𝐅𝐑𝐎𝐌 𝐙𝐄𝐑𝐎

NINE

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єυиѕαи ; lєттєʀѕ.
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El menor bebía relajadamente su té hasta oír aquella pregunta. Tosió repetidas veces, sentía que su corazón se saldría de su pecho y correría lejos del lugar. Dongmin rió por la reacción del castaño, parecía realmente asustado ante su pregunta.

— P-Pero, ¿cómo? Si aún no recuerdas nada. — Dijo nervioso y con un sonrojo muy notorio en sus mejillas.

— No importa eso, quiero que así sean las cosas... Al menos hasta que recuerde ¿Tengo pareja o algo así, que no quieres aceptar? O... ¿No te gusto? — Indagó con curiosidad por lo que respondería el menor.

— No es nada de eso... Osea, apenas te has divorciado pero no es por eso. — Aclaró el menor.

(Trágame tierra)

— ¿Estuve casado? — Dijo asustado, le parecía horrible la idea de estar casado con alguien más teniendo a tal perfección de amigo.

— Si, con una chica. Pero la historia del divorcio es muy larga y aún no puedes recibir mucha información así que no me insistas en que hable, que siempre eres muy curioso y no paras de preguntar. — Lo señaló, entrecerrando sus ojos.

— Pff ¿Para qué me dices si no me contarás todo? — Rió y tomó nuevamente la suave mano del menor. — Pero realmente quiero salir contigo. No importa que no recuerde, cuando lo haga seguro también te amaré, no te preocupes. — Sonrió con ternura.

— Yo... — Sanha lo pensó. Después de todo, una vez que el mayor recordara, todo volvería a la normalidad... Como si aquello del hospital hubiera sido solo un sueño y nada más. — Está bien, acepto.

— Okay ¿Cuándo me sacarás de aquí para tener nuestra primera cita? — Observó el lugar, realmente quería salir de ahí y poder recordar todo con cualquier cosa que viera.

— No seas impaciente Lee Dongmin, aún debes recuperarte de tus heridas. — Habló inflando sus mejillas.

— Okay, okay... Oye ¿Por qué me llamas Eunwoo? No recuerdo que me llamaran así. — Dijo, tratando de recordar algo pero no lo lograba.

— Querías cambiarte el nombre a Eunwoo y aunque lo hiciste, tus padres siempre te dijeron Dongmin. Bueno, debes descansar un poco, yo iré a tomar una ducha y a hablar con mi jefe. — Dijo, levantándose y tirando los vasos de té vacíos a la basura.

— Sanha. — Llamó el mayor, tomando su brazo. — ¿Me prometes que volverás pronto?

— Si, lo prometo. — Acarició su frente y se dirigió fuera de la sala.

Dongmin no quería que aquel joven se fuera, quería tenerlo con él pero no sabía por qué. Se recostó y cerró sus ojos, intentaría descansar un poco para poder relajarse. Sanha se adentró en su casa y tomó una relajante ducha, estaba demasiado tensionado por todo lo que había sucedido. Secó su cabello y se arregló, debía verse presentable para hablar con Jinwoo. Salió de su casa y ahí estaba Bin, esperándolo con la cabeza agachada.

— ¿Qué sucede Bin? ¿Estás bien? — Preguntó con preocupación.

— ¿Planeas quedarte con él por mucho tiempo? Es decir... Se que lo quieres, pero deberías dejar que Lisa se haga cargo. — Dijo, con tristeza en sus palabras.

— Bin... Ya te fuí sincero, siempre he amado a Eunwoo y no pienso dejarlo así... Creeme que traté de olvidarlo por ti, por lo nuestro... Pero... Dolía cada día más tratar de olvidar con mi mente lo que mi corazón no quería dejar ir. — Habló con dificultad, sentía como su pecho dolía intensamente.

— Entiendo... Pero de todos modos siempre contarás conmigo para lo que sea... Después de todo me diste un tiempo muy lindo estando juntos. — Besó la frente del menor y se alejó.

Sanha suspiró, no quería pensar en temas del corazón en aquel momento, debía hablar con Jinwoo sobre su ausencia en el trabajo ya que aunque los Lee dijeron que se harían cargo, se sentía un idiota al dejarle la carga a ellos y no hablarlo él. Luego de caminar por un rato entró al edificio café y pidió hablar con el mayor, quien lo recibió gustoso.

— Es por eso que estoy faltando. Sino, créame que estaría aquí muy feliz de trabajar en lo que amo. — Habló algo avergonzado.

— No hay problema señor Yoon, los Lee ya me hablaron de todo y respeto su desición... Yo habría hecho lo mismo por Myungjoon. — Sonrió y revolvió el cabello del menor. — Y oye, tuteame, me haces sentir viejo.

— Está bien, pero en ese caso no me digas señor Yoon, dime Sanha, me haces sentir viejo a mi. — Ambos rieron y Sanha salió de la oficina. — Gracias se... Es decir, Jinwoo.

— No hay de qué, Sanha.

El castaño salió del lugar directo al hospital, quería asegurarse de que Dongmin estuviera bien. Dongmin daba vueltas por la camilla dando patadas y pequeños sollozos.

Dongmin's dream.

Sanha entró a su oficina, pero no se veía feliz, estaba llorando a más no poder.

— ¿Por qué? ¿Por qué con ella? Si ibas a hacerme esto lo hubieras hecho con alguien más y no con ella. — Dijo el menor y se dejó caer en el sofá cubriendo su rostro.

— Sanha, creeme que ella no significa nada para mi. Por favor, dejame explicarte que sucedió realmente. — Habló el pelinegro.

— ¡No! Prometiste que estarías junto a mi siempre ¿Y ahora haces esto? Lo nuestro se acabó, Lee Dongmin. — Dijo y salió del lugar dando un portazo.

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En ese momento, Dongmin despertó horrorizado y apenas pudiendo respirar.

— ¡Sanha! — Dijo, dejando salir las lágrimas de golpe.

No entendía por qué había soñado aquello ni por qué le dolía tanto, pocos recuerdos vinieron a su mente, pero supo que Sanha no era quien decía ser, algo más había pasado entre ellos y el castaño no podía negarselo, lo haría hablar como fuera. Tomó su billetera y sacó las fotos. Habían de sus padres, de sus amigos en la compañía y luego estaba aquella foto, una que confirmó sus sospechas.

Flashback.

Ambos estaban sentados en un parque, Sanha amaba tomarle fotos a lo que fuera de modo que eso hacía.

— ¿Por qué no tomas una foto romántica entre tú y yo? — Dijo el pelinegro.

— Es que las flores y los paisajes son realmente bonitos... Y me da pena hacer eso. — Sonrió con timidez el menor.

— Anda, ven aquí. — Dongmin le arrebató su cámara y lo tomó de su mano para luego besarlo y tomar una foto. — Listo. Esta la voy a imprimir en grande para nuestro álbum y en pequeño para llevarla en mi billetera.

— Si que eres cursi Eunwoo. — Rió y tomó su cámara nuevamente. — Pero yo también quiero que me imprimas una.

Fin del flashback.

Las lágrimas comenzaron a correr aún más fuerte por las mejillas del pelinegro y un dolor de cabeza lo invadió por completo de modo que guardó todo y se dejó caer a la camilla nuevamente.

— Eunwoo ¿Qué sucedió?... ¿Por qué lloras?

Continuará...