubrir a ambas con el endredón. Sin embargo después de un rato de incertidumbre vuelve a incorporarse y se arrodilla al borde de la cama para mirar por el portillo y confirmar sus sospechas: se han detenido.

Juls, despierta -dice mientras mueve el hombro de la chica-Juls... -baja un pie de la cama, mas instantáneamente lo vuelve a subir mientras suelta un grito.

¡¡¿Que?!! ¡Val!-Juliana la busca con una mirada asustada.

No, no estoy bien-dice la chica rápidamente, pero creo que hay agua... agua en el camarote.

¿Que cosa? -Juliana se tira de nuevo en la cama mas se incorpora al poco-debe haberse roto una tubería del baño o algo... 

No creo, a menos que fuera una tubería grande -razona Val-hubo un pequeño temblor... ¿Deberíamos ir a investigar?- Juliana suspira cansinamente antes de levantarse para tomar su bata y correr al apagador, al accionarlo las chicas se dan cuenta de que una leve cantidad de agua encharca la habitación.

No parece la gran cosa-dice Juliana.

Entonces ¿Porque nos detuvimos?- Juls se encoge de hombros- Algo no me cuadra, deberíamos investigar... 

Si tu lo dices...- no hace falta decir nada más, ambas chicas comienzan a vestirse, Val intenta por todos los medios no tocar el piso mojado, saltando de una litera a la silla a otra litera, lo cual parte de risa a Juliana quien, en un punto incluso la lleva cargada en su espalda con una sonrisa hasta el lugar donde han quedado sus zapatos. Totalmente vestidas, intentan salir de la habitación pero para su sorpresa, afuera de la habitación dos marinos lo prohiben.

¿Cómo que no?- exclama Valentina- ¿Nota lo que está pasando?

mis disculpas señorita-masculla uno de los dos hombres- pero por orden del sargento de marina, la mujer aqui custodiada, no tiene permitido dejar el camarote durante la noche.

¿Entiende que el camarote... el pasillo-nota la chica señalando al piso-está inundado?

Lo notamos, pero una orden es una orden-repica el otro muchacho-esto debe ser un mal funcionamiento de las tuberías que se arreglará en poco, mis compañeros ya están ocupándose de ello...-Juliana y Valentina miran a lo largo del pasillo donde, marinos, mucamas y otros incitan a los pasajeros a volver a sus camas y conservar la calma.

Cinco díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora