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~_____~

—¿Lista para morir, _____? 

La voz de Cut me hizo daño físicamente mientras me obligó a subir los escalones toscamente hechos y la base de madera. Mi corazón rompió a través de mi caja torácica. 

Jasmine gritó desde el otro lado de la habitación. Su grito se deslizó a través del salón de baile, las lágrimas manchando sus bonitas mejillas. —Por favor. 

Mis propias lágrimas amenazaron con arrasarme, pero quería permanecer con los ojos secos. Quería recordar mis últimos momentos con perfecta claridad y no nadando en líquido. 

Cut me torció los brazos detrás de la espalda; gemí con la agonía de mi fractura. El cordel envuelto alrededor de mis muñecas, doblando mi antebrazo de forma poco natural. 

—Por favor. No… 

Me hizo girar con sus grandes manos sobre mis hombros. Sus ojos brillaron con disculpa, y al mismo tiempo, resolución. —Silencio, _____. —Sus labios tocaron los míos, dulce y suave, antes de que me encaminara al podio y apretara con fuerza—. Arrodíllate. 

—¡No! 

—Arrodíllate. —Me pateó, empujando la parte posterior de mis rodillas, rompiendo mi estabilidad y doblándome en el lugar. Chillé cuando el dolor en las rótulas se correspondía con el dolor en el brazo. Como una aguja quebrada, perdí lo puntiagudo, mi lucha. 

El esplendor del salón se burló de mí al inclinarme de mala gana a los pies de mi verdugo. 

En las paredes el terciopelo y el hilo bordado a mano brillaban como los diamantes contrabandeados de los Mins, un contraste directo con la madera toscamente serruchada y el trabajo ordinario de la tarima de la guillotina. 

—No hagas esto. Cut... piensa en lo que te has convertido. Puedes detener esto. —Mi voz imitaba un ruego, pero me había prometido no rogar. Vi, entendí y sufrí cosas que nunca pensé que sería capaz de soportar. Fui el juguete de ellos durante meses, su adversario durante años, su némesis durante siglos. Me negaba a llorar o arrastrarme ante él. No le daría esa satisfacción. 

Sé la historia de los Mins. Sé que soy más fuerte que ellos. 

—Quiero vivir. Por favor, déjame vivir. 

Se aclaró la garganta, enmascarando cualquier pensamiento de vacilación. —En cinco minutos todo esto habrá terminado. —Se inclinó hacia un costado y recogió una cesta de mimbre. 

La cesta de mimbre. 

No quería pensar en cuál sería su contenido. 

Lo colocó en el otro lado del bloque de madera. 

Mi corazón martilló, latiendo cada vez más rápido hasta que el mareo me enfermó. 

Mis pulmones exigían más oxígeno. Mi cerebro exigía más tiempo. Y mi corazón... exigió más esperanza, más vida, más amor. 

No estoy lista. 

Así no. 

—Cut… 

—No. No más charla. No después de todo lo que has hecho. Mi hijo. Mi madre. Crees que has robado todo lo que me importa, pero voy a robar mucho más de ti. De Yoongi. Y cuando me entere donde está Taehyung, voy a robar de él, también. —Sacando una capucha negra de su bolsillo, no dudó. Sin fanfarria. Sin pausas. 

—¡No! —grité y la negrura rasposa devoró mi cara, apretada con una cuerda alrededor de mi garganta. 

El Llorón Weaver me heló. El collar de diamantes que había visto lo que vi y susurrado con los fantasmas de mi familia fallecida preparado para revocar su reclamo y separarse de mi cuello. 

Endeudado: Deuda Final// MYG y TÚ//+18 [TERMINADA T6]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora