𝐅𝐑𝐎𝐌 𝐙𝐄𝐑𝐎

FIFTEEN

Jungkook solo lo observó sorprendido, no esperaba que aquel chico fuera la pareja de Dongmin. Sus ilusiones momentáneas fueron matadas con solo cinco palabras "Soy el novio de Dongmin". Una chica de cabello castaño salió de detrás de este y tomó la mano del menor.

— Soy Jennie, amiga de Wonnie. — Sonrió, sacudiendo la mano de Sanha.

— Jennie... — Dijo Dongmin, alejando la mano de la castaña. No quería que se atreviera a hacerle algo a su pequeño bebé.

— Tranquilo Wonnie, no le haré nada, ya tengo pareja. ¿O no lo sabías aún? — Lo miró confundida, pues la noticia había sido muy leída y se había mostrado por todo medio posible.

— ¿Por qué lo sabría? — Dijo el peli-negro, frunciendo el ceño.

— Es mi novia. — Dijo un peli-morado, saliendo de detrás de los demás.

— Suga hyung, ¿de verdad estás con... ella? — Dijo algo espantado el menor, no entendía nada.

— Si. Además de eso, Jin también tiene novia y nop, no es Namjoon vestido de sailor moon. — Dijo sonriendo, pocas veces Yoongi sonreía.

— Ella es Jisoo. — Dijo Jennie, señalando a la peli-negra que tomaba de la mano al mayor.

— Un gusto. Bueno debo buscar unos papeles y luego nos iremos, esta noche cenaré con Sanha. — Dijo el peli-negro, abrazando al menor.

Jungkook solo los observó irse. Sentía algo extraño en su pecho, le gustaba aquel castaño pero, ¿qué podía hacer? Era la pareja de su amigo y si se entrometía en eso, las cosas no acabarían bien. Se había desilusionado cuando Taehyung comenzó a salir con Jimin y hasta el momento no había sentido nada parecido por nadie, pero aquel chico de rostro tan tierno hizo que su corazón se revolucionara. Dongmin caminaba junto a Sanha, estaban comprando diversas cosas para hacer esa noche, querían poder estar juntos como antes. Las risas, los recuerdos, verse el uno al otro... El hecho de estar juntos los hacía muy felices y solo necesitaban la sonrisa del otro para estar mejor. Al salir, se oían truenos y pequeños "clak clak" hacer ruido en la acera.

— Mira, está lloviendo. — Dijo Sanha, extendiendo su mano para sentir las pequeñas gotas de lluvia deshacerse en su mano.

— Ven, traje un paraguas por las dudas. — El mayor extendió un paraguas negro y mientras sostenía este con una mano, con la otra llevaba una bolsa con la comida.

— Me siento en una película romántica. Es lindo volver a estar así, ¿no crees? — Dijo el castaño, sonriendo con gran felicidad y con algo de nostalgia.

— Claro que si bebé y desde ahora, todos nuestros días serán así. — Besó con cuidado la mejilla del menor y ambos siguieron su camino.

Por otro lado, Jungkook estaba dándole vueltas al asunto en su cabeza, debía hacer algo y rápido. Una mano tocó su brazo, era Jennie, quien llevaba dos tazas de té.

— ¿Qué sucede Kookie? ¿Estás así porque te gustó el pequeño Sanha? — Rió, conocía demasiado bien al menor.

— Noona, no se que hacer. ¿Por qué es tan difícil enamorarse de alguien? — Se quejó y bebió un poco del té.

— Kookie, no puedes estar enamorado. Acabas de conocerlo, bobito. — Dijo la castaña, riendo.

— Pero me gusta mucho... Ash, soy un idiota... Si no te molesta, preferiría estár solo noona, quiero pensar un poco. — Sonrió levemente.

— Está bien. Pero recuerda que para lo que necesites puedes contar conmigo. — Dijo la mayor y luego de besar su cabeza se fue.

Se sentía un bobo. ¿Cómo puedes enamorarte a primera vista? Imposible, totalmente imposible. Lo que él no sabía, era que una joven estaba observandolo desde atrás de una de las oficinas, alguien  que tendría un fuerte impacto en él. Por otra parte, Sanha y Dongmin ya estaban por fin en el acogedor departamento del mayor, por fin resguardados de la lluvia. Se quitaron sus abrigos y Sanha se sentó en una silla frente a la cocina. Se dejó caer en la mesada, observando como el mayor cocinaba frente a él.

— Perezoso, no te me duermas ahora que pronto estará la cena. — Dijo el peli-negro, riendo.

— No me druermo, simplemente estoy admirando tu belleza desde cada ángulo, te ves muy bien desde donde sea. — Dijo el menor, sonriendo con inocencia.

— Eres un pillo. No sabes cuanto te amo. — Besó la nariz del castaño y siguió cocinando mientras este lo observaba con cuidado.

Sanha tomó diversas fotografías, quería mantener aquel lindo momento en su mente para siempre y ¿qué mejor opción que mantenerlo en papel? Dongmin dejó los platos sobre la mesa y ambos comenzaron a comer mientras hablaban de diversos temas triviales. Se sentían cómodos el uno con el otro, por fin conectaban, por fin eran una pareja. ¿Qué podría salir mal? Después de todo, ya habían pasado por tantas cosas que no habría cosa que los separara ya, o eso pensaban. Jungkook hablaba con aquella joven que lo había estado observando, era extraña y realmente estaba comenzando a asustarlo, pero tenía el mismo propósito que él. ¿Por qué alejarla?

— Es fácil, el padre de Eunwoo hará todo el trabajo por nosotros si se entera de este pequeño secretito. — Sonrió con malicia, su mente era realmente retorcida como para actuar de tal modo, o eso pensaba Jungkook. — Y luego tú vas y consuelas a Sanha, yo viajo con Eunwoo y todo listo para los dos. ¿A que es un plan increíble?

— Lo es y seguro sería muy efectivo, pero... ¿No dañaríamos a ambos? No se si quiero hacerle algo así a ese chico. — Dudó. No quería dañar a Sanha, pero no sabía de otra manera de lograr que aquel joven se fijara en él.

— No tienes de otra, sino, solo te queda observar por el resto de tus días como ese pequeño inmaduro es feliz junto a Eunwoo. — Hizo un puchero, pero no uno tierno, su intención era hacer que Jungkook dudara.

— Crees que... Si ellos terminan... ¿Él me vea del mismo modo en que ahora ve a Eunwoo? — Pensó. No estaba seguro de nada en ese momento, pero tampoco podía perder su oportunidad.

— Pues claro.

— Entonces... Trato hecho, Dahyun.

Continuará...