FOURTEEN

208 33 6
                                    

Hubo un silencio en la habitación, un silencio incómodo para Dongmin ya que había planeado hacer aquello a solas con el menor y de un modo más romántico, pero se le escapó. Sanha estaba sorprendido, parecía estar en otro universo totalmente distinto al de los demás. Por fin alguien tomó la palabra en aquella habitación donde ni siquiera un grillo se oía.

Y... ¿Tú que dirás respecto a esta propuesta tan mal hecha? — Cuestionó Minhyuk, cruzandose de brazos.

P-Pues... Y-Yo... — Sanha observó a Dongmin, pero este tapó su boca antes de que pudiera continuar con su frase.

¡No digas nada aún! Esta no era la forma en que quería proponerte esto, así que no digas nada, por favor. — Suplicó el pelinegro, juntando sus manos.

Está bien, no diré nada aún.

— Bueno bueno, muevanse que tengo hambre y además es día de trabajo. — Apuró Hyungwon.

Tú siempre tienes hambre, Hyungwonnie. — Dijo Hoseok riendo y tomando la mano de su pareja.

Luego de que todos se prepararan y desayunaran, partieron cada uno a su trabajo. Claro, siendo llevados por Hyungwon. Sanha estaba feliz de poder formar una vida junto a Dongmin y el hecho de que quisiera proponerle matrimonio le emocionaba demasiado. Daba vueltas en su silla tarareando una canción, cantar le gustaba mucho, pero la única vez que lo hizo delante de gente fue para declararse formalmente a Dongmin y también porque el mayor deseaba que este le mostrara su talento con la guitarra.

Nunca te había oido cantar, lo haces bien. — Dijo Bin, apoyándose en la pared que dividía su pequeña oficina de la del mayor.

G-Gracias hyung... Es que estoy muy feliz. — Dijo Sanha, con emoción. Sentía que su corazón se saldría de su pecho.

¿Por qué? — Preguntó con curiosidad el mayor, pero Sanha no sabía que responderle.

¿Cómo le decía que él y Dongmin se casarian? Era difícil decirselo a quien era su ex pareja, no sabía como reaccionaría. Dudó un poco, pero tampoco podía esconder su felicidad por pensar siempre en los demás, por una vez debía pensar en él y en quien amaba.

Es que... Dongmin y yo nos casaremos. — Sonrió, dando pequeños saltitos en la silla giratoria en la que estaba sentado.

Eso es genial Sannie, estoy seguro de que les irá genial. Quizá sean como el jefe y su esposo. — Rió, aliviando el temor de Sanha.

Eso espero. ¿Y a ti cómo te va? Digo, te veo muy unido a cierta personita. — El menor hizo un baile de cejas.

P-Pues... Rocky y yo estamos saliendo, pero aún no se que nos espera. Siento temor de preguntarle si podemos llegar a algo más. — Suspiró rodando sus ojos. Apenas podía hablar estando cerca de aquel castaño que tanto lo enloquecía.

Oye Moon. — Dijo Minhyuk, señalandolo con su cabeza. — Es hora de trabajar en el proyecto, debemos ir a ver que necesita el señor Lee.

— Ush, mira quien llegó Sanha. — Dijo el peli-rosa, riendo.

Sanha se removió un poco en su asiento y pudo ver que Dongmin hablaba con Jinwoo y Myungjoon. Este lo observó y le dedicó una pequeña sonrisa y su corazón latió rápidamente y con violencia, amenazando con salirse de su pecho. Dongmin se acercó al menor dejando una caja en su escritorio.

Es para ti, por ser lo mejor que me ocurrió en la vida. — Dijo el peli-negro y dejó un corto beso en los labios de Sanha.

Eres lo más lindo que pudo llegar a la mia. — Sonrió, tomando aquella caja en sus manos.

El mayor siguió su camino junto a los dos dueños del lugar, mientras Sanha saltaba de felicidad. Sujetó la caja y la abrió, esta contenía otra caja mediana dentro repleta de bombones, sus favoritos. Tomó uno y lo dejo caer en su boca con cuidado, sin duda su novio lo conocía de pies a cabeza, no tenía nada que pudiera ocultarle. Al terminar el trabajo, Dongmin salió y se colocó en una orilla, apoyado en la pared. Esperó a Sanha y cuando este por fin salió, tomó su mano.

¿Buscabas a alguien? — Dijo riendo.

Si, a ti. — Se lanzó en los brazos del más bajo y besó su mejilla.

¿Qué dices de cenar juntos en mi departamento esta noche? Me siento solo si no estás conmigo. — Habló haciendo un puchero.

Claro que mi respuesta es un si, deberías saberlo Woonie.

— Lo siento, es que olvidé como leer tu mente. — Ambos rieron. — Primero debemos ir por unos papeles a mi trabajo, luego por comida y te haré lo que tú pidas.

— Genial, no sabes cuanto te amo.

Ambos partieron a la empresa del padre de Dongmin. Estaban realmente emocionados pero debian tratar de no demostrarlo, quizá el padre del mayor no lo entendería y este aún no tenía un trabajo asegurado a pesar de tener treinta y dos años. Sanha observaba por la ventana, habían muchas chicas gritando a más no poder con carteles y demás, no podía evitar preguntarse qué estaba sucediendo. Ambos jovenes entraron en busca de los papeles del mayor y el castaño se llevó una gran sorpresa. Aquella banda que tanto amaba escuchar a toda hora del día, estaba justo frente a él, BTS estaba justo ahí. Admiró a cada uno de ellos con la boca abierta, era aún mejor verlos en persona que por fotos o videos.

Hey DongDong. ¿Cómo has estado? — Dijo Jimin, golpeando la espalda del peli-negro.

Bien, pero, ¿qué hacen aquí? Pensé que llegarían mañana.

— Es que no podíamos esperar a verte, ahre.— Habló Tae, había aprendido esa palabra y ahora no paraba de decirla. — ¿Y este pequeño? Tiene cara de Jungkook hace mil años atrás.

— Idiota. — Dijo Jungkook, golpeando el hombro del peli-azul.

Sus ojos se posaron en aquel lindo chico que tenía rostro de bebé. Lo miro como si hubiera visto la belleza en carne y hueso, era un chico realmente apuesto ante sus ojos. Sonrió con timidez, sus mejillas se tornaron rojas al instante.

¿Q-Quién eres tú?

Soy Sanha, el novio de Dongmin.

Continuará...

𝐅𝐑𝐎𝐌 𝐙𝐄𝐑𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora