TWELVE

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— ¡Eunwoo! Gritó el rubio, llamando la atención del menor.

[ Genial, estaba soñando despierto ]

¿Q-Que? — Dijo el pelinegro, apenas entendía lo que estaba sucediendo a su alrededor.

Te dije que Sanha vino a verme, podrías decir un "Hola" al menos. — Dijo el mayor, riendo.

Emm... S-Si... Hola. — Agachó su cabeza sin más.

Sanha solo movió su cabeza y siguió en lo suyo. Parecía estar deprimido, no se veía bien ¿Y si estaba así por él? ¿Por qué no lo llamaba o decía algo? Toda esa situación era realmente estresante y molesta. Hyungwon salió a comprar algunas cosas para cocinar, al parecer Sanha dormiría ahí esa noche, mataría al mayor por su plan malévolo. El ambiente era incómodo, sus ojos estaban siendo espectadores de tal situación y aún así no hacía nada. Era como si algo oprimiera su pecho, dificultándole el habla y la respiración. Sanha solo podía pensar en su deseo de decir una palabra, pero contenía cualquier cosa que se le ocurriera por miedo a arruinalo todo... Aún más. El silencio logró cansar a Dongmin, estaba cansado de mantener su dolor escondido y aunque era su culpa por alejarse del menor tan bruscamente, le molestaba que este no hiciera nada. Tomó aire y aunque su mente no le proporcionaba el valor y seguridad necesarios, decidió tomar la palabra y acabar con ese frío silencio.

Hola... De nuevo. — Solo eso podía decir, estaba tan nervioso que apenas respiraba.

Hola... — Dijo el menor en un hilo de voz. No se sentía seguro de nada.

El silencio incómodo volvió a apoderarse de la sala, ninguno podía decir más que eso. Sanha estaba deseoso de poder caer en los brazos del mayor y apoderarse de su delicioso aroma natural, mientras que Dongmin solo podía desear los labios del menor desde una distancia razonable, como en aquella cafetería, donde el lío que creían cerrado, volvió a abrirse. Hyungwon entró con bolsas repletas de cosas, parecía que alimentaría a un ejercito y entendieron aquello cuando detrás de él, entraron Hoseok, Kihyun, Changkyun, Minhyuk, Jooheon y Hyunwoo, estaban perdidos. Todos eran mayores a ellos y sus festejos no eran los mismo que Sanha solía tener, era hora de partir a sus habitaciones.

Oigan ¿No piensan festejar junto a nosotros? Monsta X logró llegar a Weekly idol. — festejó Hoseok con un baile extraño.

Yo... Estoy muy cansado hyung, pero enserio me alegro por ustedes. — Dijo Dongmin, con una sonrisa y dando un bostezo fingido, subió las escaleras.

Sanha subió a donde Hyungwon le indicó, pero el cuarto era el mismo al que había entrado Dongmin. Tomó aire, no sabía si entrar o no, sentía miedo de volver a ser ignorado o de que todo fuera incómodo nuevamente. Se sentó abrazando sus rodillas con desesperación, estaba perdiendo la poca cordura que había mantenido hasta ese momento. Hoseok subió las escaleras y lo observó con cuidado, se veía tan tierno que no puedo evitar querer preguntarle que sucedía.

¿Estás limpiando el suelo? — Preguntó con una sonrisa.

Shhh. — Dijo el castaño y con una mano le indicó que bajara la voz. — No hables fuerte, te va a oir y es lo que menos quiero. — Susurró.

¿Por qué? ¿Qué sucedió? — Susurró, sentándose frente al menor.

Las cosas no están bien entre nosotros, hyung... Siento que... jamás voy a recuperarlo. — Suspiró, sus ojos se aguaron instantáneamente.

Te contaré algo que pasó hace mucho entre Hyungwon y yo. — Dijo acomodándose. — Cuando estábamos en secundaria... Pasaron cosas entre ambos. Pero luego lo dejé ir debido a que me fuí a estudiar a Japón.

— ¿Y que pasó? — Preguntó con intriga el menor.

Volví por él al terminar la universidad. Me costó mucho estar nuevamente con él y aunque nos dañamos muchas veces, aquí nos tienes, somos felices. — Rió levemente con dulzura.

Yo quiero eso... Quiero ser feliz con Eunwoo aunque sea difícil pero... Fui yo quien lo rechazó desde un principio y luego ocurrió el accidente y pues... Desde eso no quiere ni verme. — Bajó la mirada, tratando de encontrar algo en que distraer su atención para no llorar.

Solo dile lo que sientes, Sanha. Si tu felicidad se aleja, corre tras ella y hazla volver. — Dijo acariciando el cabello del menor. — Ser feliz depende solo de ti. Y si el estar a su lado es lo que te permite serlo, debes ir por él.

Hoseok se levantó y siguió su camino directo al sanitario, dejando a un pensativo Sanha en la puerta de aquella habitación. Por fin tomó el suficiente valor y golpeó la puerta. Dongmin estaba pensando en el lindo rostro de su amado, pero apenas podía hacerlo sin derramar lágrimas inconscientemente. Al oir aquellos leves toques en la puerta, se levantó, secando su húmedo rostro y abrió con cuidado. Al ver aquella silueta parada justo frente a él se empalideció y sus ganas incontrolables de llorar empeoraron. Sanha se veía totalmente vulnerable y tierno, daban ganas de abrazarlo.

Hyungwon dijo que dormiría aquí... ¿Puedo pasar? — Preguntó el menor, jugando con su pie derecho.

S-Si, claro.

El castaño entró y se dejo caer en la cama junto a la de Dongmin. Observó como el pelinegro se recostaba en la otra y por un rato lo dudó, dudó en ir junto a él pero ¿Qué podía perder? El que no arriesga no gana. Se levantó y se sentó nuevamente pero esta vez junto al mayor. Este lo observó extrañado por su conducta, pero no lo juzgó, no dijo nada, no se quejaría de tenerlo junto a él.

Alguien me dijo que... Si mi felicidad se aleja de mi... Debo correr tras ella y hacerla volver. — Dijo, tratando de esconder su rostro tras los mechones de su cabello.

Dongmin solo se limitó a levantarse y observarlo con interés. Sentía nervios, confusión, felicidad, tristeza, todo en un solo momento.

Es por ello que... Corro tras de ti... Intento hacerte regresar a mi porque... — Lo miró con sus ojos cristalizados y una leve sonrisa. — eres mi felicidad. — Apretó sus ojos dejando caer las lágrimas. — Eunwoo... Te lo pediré yo esta vez... Empecemos desde cero.

Continuará...

𝐅𝐑𝐎𝐌 𝐙𝐄𝐑𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora