~Yoongi~
—¿De verdad esperas que crea que serás capaz de hacer esto? —Cut escupió a mis pies al momento en que le quité la mordaza. Su lengua se movió, disipando el sabor de ser silenciado—. Vamos, Yoongi. Los dos sabemos que no lo tienes en ti.
No contesté.
Dejándolo atado, me moví hacia la atracción principal en la habitación.
Al igual que la guillotina había descansado en el lugar de honor en el salón de baile, el dispositivo de tortura se ubicaba en éste. Sucias sábanas grises cubrían el aparato, luciendo parte fantasma, parte antigua reliquia.
Cut se movió en el lugar, haciendo crujir sus vaqueros. —Suga, sigo siendo tu padre. Aún tu superior. Detén este puto sin sentido y desátame.
Una vez más, no contesté.
Cuanto más tiempo me concentraba en lo que tenía que hacer, más me acordaba de mis lecciones de infancia.
El silencio es más aterrador que gritos.
La suavidad es más horripilante que movimientos bruscos.
La clave para ser temido era mantener la calma, mantenerse tranquilo, y sobre todo, con un decoro equilibrado donde la presa creía que tenían una oportunidad de redención, sólo para tomar su último aliento con la esperanza aún brillando en su corazón.
Él me enseñó eso.
Mi padre.
Fue gracias a él que construí una concha a mi alrededor y me mostré al mundo exterior como fuerte e imperturbable. Si bien internamente me quemaba con caos y calamidad.
Apuñando el material, lo quité. La tela llena de polvo y apolillada flotó como alas, mientras se asentaba con elegancia en el suelo. Polvo se disparó en mis pulmones, hojas secas cayeron en un vórtice, y la arena picó mis ojos. Pero no tosí o parpadeé.
No podía apartar los ojos del implemento de mi infancia.
El atormentador.
Mis dedos temblaban mientras acariciaba la madera desgastada. Las hebillas de cuero manchadas con mi sangre. Las ranuras de mis talones mientras pateaba, pateaba y pateaba.
—¡No!
—Deja de jodidamente quejarte, Yoongi.
—Papá, para. No hice nada malo.
Cut no escuchó. —Hiciste algo malo. —Sus dedos agarraron mis tobillos mientras ajustaba las hebillas. Pateé, haciendo todo lo posible para evitar que el cuero grueso me amarrara, pero no sirvió de nada. Al igual que fue inútil intentar detenerlo de atar mis manos por encima de mi cabeza.
Esta no era la primera vez que había estado aquí, ni sería la última.
Pero deseaba tanto que finalmente pudiera estar mejor, así no tendría que herirme.
Mi corazón de diez años de edad, golpeaba contra mi caja torácica. —No lo hice. No puedo evitarlo. Sabes que no puedo evitarlo.
Escalando en el cuero un hueco más, me dio unas palmaditas en la rodilla y caminó hacia mi cara. —Lo sé, pero eso no es excusa.
Tendido en posición horizontal, miraba a mi padre. Su cabello oscuro se volvía más blanco con cada año. Su chaqueta de cuero olía a largos paseos y excursiones duras.
—¿No he sido tolerante los últimos meses? Intenté ayudarte con formas más amables. Pero eso no funciona contigo. —Su rostro se contrajo con afecto e incredulidad—. Suga, saltaste en frente de mi arma. ¿Qué carajo pensabas?
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Endeudado: Deuda Final// MYG y TÚ//+18 [TERMINADA T6]
Fanfiction"Estoy enamorado de ella, pero podría no ser suficiente para evitar que sea la última víctima de la Herencia de la Deuda. Sé quién soy ahora. Sé lo que debo hacer. Estaremos juntos, sólo espero que sea en la Tierra en lugar de en el Cielo". Todo s...