NINETEEN

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Sanha solo quería ver a Dongmin y rogarle que no creyera nada de lo que pudiera decir Jungkook, no quería perder su relación por una confusión. Por otra parte, Dongmin estaba teniendo un ataque de ira increíblemente fuerte, ya que recibió aquella foto. Las lágrimas caían a montones mientras estaba tirado sobre diversas hojas en el suelo de su oficina. Tomó sus cosas y salió de ahí lo más rápido que pudo, no quería ver a nadie, estaba destrozado. Hyungwon y Bin tenían la boca abierta, no podían creer lo que estaba sucediendo. Jungkook se levantó desecho. ¿Qué había hecho? Fue lo peor que pudo hacer.

¿Qué hacemos ahora? — Preguntó Bin, despeinando su cabello.

No lo se... Esto no se ve bien y se me hace que Dahyun piensa hacer algo con esa foto. — Suspiró pesado.

Es mejor que hablemos con Dongmin. — Dijo Bin, acelerando su paso y siendo seguido por el mayor.

Jungkook caminó cabizbajo hasta el departamento donde estaban él y sus compañeros. Se adentró en este y el único ahí era Yoongi, quien estaba observando con decepción su teléfono. Al levantar la vista vió al menor, llorando y con pinta de no querer seguir respirando. Se levantó y lo abrazó con fuerza, transmitiéndole miles de emociones al peli-rojo. Ambos se sentaron en el sofá, Jungkook necesitaba un vaso de leche, galletas calientes y un hombro en el que llorar.

Hyung... Hice algo muy malo. — Sorbió su nariz y bebió de su leche.

¿Qué pasó, conejito? — Dijo, acariciando la cabeza del contrario.

Seguro ya lo viste. Dahyun prometió no hacerlo público, pero aún así lo vi. — Dejó caer su cabeza sobre el hombro del mayor, acurrucándose junto a este.

— Si, lo vi... ¿Por qué lo hiciste? Te dije que los errores que cometemos lastiman a otros. — Apoyó su cabeza sobre la del menor.

Me dejé llevar... Fui un completo idiota y dudo mucho que Eunwoo me deje explicarle lo que sucedió. — Suspiró, había cometido un gran error y no tenía idea de como arreglarlo.

Sanha se adentró en la oficina de Dongmin, pero no había rastro del mayor. Salió con rapidez, iría a su departamento para ver si se encontraba ahí. Corrió como si su vida dependiera de ello, las lágrimas humedecían su rostro. ¿Por qué no le hizo caso a Bin? Tenía razón en todo y por lo que luchó se iría a la basura gracias a su estupidez. Golpeó la puerta, nadie abrió de modo que tomó la llave que Dongmin solía dejar bajo una maceta y abrió, pero el mayor no estaba, ni tampoco estaban sus cosas, había desaparecido toda su ropa. Temió lo peor.

( No... No podría... Prometió no dejarme nunca. )

Se dejó caer al suelo, maldiciendo. ¿Cómo se había enterado de todo? Una noticia llegó a su teléfono por parte de un desconocido y fue cuando su mundo y esperanzas se derrumbaron por completo. Llamó a Jungkook, quizá él sabría donde estaba Dongmin. Sonó una vez... Dos... Tres... Y por fin se escuchó la voz del mayor.

Sanha... No pudo terminar que el castaño lo interrumpió.

¿Dónde está Eunwoo? ¿A dónde fue? ¡Habla ya! — Gritó alterado, estaba a punto de decirle mil insultos al peli-rojo.

En el aeropuerto... Dahyun dijo que iría con él. Puedo explicartelo, solo escuchame. Trató de hablar desesperadamente, pero Sanha no quería oírlo.

Colgó el teléfono y corrió fuera del lugar, el cielo estaba nublándose y pronto comenzó a llover con fuerza, era el peor día de su vida. Tropezó a medio camino, sus rodillas estaban lastimadas y su tobillo le dolía demasiado, pero debía alcanzar a Dongmin como fuera posible. Trató de correr, pero volvió a caer al suelo, quejándose del dolor intenso que sentía en su tobillo. Tomó su teléfono y llamó a Hyungwon, necesitaba ayuda de alguien y solo podía pensar en él. Sentía que poco a poco su mundo se derrumbaba al no oir la voz del mayor. Bufó frustrado, su cabello mojado apenas lo dejaba ver y no sabía que hacer, a ese punto estaba comenzando a volverse loco. Buscó en sus bolsillos, llevaba dinero afortunadamente, de modo que paró un taxi y partió al aeropuerto, rogando que llegaran rápido. Para su mala suerte, la lluvia había ocasionado un choque en medio camino, de modo que se había creado un atasco. Dejó el dinero y bajó, no le importaba su tobillo si se trataba de Dongmin. Corrió a la velocidad que le permitía su tobillo, el dolor en su pecho era tan fuerte que apenas lo dejaba respirar, su relación estaba en juego por algo que él nunca quiso.

( No te perderé, no de nuevo. )

Entró al aeropuerto, por fin había llegado. Se acercó al mostrador de una trabajadora del lugar y preguntó por el vuelo. Le ofrecieron asistencia medica debido a sus heridas y lo mal que caminaba, pero solo se alejó al lugar que le habían indicado. Dongmin estaba entrando al avión, su mundo se destrozaba poco a poco porque irse significaba no volver a ver la sonrisa de Sanha, no volver a saber de él... No volver a besarlo. Se sentó en uno de los asientos mientras las lágrimas caían por sus mejillas. Dahyun tomó su mano, pero él simplemente la alejó y se dedicó a ver por la ventana. El avión emprendió vuelo, Sanha no llegó, solo lo observó irse por la gran ventana del lugar. Se dejó caer al suelo, su llanto era demasiado fuerte como para ser ignorado, se había hecho polvo en cuestión de minutos.

Dongmin quería adelantar el vuelo a Lóndres luego de aquello y gracias a su padre, consiguió un boleto inmediato. El castaño salió cabizbajo, sufriendo a más no poder y rompiéndose más a cada paso.

Sannie. — Dijo Lisa y lo abrazó. Luego la siguieron Hyungwon, Hoseok y Bin.

No llegué a tiempo... Se fue así nada más y no me permitió explicarle... — Sollozó. ¿Cómo viviré sin él?

Sanha solo se alejó de ellos y tomó un taxi, lo había perdido todo.

Continuará...

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Holaaa. Les ruego no me maten por este capítulo tan sad, aún no llega el final así que no me maten o no sabrán lo que pasará.


¡Besitos y esperen el final de From Zero, porque pronto lo publicaré!

𝐅𝐑𝐎𝐌 𝐙𝐄𝐑𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora