Capítulo 10: "Sonrisa rota"

190 19 15
                                    

Rami.

Me era difícil pensar en el futuro. Siempre vivía el presente y disfrutaba de mi trabajo y de mis amigos. Me gustaba probar cosas nuevas y aprender de otras personas. Conocer gente nueva era parte de mi trabajo, y me gustaba ese momento en donde hacia amistades que luego de terminar un proyecto, se quedaban a mi lado y seguíamos en contacto.

Quería hacer más, más de lo que ya hacía. Había cumplido mis sueños con mucho trabajo, tuve apoyo de personas que me amaban y de otras que ni siquiera me conocían, y sentía que ahora, debía hacer lo mismo por alguien.

-No lo sé, amigo. Quizá pueda ser mentor de un nuevo prospecto-comenté hacía mi amigo, Ben, mientras caminábamos por las calles de Los ángeles, buscando un lugar para almorzar.

-Ven, entremos aquí-nos detenemos frente a un local de comida mexicana. Entramos por una puerta de cristal y tomamos asiento en la primer mesa vacía que vimos.

Ben no parecía escucharme. Giraba su cabeza a todos lados una vez estuvimos sentados.

-¿Qué haces?-pregunté confundido.

-Una chica muy linda trabaja aquí-contestó.

-Cielos, amigo. Pareces un adolescente-me reí.

-Me entenderás cuando la veas-explicó-La vi un día que vine con Joe a comer tacos. La comida no es muy buena, pero la vista lo compensa.

-Suenas como un enfermo-me reí.

-Bienvenidos a Taco Feliz-espetó la voz de una chica a nuestro lado-¿puedo tomar su...?-cuando la miré y ella me miró, se puso tan pálida y abrió sus grandes ojos aún más. Estaba sorprendida. ¿Quizá era una admiradora?

No, no estaba emocionada, parecía más bien asustada, confundida. Parecía como si estuviese confundiéndome con otra persona, a lo que yo la miré confundido.

-Yo pediré una orden de tacos y una coca cola, por favor, linda-habló Ben.

-Lo mismo para mí-dije sin apartar mi mirada de ella, pues seguía mirándome de la misma forma. Luego, anoto en su pequeña libreta la orden. Noté un leve temblor en sus manos mientras escribía, entonces pude observarla. Si ella era la chica de la que mi amigo hablaba, tenía razón.

Era alta y delgada. Piel bronceada, cabello castaño recogido en una coleta alta. Ojos azules grandes, labios gruesos y piel perfecta. Vestía una blusa gris, jeans grises y un delantal rojo atado a su cintura.

-¿Su pago será en efectivo o tarjeta?-cuestionó.

-Tarjeta-respondí.

-¿A nombre de quien será la orden?-me miró de nuevo.

-Rami Malek-sus ojos volvieron abrirse un poco y luego se marchó con lentitud.

No sé qué había pasado, pero mi nombre movió algo en ella. Lo reconoció de algún lado supongo.

-¿Qué fue eso, amigo?-exclamó Ben sin poderse contener-¿La conoces?

-No. No la conozco. Pero ella pareció conocerme-lo miré.

-Es la chica de la que te hablaba.

-Seguramente tiene novio.

-Es muy linda como para no tenerlo-concordó-¿De que estabas hablando antes de entrar?

-De un proyecto que estoy planeando. Es como trabajo comunitario para no...

-Ir a la cárcel unos meses.

-Mi agente hace lo posible para cuidar mi imagen. Lo que pasó fue un accidente y no quieren que este en los medios. Lo estará si no cumplo con lo que me dicto el juez.

-¿Hablas de que romperle la cara a un chico casi hasta la muerte fue un accidente?

-El accidente fue no haberlo matado. Quería hacerlo.

-Qué bueno que no lo hiciste. Si no, no tendrías la oportunidad para hacer ese proyecto.

-Siempre he querido hacer cosas buenas por otros. Regresar lo que yo tuve, esta es mi oportunidad.

-Aparte de enmendar lo que hiciste.

-No lo hago por ese imbécil-explote.

-¿Y por Lucy?-él sabía la respuesta. Lo que pasó, nunca debió haber pasado por muchas razones. Yo no era un hombre violento, la circunstancia me transformo por completo.

Pronto volvió la chica con nuestro pedido, quien, por accidente, derramo mi bebida sobre mi ropa.

-Lo lamento-dijo y saco un trapo de su mandil y me lo extendió para que me limpiase. Vi en su rostro que no lo sentía del todo, pues su rostro estaba serio y tenso.

-Descuida. De todas formas hace mucho calor-bromee.

-Le traeré otra bebida-tomo el vaso y desapareció de nuevo.

-Creo que esa chica tiene algo contra ti-comento Ben.

-¿Lo crees?-me limpie y la observe a la distancia. Parecía una chica reservada, y dura. Le sonreía a los clientes pero era una sonrisa falsa, se desvanecía a los segundos. Tenía la sonrisa rota.

En seguida volvió con mi bebida, sin decir nada la colocó sobré la mesa y se marchó.

Ben y yo seguimos comiendo durante unos minutos, y cuando terminamos, fui directo a la caja a pagar, personalmente. Di mi tarjeta, y cuando la cajera estaba cobrando, la chica salió nuevamente a recoger los platos de nuestra mesa. Ben se ofreció a ayudarle pero ella se negó. Tomo todo y se marchó. Unos segundos volvió a salir y me observó.

-¿Nos conocemos?-pregunté en voz alta.

-No lo creo-respondió y se dispuso a acomodar algunas mesas.

-¿Cómo te llamas?

-¿Para qué quieres saberlo?-me sorprendí ante su respuesta y tono hostil. Me encogí de hombros.

-Tú ya sabes el mío.

-Oh, que bendición. Gracias-reí.

-¿Eres así con todos los clientes?

-¿Eres así en todos los restaurantes? ¿Preguntas por el nombre de todas las meseras?

-No, de hecho el tuyo es el primero-no contesto-Creí notar que tal vez, me confundiste con alguien más-me miró sorprendida.

-Solo me recuerdas a alguien. Es todo-tomo un trapo y se dispuso a limpiar la mesa.

-¿Y es bueno o malo?-dio unos pasos hacia mi mirándome fijamente.

-Si ya no va a pedir nada de comer puede pasar a retirarse-dice por ultimo. Luego me pasa por un lado y desaparece nuevamente hacia la cocina.

Ella será amada 《Rami Malek》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora