Cavilaciones

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Debes de creer que estoy loca ¿no? -

¿Eh? - Valentina pierde el hilo de sus pensamientos cuando Juliana habla, y de pronto recuerda que no está allá dónde su mente divaga, sino en la popa del barco más imponente del mundo, recargada en la incómoda barandilla de metal mientras acaricia el cabello de Juliana.

Que ahora debes creer que estoy loca-repite la chica.

Bueno, un poco -sonríe Val- ¿Por qué te pusiste así? No lo entiendo ¿Qué viste en el puerto?

Preferiría... preferiría no decírtelo-masculla la chica después de un rato-además no fue eso, más bien... tuve un... una especie de crisis, todo en mi vida es... complicado.

Te entiendo-masculla Val por lo bajo.

¿Ah sí? ¿Por qué? - la pregunta muere en el aire. Valentina se muerde los labios dudosa de contestar-Entonces, yo te salvo y tú me cuidas, pero no es suficiente para saber un par de secretos ¿no? -Val sonríe apenada-no pasa nada, mejor cuéntame algo más, ¿Viajas con tu familia? O ¿Vienes sola?

No, mi Padre, mi hermano, mi hermana y su esposo, Mateo me acompañan-Dice la chica- ¡Ah! Y Chivis, Tiberio y Alirio.

¿Quienes? -

Tiberio es el mayordomo-explica-Alirio el chofer y Chivis mi... ¿Nana? Si, supongo que esa es la palabra.

¿Nana? -Juliana amaga una sonrisa- ¿Tan grande y necesitas una nana?

¡Oye! Es más bien por decir algo-reclama Val orgullosa-sé valerme bien por mi cuenta... ¿Tu vienes sola?

No, con Lupe, el chino y el Alacrán-

Vaya nombrecitos-se burla. Pensaba molestarla, pero le sorprende cuando Juliana se ríe-son tus... ¿amigos?

No, no tengo tan mal gusto-dice limpiándose las mejillas dónde sus lágrimas permanecen húmedas-Lupe es mi mamá, el alacrán mi padrino y el chino mi papá.

¡Oh! -

Si, oh-

Entonces... no se llevan muy bien ¿No? -

No realmente-responde la chica. Ambas se sumergen en un silencio confortable pese al aire marino que las despeina mientras el trasatlántico se abre paso entre aguas irlandesas.

Tampoco me llevo bien con mi familia-confiesa Val de pronto-Mi hermana es una mandona de primera, no es buena ni siquiera con Mateo y estoy segura que allá en Londres, lo engañaba con alguien más, Guille es hueco y torpe, cómo que más allá de ser el heredero de la fortuna de Papá, no es la gran cosa... y Papá... mejor ni hablar de él. Mateo es el único que me cae bien, puede que sea la única persona abordo que aprecie.

¡Uy! pues ya mejor me voy...-

No, no no espera! -Valentina se cuelga de su brazo evitando que la chica se levante-espera, tú no, de hecho, tú me caes muy bien.

¿Ah sí? -

Si -

Pero si lo único que he hecho es llorar y-le señala el hombro húmedo-arruinar tu vestido con mis lágrimas.

Cálmate dramática -ambas ríen- también me salvaste en la piscina y con el gordo que me tiró hace rato...

Menuda forma de iniciar una amistad ¿No? -inquiere la chica.

Supongo que nada está escrito-responde Val sonriente. Juliana tiene unos preciosos ojos negros, que hacen juego con su cabello al viento y a la vez contrastan con su sonrisa amplia. Lo ha visto de reojo antes, pero ahora que se encuentran frente a frente lo puede apreciar mejor. No importa que la punta de su nariz esté levemente enrojecida por haber llorado, o que sus ojos sigan acuosos por las lágrimas derramadas, eso no le quita belleza, todo lo contrario; le dan un aire inocente en el que Val se ve repentinamente atrapada.

Cinco díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora