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~Yoongi~

—¡Mierda! 

La puerta se cerró. _____ se fue. Me quedé acurrucado en el suelo como un maldito prisionero descartado. 

Estuve en peores embrollos. 

¿Lo estuve? 

Me gustaba pensar que sí fue así y que logré superarlos. Que superaría esto. ¿Pero cómo? 

Mi estómago no se alivió de los nudos desde que Cut comenzó su espeluznante lección de historia y llevó a cabo la cosa más horrible que he presenciado. 

El golpe de la maza en el brazo del amor de mi vida. El grito cuando su hueso se rompió. 

Me estremecí. 

No seguirá siendo la peor cosa de la que has sido testigo si no sacas tu culo del suelo. 

La Última Deuda. 

Jasmine había dicho que Cut planeaba llevarla a cabo antes de que se terminara la semana. 

En el momento en que regresara a Minsridge, _____ estaría muerta. 

Una ferocidad se extendió a través de mis venas, y por enésima vez, me retorcí y luché, tratando con todas mis malditas fuerzas liberarme. 

Las cuerdas alrededor de mis tobillos se deslizaron fuera de las patas de la silla, pero mis muñecas y el torso se mantuvieron firme. 

Piensa. Tiene que haber algo que puedas hacer.

Obligándome a calmar mi respiración, eché un vistazo alrededor de la cueva. La mesa con los restos del equipamiento para el yeso estaba demasiado lejos. Podría ser capaz de moverme con la silla unida a mi cuerpo, pero perdería un tiempo valioso y energía. Además, Cut no utilizó ningún dispositivo afilado y el cuchillo que usó para liberar a _____ desapareció con él en su bolsillo trasero. 

Tae

Era en momentos como este; cuando me encontraba jodido y no podía ver una forma de salir, que él venía a mi rescate. Siempre lo hizo. Siempre contestaba su teléfono si yo tenía una recaída, o compartía una cerveza conmigo cuando necesitaba su apoyo bienvenido. 

Tae era el único que conocía que podía regular y calmar sus emociones hasta el punto de ser reconfortante. No sabía cómo lo hacía, pero estar cerca de él era lo contrario de estar cerca de los demás. 

Te extraño, hermano. 

La puerta se abrió. 

Mis ojos se dispararon hacia allí, mi corazón saltó con esperanza. 

_____... 

Pero, no era _____. 

Marquise entró. Su tamaño fornido y chaqueta de cuero de los Diamantes Negros bloqueaba la salida cuando se volvió para cerrar la puerta. No dijo una palabra, se limitó a levantar una ceja en mi dirección y se sentó en la silla en la que estuvo _____ cuando Cut le rompió el brazo. 

Le. Rompió. El. Brazo. 

Bastardo hijo de puta. 

Sentí su dolor, desconcierto y terror cuando el martillo la aplastó. Sentí su miedo de no sobrevivir a la seguridad del aeropuerto con el bushel de diamantes en su yeso. 

Quería decirle que gritara cuando subiera al avión. Que le hiciera saber a los pilotos que tenía contrabando y debía ser detenida. Si ella era capturada, la retendrían, posiblemente la condenarían y permanecería viva en la cárcel hasta que yo pudiera encontrar una manera de liberarla. 

Si ella era encerrada, Cut no podría matarla, y yo podría contratar a los mejores abogados para desestimar su caso. Podría mostrarle al mundo entero lo que mi familia estuvo haciendo. Podría destapar la verdad y, por último, por fin mostraría lo que podía hacer el dinero. 

Qué lealtades se podía comprar. 

Qué pecados se podían encubrir.

Cómo las familias felices de clase media fueron engañadas por los pocos que mantenían la riqueza del mundo. 

Si eso significaba que iría a la cárcel, que así fuera. 

Por lo menos mi conciencia finalmente estaría limpia, y _____ viva. 

Y Cut se pudriría justo a mi lado en una celda de tres por tres metros, no volvería a ver a su precioso Minsridge ni diamantes de nuevo. 

El sueño se hizo añicos cuando giré para mirar a Marquise. No podría liberarme por mi cuenta. Pero él me podría ayudar. 

—Déjame libre y te voy a pagar dos millones de libras. —Tiré de las cuerdas alrededor de mis muñecas, inhalando con fuerza contra los moretones en mi pecho. El accidente de coche me maltrató y mi visión no dejaba de chisporrotear con el gran dolor de cabeza. No había cumplido mi promesa de pagarle al conductor que me trajo aquí, y no hice lo que prometí al rescatar a _____. 

Todo este viaje fue una gran cagada. Sin embargo, cambiaría sentir todo de nuevo, cada cosa buena que he hecho alguna vez, si pudiera retroceder el tiempo y evitar que Cut le rompiera el brazo a _____. 

Marquise sonrió. —Tu abuela me ha pagado mucho más por mi lealtad. —Cruzando sus brazos, me miró—. Deja de hablar. No voy a dejarte salir por ninguna cantidad. 

—¿Qué pasa con un título? ¿Una finca para ti? ¿Las acciones de nuestras empresas? —Escupí el sabor persistente de mi lengua gracias a la mordaza horrible—. Todo el mundo tiene un precio. Dime cual es el tuyo. 

Marquise inspeccionó sus uñas irregulares como si fuera un puto rey en su trono. —Voy a conseguir todo eso si me mantengo fiel a Bonnie. —Resopló—. Así que cállate la boca. 

Exhalé pesadamente. Por ahora, él no se movería, pero lo haría. Solo tenía que encontrar su debilidad. Todo el mundo podía ser comprado. Aprendimos ese buen ejemplo a través de años de soborno y control. 

Mi mente volvió a _____ y Cut, llevando la cuenta del tiempo y la distancia que nos separaba lentamente. 

Tengo que liberarme. 

Una melodía estridente sonó en la cueva. 

Marquise se encorvó y sacó su teléfono. Pinchó la pantalla, llevándolo a la oreja. —¿Sí? 

Silencio mientras escuchaba las instrucciones. 

—Aún en el suelo y atado. Sí, lo haré. Lo tengo bajo control.

Colgó, una sonrisa siniestra se extendió en sus labios. —Parece que deberías sentirte cómodo, Min. Tengo órdenes de no dejarte salir hasta que Cut esté en un avión. Y entonces... quiere que te dé una sorpresa muy especial. 

Por supuesto… 

No esperaba que Cut me dejara sobrevivir, no después de tratar de matarme. Podría tener una fascinación enferma con hacerme sobrevivir en un mundo donde no existiera _____, pero él entendía que al momento en que fuera libre, al momento en que tuviera la oportunidad, él estaría muerto. 

Era solo cuestión de tiempo si me dejaba vivir. 

No me dejaría vivir... 

Apreté la mandíbula. —¿Cuál es la sorpresa? 

Ya la sé. 

El dolor y luego la muerte. 

Cut no era excesivamente original. 

Marquise apretó los puños, mostrando las costras en los nudillos y antebrazos fibrosos. —Ya verás.

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Endeudado: Deuda Final// MYG y TÚ//+18 [TERMINADA T6]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora