SEVENTEEN

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Un nudo se formó en la garganta del peli-negro y rápidamente colgó su teléfono. Su expresión facil no le daba buena espina a Sanha, quien trataba de calmar la desesperación del mayor.

Debemos escapar. — Dijo el peli-negro, armando un plan en su cabeza.

¿De que hablas? ¿Qué sucedió, Dongmin? — Indagó con preocupación, el menor.

Mi padre vió una noticia de nosotros dos, de este preciso momento y ahora quiere enviarme a Londres. Sanha, ¡a Londres! — Sacudió al castaño, se sentía frustrado y estaba al borde de sufrir un ataque de pánico.

No puede, es injusto alejarnos. ¿Por qué es así? — Pequeñas gotas saladas rodaron por las mejillas del menor.

Dongmin las secó con cuidado, acunando el rostro del castaño en sus manos mientras pasaba sus pulgares por las mejillas del contrario. Intentaba pensar con claridad, necesitaba tener una idea pronto para poder seguir junto a Sanha sin importar qué. Tomó las manos del menor y levantó la vista de este para poder verlo a los ojos.

Escapa conmigo. — Pidió acariciando la mejilla de este.

¿Y a dónde iriamos? — Cuestionó sonriendo. Aquella idea era algo descabellada, pero era lo único que podían hacer.

Me gusta Japón. ¿Tú que dices? Tengo un amigo allí, seguro nos ayuda a conseguir trabajo. — Dijo con emoción, esperaba que Sanha aceptara ir con él.

Está bien, escapemos. — Sonrió y siguieron su camino.

Jungkook maldijo ante aquella escena. El plan no había funcionado, ni siquiera aquello podría separar a ambos jovenes. Necesitaba pensar algo, pero debía admitir que él no era la mente maestra con planes que funcionaran, por ello decidió recurrir a Dahyun. Le envió un mensaje citandola a una cafetería, necesitaba poder sentir seguridad de que había un nuevo plan. Caminó hacia una pequeña cafetería y se sentó a esperar a que la rubia apareciera, pero no fué ella quien cruzó la puerta, sino Yoongi. Se alarmó, si él se enteraba de lo que estaba intentando hacer, sería hombre muerto.

Oye Kookie, ¿qué haces aquí? Te envíe miles de mensajes. Tenemos práctica y es importante que estés presente. — Se quejó el peli-morado.

Es que... Necesito un descanso, hyung. ¿Cómo supiste que estaba aquí? — Trató de cambiar de tema, si Dahyun llegaba estaría en problemas.

Solo pasaba a comprarle un té a Jin, dice que necesita uno ahora mismo. — Rodó sus ojos. — Vamos, muevete, ya pedí el té y debemos volver.

— Yo no, me quedaré a descansar un rato, no me siento muy bien. — Mintió, se sentía horrible por mentirle justamente a Yoongi, pero no tenía opción.

El mayor suspiró y se fué del lugar con su pedido, dejando a este un poco más tranquilo pero con una culpa terrible. Dongmin estaba dando vueltas por su oficina con Hyungwon ahí sentado, sentía que su vida se estaba callendo a pedazos y aunque ya tenía un plan, temía que algo saliera mal.

¿Y si no funciona? — Revolvió su cabello, con frustración.

No seas tan negativo, solo debes intentarlo, luego sabrás si valió la pena o no. — Suspiró, llevaba horas oyendo las quejas del menor.

Dongmin se dejó caer junto al mayor, quería poder sentir seguridad de su idea pero estaba nervioso, nunca había escapado ni mucho menos a otro país. Hyungwon salió para seguir con su trabajo, el peli-negro necesitaba pensar en que podría hacer para salir adelante junto a Sanha. De repente la puerta de su oficina se abrió, esperaba que fuera Hyungwon nuevamente, pero esta vez fue alguien totalmente diferente quien entró.

Hola honey. — Dijo la rubia.

Hola Dahyun. — Sonrió, la chica había sido su amiga por mucho tiempo, era como su hermana.

¿Por qué estás tan deprimido? Te ves realmente mal. — Habló y luego se sentó junto al peli-negro.

Es que mi padre quiere enviarme a Londres... Y estoy en pareja, no deseo alejarme de él nuevamente. — Suspiró, sentía su corazón partirse al decir aquellas palabras.

¿Y qué piensas hacer? Si quieres puedo viajar contigo, para ayudarte con la empresa que tienen allí. — Acarició el hombro del joven.

No iré, escaparé junto a Sanha. — Sonrió, la idea si le causaba felicidad.

Jungkook no paraba de enviarle mensajes a Dahyun y esta estaba petrificada. Salió del lugar, debía ver a Jungkook cuanto antes. Sanha estaba sentado frente a la computadora, estaba dándole los últimos retoques a las fotografías que habían tomado de la nueva banda que iba a debutar. De pronto, la cabellera grisasea de una joven se asomó junto al menor, venía con otra joven.

Sannie~.Habló Lalisa, sonriendole con ternura al menor.

Lisa noona, mira. Estoy acabando las fotos para el debut de Blackpink. — Observó a la otra joven. — Hola Rosé noona.

— Hola. — Sonrió.

Sanha, no venimos por eso. Aunque seguro a Jennie y Jisoo les gustaría ver estas obras de arte, pero ese no es el punto. — Sacudió su cabeza. — Vi a Dahyun hablando con Eunwoo, esa chica siempre ha sido una mala persona. — Bufó.

Noona... ¿Estás bien? — Rió.

Esto va enserio Sanha, quién sabe que planes pueda tener. Ha estado detrás de Eunwoo desde hace tiempo, estoy segura. — Dijo la mayor, apoyándose sobre el escritorio. Estaba tan seria que asustaría a cualquiera.

No lo creo noona. Quizá piensas mal, ella ha sido muy buena conmigo. — Sonrió, intentando tranquilizar a la mayor.

No se... Siento que algo se trae entre manos y necesitaré a un rubio para que me ayude a averiguarlo. — Dijo, frotando su barbilla con sus dedos.

Ash, no lo llames por favor, es muy paranoico cuando se trata de mi. — Se quejó el menor, haciendo un puchero.

Tarde, Hyungwon me ayudará en esto.

Jungkook estaba por fin junto a Dahyun, intentando buscar una solución para su problema. La rubia estaba tan alterada que quería destruir lo primero que se cruzara en su camino. Ambos le pidieron el número de Sanha a Dongmin a través del celular del chico, excusándose con que Jungkook quería conocerlo mejor. Luego entró al chat del menor, sentía los nervios a flor de piel.

Hazlo. — Dijo la rubia.

Sanha

Hola Sanha, soy
Jungkook... ¿Podemos
vernos hoy?

Continuará...

𝐅𝐑𝐎𝐌 𝐙𝐄𝐑𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora