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~Yoongi~

¡Quita tus jodidas manos de ella! 

No la toques. 

¡Suéltala! 

¡Déjala sola, maldita sea! 

Cada pensamiento giraba alrededor de mi cabeza, ardiendo con indignación, pero incapaz de decirlo gracias a la mordaza rancia dentro de mi boca. 

Quería matarlo. Cortar la cabeza del hijo de puta de mala muerte de sus hombros. 

Cada centímetro de mí gritaba con agonía, de la herida de bala a la fiebre, al fuerte dolor de cabeza y las costillas potencialmente rotas desde el accidente de coche. 

Sin embargo, nada dolía más que escuchar a Cut contar la historia de Mabel y William, la misma historia que había oído una y otra vez, y contaba los minutos de cuando terminaría. 

_____ prestó atención, absorta más allá de su voluntad, absorbiendo la historia de mi familia. Escucharlo por primera vez había contestado muchas de sus preguntas, pero tenía mis propias preguntas sobre William Min. Junto con Owen, me sentía más conectado con él. Tenía documentos de William cuando se instaló en la Casa de los Lores mientras que construían Minsridge. Tenía un sinnúmero de notas de su ascenso a la riqueza y los libros de contabilidad de sus naves. 

Era la piedra angular de mi familia, al igual que Mabel. Se las arregló para darnos nuestra felicidad legítima sin derramar más sangre Weaver. Me gustaba. Pero odiaba lo qué sucedió después de que su tiempo pasó. 

_____ luchó bajo el agarre de Cut. —Pagué la Cuarta Deuda en el Hall.

Cut rió. —Pagaste una parte de ella, eso es todo. Esta es la parte principal y debe ser completada para que el contrato sea apaciguado. 

Agarrando sus muñecas atadas, le acarició los dedos tatuados. —Sólo has ganado dos marcas. Se necesitan dos marcas más antes de que la Deuda Final se pueda pagar. 

_____ gruñó—: Si piensas que puedes grabar tu nombre en mi piel, no te dejaré. Las iniciales de Yoongi son lo que llevo. Sólo él puede marcarme. Sólo él puede reclamarme de acuerdo con las reglas de herencia. 

Cut la dejó ir, chasqueando en voz baja. —Como sin duda no te has dado cuenta, señorita Weaver, ya no estoy jugando exactamente con dichas normas. 

Otra oleada de dolor incapacitante de mi dolor de cabeza embotó sus voces. Me dolían los hombros de dar vuelta en el coche y mis huesos gritaban de ser girados en mi espalda. 

Continuaron discutiendo mientras luchaba por la coherencia. 

Deseaba que siguieran hablando. Cada minuto robado adicional podría ayudar. 

Apretando la mandíbula, luché con fuerza renovada. Por la última media hora, había hecho todo lo posible para liberarme. 

Mis uñas aserraban la cuerda; mi lengua empujaba la mordaza. Pero Cut no me ató a medias. Me ató muy bien. 

Lo único que logré fue más dolor y cansancio. A pesar de mi amargura y odio, me había vuelto impotente. Todo lo que podía hacer era sentarme allí como un maldito idiota mientras mi padre torturaba a _____ con anticipación. 

La Cuarta Deuda. 

Originalmente, la deuda garantizaba último dolor y una entrega rápida de la Deuda Final. No muchos habrían sobrevivido por mucho tiempo, sobre todo hace unos siglos, cuando no se utilizaba anestesia y desinfectante. La Cuarta Deuda era la última en ser reclamada y la más bárbara. 

Endeudado: Deuda Final// MYG y TÚ//+18 [TERMINADA T6]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora